Esencia del Ramayana

Por

SRI SWAMI SIVANANDA

El glosario fue agregado por la traductora

Una publicación de la Divine Life Society

Sexta edición: 1996

 (4.000 copias)

World Wide Web (WWW) en español: 2010

WWW site: http://www.dlshq.org/

Esta publicación WWW es para libre distribución

 ISBN 81-7052-071-1

© The Divine Life Trust Society 

Publicado por

THE DIVINE LIFE SOCIETY
P.O. Shivanandanagar
249 192
Distt.
Tehri-Garhwal, Uttar Pradesh,
Himalayas, India.


PRÓLOGO

El principal propósito en la vida de Shri Swami Shivanandaji Maharaj fue servir a los aspirantes espirituales y a la humanidad, y una de las formas de hacerlo fue escribir más de trescientos libros tratando casi todos los aspectos de la religión y la cultura de la India.

Shri Swamiji ha llamado al Ramayana, muy acertadamente, con el nombre de Dharma en teoría y práctica. El Ramayana ha influenciado y moldeado la vida y el pensamiento indio por cientos de años, y continúa siendo una fuerza viva en las profundidades de la conciencia india.

LA SOCIEDAD DE LA VIDA DIVINA


CONTENIDO

Sección Uno

NOTAS PRELIMINARES

Ekashloki Ramayana

Reverencias a Valmiki

Relación de Hanuman con Shri Rama

El árbol Kalpaka

Instrucciones de Sumitra a Lakshmana

Shri Rama Mangalam

Plegaria de Ahalya

Historia de Valmiki

Introducción

Sección Dos

Sinopsis de los Siete Kandas

Sección Tres

EL RAMAYANA

Bala Kanda

Ayodhya Kanda

Aranya Kanda

Kishkindha Kanda

Sundara Kanda

Yuddha Kanda

Uttara Kanda

Sección Cuatro

PERSONAJES DEL RAMAYANA

Shri Rama

Sita Devi

Lakshmana

Bharata

Shatrughna

Dasharatha

Shri Hanuman

Jatayu y Sampati

Vali

Lava y Kusha

Ravana

Sección Cinco

ENSEÑANZAS DE SHRI RAMA

Instrucciones de Shri Rama a Lakshmana

Rama Hridayam

Rama Guita

Sección Seis

MENSAJES DE SWAMI SHIVANANDA
EN RAMANAVAMI

Gloria del Rama Nama

Sé devoto de Hari

El camino al Rama Rajya

El Señor Rama – la Luz de Verdad

El Rama Rajya interior

Que Shri Rama sea tu ideal

Shri Rama, el Ideal universal

Sigue el sendero de la rectitud

El Héroe del Ramayana

El Ideal del Deber Supremo

Lección del Ramayana

Sección Siete

UNA GUIRNALDA DIVINA PARA SHRI RAMA

Rama Rajya

Svadhyaya

Adityahridayam


ESENCIA DEL RAMAYANA


Sección Uno

NOTAS PRELIMINARES

EKASHLOKI RAMAYANA (El Ramayana en un verso)

Hace mucho tiempo, Shri Rama fue al bosque (donde los Rishis practicaban penitencia) y mató al ciervo ilusorio. Sita fue raptada y Jatayu muerto. Rama se encontró con Sugriva, mató a Vali y cruzó el océano. Hanuman incendió la ciudad de Lanka. Rama mató a Ravana y a Kumbhakarna. Así se recita el sagrado Ramayana.

REVERENCIAS A VALMIKI

Adoro a la alondra Valmiki que tras trepar a la rama alta de la poesía, canta con acento nectario el bendito y dulce Nombre del Señor: “Rama, Rama, Rama”.

RELACIÓN DE HANUMAN CON SHRI RAMA

Hanuman dice: “Desde el punto de vista del cuerpo, yo soy Tu esclavo, desde el punto de vista del alma encarnada, yo soy una porción de Tu energía, desde el punto de vista del Atman, Yo soy Tu propio Ser. Esta es mi firme convicción”.

EL ÁRBOL KALPAKA

Los sabios dicen que la morada de todo lo bueno, el destructor de todas las impurezas de la edad de Kali, más puro que la pureza misma, el alimento para el viaje de los Mumukshus (aspirantes espirituales) que han comenzado el peregrinaje a la morada suprema de beatitud, el único lugar de descanso y el mismo aliento de los hombres virtuosos es el Nombre de Shri Rama, la semilla del árbol Kalpaka (árbol que satisface todos los deseos).

INSTRUCCIONES DE SUMITRA A LAKSHMANA

Considera a Shri Rama como si fuera el Rey Dasharatha (su padre), a Janaki como a mí misma (Sumitra, su madre) y al bosque como la ciudad de Ayodhya. Ve al bosque, hijo, y sé feliz.

SHRI RAMA MANGALAM

1.      Mangalam (buen auspicio y victoria) para el Rey de los Koshalas, el océano de grandes virtudes, el emperador Rama, hijo del gran emperador (Dasharatha).

2.      Pronunciemos Mangalam para Aquél al que uno puede conocer por medio de los Vedas y el Vedanta, que tiene el color de una nube oscura y una forma encantadora para los ojos de los hombres, y que es famoso por sus méritos.

3.      Cantemos Mangalam al Señor, querido por el sabio Vishvamitra, que tiene una forma atractiva y que es el fruto maduro de la buena fortuna del Rey de Mithila.

4.      Mangalam para Ramabhadra, que fue siempre devoto de su padre junto con Sita y sus hermanos, y que deleitó al mundo entero.

5.      Mangalan para el Señor que dejó Ayodhya y vivió en el Chitrakuta, adorado por todos los sabios, siempre amable y valiente.

6.      Que haya Mangalam para mi Señor que es digno de ser servido todo el tiempo con devoción, el Señor que vivió en el bosque con Lakshmana y Janaki, armado con arco y flechas.

7.      Mangalam para Aquél que vivió en el bosque Dandaka, que destruyó a los enemigos de los Devas y que otorgó liberación al devoto rey de las aves, Jatayu.

8.      Mangalam para el muy bondadoso Rama que aceptó con gran amor y afecto los frutos y las raíces de Shabari, y que es todo plenitud y compasión, que es todo Sattva.

9.      Mangalam para el gran héroe al que Hanuman siempre servía, el que satisfizo los deseos del devoto de Hari (Vibhishana) y que destruyó al malvado Vali.

10.  Mangalam para el gran héroe, Shri Raghava, que cruzó el océano por un puente, que venció a los Rakshasas en la lucha y que era un caballero en la batalla.

11.  Cantemos alabanzas de Mangalam para el Rey de reyes, Shri Ramabhadra, quien fue coronado junto con Sita al llegar a la divina ciudad de Ayodhya.

PLEGARIA DE AHALYA

Me inclino en reverencia ante Hari, que en esta encarnación ha asumido forma humana y es llamado Rama, que tiene una forma encantadora, que lleva un arco, que tiene ojos grandes semejantes a lotos. No me inclino ante ningún otro.

Adoro en mi corazón día y noche a Ramachandra, el polvo de Cuyos pies de loto uno debe buscar en los Vedas, de Cuyo ombligo surge un loto que sirve de asiento a Brahma y Cuyo nombre es muy querido por el Dios Shiva.

Me refugio en Aquél Cuyos actos en distintas encarnaciones son cantados en el mundo de Brahma por Narada, Shiva, Brahma y los demás, así como por la Diosa de la palabra que derrama lágrimas de regocijo que ruedan hasta su pecho.

Este Rama es en verdad el Ser Supremo, el antiguo Purusha, el autoluminoso e ilimitado, el comienzo de todo. Asumiendo forma humana mediante Maya, Él engaña al mundo. Esta es Su gracia suprema.

Este Rama, libre y pleno, es el Ser de todo. Él solo es la causa de la creación, la preservación y la destrucción del mundo. Mediante Su Maya, Él se refleja en los distintos atributos de bondad, actividad y oscuridad, y asume los nombres de Brahma, Vishnu y Shiva.

¡Oh Rama! Reverencias a Tus pies de loto que Lakshmi pone amorosamente sobre Su pecho. Antaño, con sólo uno de Tus pies penetraste los tres mundos. Hoy, los Munis desprovistos de egoísmo meditan en ellos.

Tú eres el comienzo del mundo. Tú eres el mundo mismo. Tú eres el refugio del mundo. Tú estás desapegado de todo y brillas como el Ser Supremo de todo.

¡Oh Rama! Tú eres Aquél al que la sílaba OM expresa. Tú eres el Purusha, más allá del alcance de la palabra. Tú eres, en verdad, el mundo mismo.

Tú solo, oh Rama, por medio de las variadas formas de Tu Maya, apareciste bajo las distinciones de efectos, causas, agentes, frutos de la acción y medios para lograr los mismos.

Engañados por Tu Maya, oh Señor, los hombres no Te conocen y piensan que Tú, el Señor de Maya, eres un ser humano.

Al igual que el Akasha, Tú estás en todas partes, interior y exteriormente, inmaculado, desapegado, inmóvil, permanente, siempre despierto, el Uno sin segundo.

¡Oh Señor!, ¿cómo puedo yo, una mujer tonta e ignorante, conocer Tu verdadera naturaleza? Por lo tanto, oh Rama, Te reverencio cientos de veces de todo corazón. Oh Señor, dondequiera que encarne, que siempre esté apegada a Tus pies de loto y que tenga firme devoción por Ti, solamente.

¡Reverencias a Ti, oh Líder de los hombres! ¡ Reverencias a Ti, oh Amado de los devotos! ¡Reverencias a Ti, oh Señor de los sentidos! ¡Reverencias a Ti, oh Narayana! ¡Reverencias a Ti!

HISTORIA DE VALMIKI

El ladrón Ratnakar se convirtió en el Rishi Valmiki. Ratnakar vivía en el país de los Kiratas. Creció entre ellos. Era un Brahmana sólo de nacimiento ya que se ocupaba de las prácticas de un Shudra. Tuvo muchos hijos con una mujer Shudra. Debido a la compañía de ladrones, se convirtió en ladrón. Mató a mucha gente. Andaba siempre armado con arco y flechas.

Una vez, vio a los siete rishis en el bosque y corrió tras ellos para asaltarlos. Los Rishis dijeron, “¿Por qué nos estás siguiendo?” Ratnakar respondió, “He venido a apoderarme de lo que tengan. Tengo muchos hijos y una esposa que están pasando hambre. Vago por las colinas y bosques para mantenerlos”.

Los Rishis dijeron, “Pregunta a tu gente lo siguiente: ‘¿Compartirán conmigo los pecados que yo cometo a diario?’ Permaneceremos aquí hasta que regreses habiendo aclarado esta cuestión”.

Valmiki fue a su casa y repitió a sus hijos y a su esposa la pregunta de los sabios. Ellos dijeron: “Todos los pecados son tuyos. Nosotros sólo compartiremos lo que traigas. Sólo las ganancias son nuestras”.

Al oír esto, Ratnagar se disgustó y fue adonde estaban los Rishis sentados. Toda su naturaleza se purificó con la sola visión de esos sabios.

Arrojó su arco y sus flechas, y se postró ante ellos diciendo, “Sálvenme, oh rishis. Estoy hundido en un océano de pecado”. Los Rishis se apiadaron de Ratnakar y le dijeron, “Repite todo el tiempo, con la mente concentrada, el Nombre Divino ‘Rama, Rama’”. Ratnakar dijo, “Soy incapaz de pronunciar incluso ese Nombre. Por favor, sugiéranme algún otro método”. Los sabios respondieron, “Si no puedes repetir ‘Rama, Rama’, repite ‘Mara, Mara’”.

Ratnakar repitió esta palabra con la mente concentrada y se olvidó del mundo exterior. Permaneció sentado todo el tiempo en el mismo lugar. Se formó un gran hormiguero sobre su cuerpo.

Al cabo de mil Yugas, los Rishis volvieron. Ellos le dijeron, “Sal de allí”. Al oír esto, Ratnagar se levantó inmediatamente. Él salió del hormiguero como el sol sale de la niebla. Los Rishis dijeron, “Tú eres Valmiki, porque has nacido por segunda vez al salir de este hormiguero”. Tras decir esto, los sabios desaparecieron.

Así, el ladrón Ratnakar se convirtió en el Rishi Valmiki mediante su Tapas y la repetición del Nombre de Shri Rama. Incluso la repetición invertida de las sílabas elevó a un ladrón al estatus de divinidad. ¡Qué poderoso es el Nombre de Shri Rama! ¡Gloria a Su Nombre!

INTRODUCCIÓN

El Ramayana

Reverencias al gran Valmiki, al Señor Rama, a los otros héroes del Ramayana y a Shri Sita Devi, cuyo recuerdo destruye todos los obstáculos de la vida y otorga prosperidad, buen auspicio y éxito en todo emprendimiento.

El Ramayana de Valmiki es, tal vez, el poema épico más antiguo y glorioso del mundo. Es conocido como el Adikavyam, el primer poema.

El Valmiki Ramayana contiene 24000 Shlokas agrupados en 500 capítulos y 7 Kandas o secciones: Bala, Ayodhya, Aranya, Kishkindha, Sundara, Yuddha y Uttara Kanda.

El Ramayana es un libro maravilloso que contiene la esencia de los Vedas y de todas las escrituras sagradas. Es un océano del néctar de la inmortalidad. Delinea el carácter de un hijo que renunció al trono y a los placeres del mundo para cumplir la palabra de su padre, y que vivió en el bosque durante un período de catorce años. El Ramayana describe el carácter de un padre que envía a su hijo más querido al bosque para cumplir con la palabra dada. Describe también el carácter de una esposa ideal y casta, que es devota de su marido hasta el fin de su vida y que comparte las adversidades de su esposo sirviéndolo incansablemente en el bosque, y que también considera a su esposo como su Dios. Además, delinea también el carácter de un hermano que pone su amor fraternal por encima de todo en el mundo y sigue a su hermano al bosque dejando todos los placeres del palacio y ocupándose de su protección.

En Shri Rama, encontramos al hijo obediente, al esposo y rey ideal. En Lakshmana, encontramos al hermano ideal que comparte alegrías y penas con su hermano mayor tanto en la ciudad como en el bosque. ¿Puede una mujer hindú tener un ejemplo más noble que el de la incomparable Sita? El solo oír los nombres de estos personajes produce un estremecimiento sagrado en el corazón de todo hindú y de todo aquél que lee el Ramayana.

El Ramayana ejerce un gran poder moldeando la vida del hombre. Contiene lecciones prácticas para esposos y esposas, padres e hijos, hermanos y hermanas, amigos y enemigos.

El Ramayana es muy hermoso, melodioso y conmovedor. Está redactado en una poesía sánscrita clásica y genuina. Los jóvenes hijos de Rama, Kusha y Lava, fueron los primeros recitadores que cantaron esta famosa obra. Incluso los niños pueden entender este poema fácilmente. Es apto para principiantes en el estudio del sánscrito. Contiene los ideales más elevados de la cultura y la civilización hindú. Es un libro de moral para los jóvenes que los inspirará en los ideales más nobles y sublimes de conducta y carácter.

El Ramayana es un libro que estudian todos en India, hombres, mujeres y niños. Las enseñanzas de este libro sagrado están incrustadas en la vida misma de todos los hombres, mujeres y niños indios. Las madres le narran estas historias a sus hijos, los maestros a sus alumnos, los ancianos a los jóvenes. Es un libro de texto informal en  las escuelas

La descripción de la naturaleza en el Ramayana es de lo más sublime y hermosa. Uno puede sentir en verdad que las montañas, los ríos, los árboles y los pájaros son realmente uno con las alegrías y las penas humanas. La descripción de las escenas de guerra es magnífica. La principal característica del Ramayana es la simplicidad.  Todo el poema está lleno de sentimiento y ternura. Poesía y moral están unidas de forma encantadora. Tiene gran altura moral.

El Ramayana tiene base histórica. Es un libro muy antiguo. No es un poema alegórico. Es un libro inspirador y maravilloso para toda época. Ha sido relevante durante centurias para el destino de muchos millones de personas y continuará siéndolo en las edades futuras.

El Ramayana ha sido traducido, en verso y prosa, al italiano, al francés, al inglés y al latín.

El sabio Valmiki enseñó el Ramayana a sus pequeños discípulos, Kusha y Lava, quienes fueron los primeros en cantarlo para el mundo. Ellos fueron vestidos de ascetas desde la ermita de su Maestro a la ciudad y cantaron el maravilloso poema en presencia de su padre y otros héroes de la historia.

Aquellos que estudian el Sundara Kanda diariamente con fe y devoción obtienen riqueza, felicidad, hijos y prosperidad.

Su origen

Una vez, Valmiki le preguntó a Narada, “¡Oh venerable Rishi! Por favor, dime si existe en este mundo algún hombre perfecto que sea al mismo tiempo virtuoso, obediente, veraz, noble, firme en su deber y amable hacia todos los seres”.

Narada respondió, “Sí, existe tal hombre. Es un príncipe de la dinastía de los Ikshvakus llamado Rama. Él es virtuoso, valiente, gentil y sabio. Es un gran héroe. Él ama mucho a sus súbditos. Es el protector del Dharma. Es firme y resuelto. Es justo y generoso. Es bien versado en los Vedas y en la ciencia de las armas. En posesión de virtudes, no tiene igual y su belleza es incomparable. Él ama a todos los seres y es un  hijo obediente, un buen hermano, un esposo amoroso, un amigo leal, un rey ideal y un enemigo compasivo. Toda la gente lo adora”.

Valmiki fue a caminar por la orilla del río Tamasa mientras reflexionaba sobre esta entusiasta descripción. Sucedió que, en ese momento, dos Kraunchas jugaban entre sí entregados al amor. Repentinamente, un cruel cazador le disparó una flecha al macho. Entonces, la hembra, al ver a su pareja yaciendo en el suelo sufriendo en agonía, lanzó gritos de lamento. El sabio sintió gran pena ante la escena del ave caída y su sufriente consorte. Entonces, lanzó una exclamación, “¡Oh cazador! Nunca tendrás descanso, ya que has matado a un Krauncha cuando se entregaba al amor”. Estas palabras salieron espontáneamente en la forma de un verso musical con cuatro pies de ocho sílabas cada uno (metro Anushtup).

Entonces, Brahma Mismo, el Creador del mundo apareció ante el poeta Valmiki y le dijo, “Canta la encantadora historia de Rama en este mismo metro melodioso. Mientras este mundo exista, mientras las estrellas brillen en el cielo, tu poema se difundirá entre los hombres”. Tras decir esto, Brahma inspiró al poeta con el conocimiento de toda la historia de Shri Rama y desapareció.

Entonces, Valmiki se sentó en meditación y vio en detalle, con su visión yóguica, cada evento de la historia de Shri Rama. Luego, comenzó a escribir el Ramayana. La melodía del Ramayana surgió de su corazón debido al amor y la compasión por el ave herida. Aplicado al Ramayana, el verso de Valmiki, cantado debido a la pena que sintió por el Krauncha, puede ser interpretado de la siguiente forma: Shri Rama y Sita representan a las dos aves, y Ravana representa al cruel cazador. Hay cierta similitud en ambos casos. El acto del cruel cazador fue un precursor de la inspiración de Valmiki para narrar el Ramayana.

Sus caracteres 

Shri Rama, el héroe del Ramayana de Valmiki, es una personificación de toda virtud social y familiar. Su sentido del deber filial no tiene igual en la historia del mundo. Él fue un rey ideal y su gobierno fue llamado “Ramarajya”, es decir, un gobierno perfecto o ideal. Él fue un esposo ideal y un padre ideal, y un modelo de todas las virtudes familiares.

Su cumplimiento del deber fue notable e ilustre. Incluso abandonó a su esposa, que para él era su vida, su corazón y su alma, y sacrificó su felicidad personal para asegurar el bien de sus súbditos. Estaba listo para sacrificar su propia vida para que su gente estuviera contenta y para cumplir con su deber.

Estaba dotado de una humildad innata, de una generosidad noble y de un gran corazón. Cuando Lakshmana le mencionó el complot de Kaikeyi y Manthara, Rama lo dejó pasar y estuvo listo para perdonar todo lo malo que otros le habían hecho. Su entereza ante las desgracias y adversidades fue única e inigualable. 

La palabra “Rama” significa “aquél que causa deleite en todos los seres”. “Ramabhadra” significa “el buen Rama”. Él es el Purusha Supremo por el ideal de verdad y deber que estableció.

Algunos dicen: “Shri Rama fue sólo un hombre corriente, no una Encarnación Divina. Él lloró amargamente cuando perdió a su esposa. Tuvo lamentos desgarradores cuando su hermano Lakshmana cayó al suelo en estado inconsciente herido por la flecha de Indrajit. ¿Por qué fue que Rama, el Ser Supremo, olvidó Su verdadera naturaleza divina? Estaba hundido en un océano de pena por el sufrimiento de Sita. Si Rama era consciente de su verdadero Ser, ¿por qué sufrió ante la pérdida de Sita?”

La respuesta a esta pregunta es que, en verdad, Rama era el Ser Supremo. Él nunca se movió ni hizo nada. No estuvo jamás sujeto a alegría o pena, nacimiento o muerte, dolor o placer. A lo largo de Su vida, Rama se comportó como un hombre corriente porque Ravana tenía el don de que ni Devas, ni Asuras, ni Rakshasas, ni Yakshas, ni serpientes, ni osos, etc. podían matarlo. Ravana, en su orgullo, menospreció la fuerza del hombre. Así fue que sólo un hombre podía matar a Ravana. Por lo tanto, Shri Rama tuvo que mostrar que era sólo un hombre ordinario. De acuerdo con el don otorgado por Brahma a Ravana, si Rama se hubiera comportado como Dios, no habría reunido los requisitos para destruir a Ravana.

Shri Rama es conocido como Maryada Purushottama. Él observaba los mandatos de los Shastras. Llevó la vida de un hombre de familia ideal para enseñar al mundo el Dharma de un Grihastha. Nunca se apartó en lo más mínimo de la verdad y el deber.

El período en que vivió Shri Rama fue el de fines de Treta Yuga. Dvapara Yuga comenzó cuando Él dejó este mundo.

Sita es la heroína del Ramayana. Ella es el ideal de mujer. No llevó una vida fácil ni cómoda. Se mantuvo serena y firme ante situaciones de sufrimiento y de prueba. No tuvo igual entre las mujeres. Pasó por situaciones críticas en las cuales se pusieron a prueba su pureza, su coraje, su paciencia y otras virtudes, y salió noblemente airosa. Fue el ideal hindú de las virtudes de una mujer. Fue la imagen más encantadora de la excelencia femenina. Las mujeres hindúes tienen gran fama por su amor desinteresado y su autosacrificio. Sita fue una personificación incomparable de esas virtudes. Nunca pensó en sus propias comodidades o su felicidad. Vivió para servir a Shri Rama y hacerlo feliz.

Lava y Kusha fueron los pequeños discípulos del Rishi Valmiki. Fueron criados bajo su directa tutela. Eran bien versados en los Vedas, la música y la ciencia de la arquería.

Lava fue un niño guerrero. Era modesto, noble, simple y cándido. Se asemejaba a su padre en todo, en sus virtudes y en su apariencia externa. Poseía la misma voz, la misma modestia y la misma dignidad natural que su padre. Era valiente y humilde. Tenía un alto sentido del deber. No toleraba el rasgo autoritario de su rival por más grande que éste pudiera ser. Respetaba a sus mayores y a sus maestros.

Kusha era el virtuoso hermano de Lava. El fuego de la guerra ardía en él. También poseía cualidades nobles como su hermano.

Ravana era un Rakshasa. A pesar de ello, era un Brahmana. Era Rakshasa por su Svabhava o naturaleza. A pesar de todas sus malas cualidades, era un gran Tapasvin y un gran cantante del Sama. Él propició al Señor Shiva cantando versos Sama con un instrumento musical cuyas cuerdas estaban hechas con sus propios nervios. Asuras y Rakshasas eran famosos por su Tapas. Nadie podía competir con ellos en la práctica de rigurosos sacrificios. Hiranyakashipu hizo tapas hasta que toda su carne y su grasa se redujeron.

Gracias a su Tapas, Ravana obtuvo un don del mismo Brahma. El sol no podía quemarlo, ni el viento podía llevarlo. El poderoso océano no se atrevía a moverse ante su presencia. Nadie podía matarlo a excepción de un hombre. En su orgullo, Ravana no incluyó a los hombres entre sus oponentes.

A pesar de ser cruel y de haber cometido actos atroces y despiadados, fue a la morada de Vishnu. Esto muestra claramente que había logrado méritos para ir al cielo de Vishnu y que era un gran devoto. Los niños santos – Sanaka, Sanananda y los otros – lo maldijeron para que sufriera las miserias de la vida mundana en la tierra durante tres vidas, siendo el enemigo de Vishnu en cada una de esas encarnaciones. Vishnu es tan bueno que le otorga inmortalidad incluso a Sus peores enemigos.

Adhyatma y Tulasidas

El Adhyatma Ramayana consiste en 64 capítulos y 4200 versos. También contiene siete Kandas como el Ramayana de Valmiki. Es una parte del Brahmanda Purana. Trata sobre Bhakti y Jñana. Es un diálogo entre el Señor Shiva y Parvati sobre la divinidad de Shri Rama.

Un devoto que asocie a su Señor con todos los atributos auspiciosos no escuchará ninguna imperfección acerca de su Deidad. Por lo tanto, el Adhyatma Ramayana habla sobre la divinidad de Shri Rama, mientras que el Ramayana de Valmiki describe a Rama como el mejor de los hombres y trata de mostrar cómo el hombre, a pesar de su debilidad, puede elevarse al estatus de divinidad adhiriéndose a los nobles ideales de verdad y deber como lo hizo Rama. No se sabe nada acerca del autor de este libro.

Tulasidas, al igual que el Adhyatma, hace que la verdadera Sita entre al fuego y que una Sita ilusoria actúe en las subsecuentes partes de la historia. En el Aranya Kanda, él dice así, “Cuando Lakshmana se fue al bosque a buscar raíces y frutas, Shri Rama le dijo a Sita, ‘escúchame, oh querida Sita, voy a representar un acto maravilloso. Tú entra en el fuego hasta que Yo aniquile a todos los Rakshasas’. Sita entró en el fuego y dejó sólo una imagen de sí misma (Maya Sita), con su misma apariencia y sus mismas características”. Pero Lakshmana no conocía este gran misterio.

Cuando Sita entró en el fuego después de ser abandonada por Rama, tanto Tulasidas como el Adhyatma dicen que fue sólo la Sita ilusoria la que lo hizo. Tulasidas dice, “Sólo la imagen y la desgracia social se quemaron en el fuego. Nadie conocía los actos del Señor. Todos los dioses, hombres y Rishis permanecieron mirando”.

La vasta mayoría de la gente no estudia el Ramayana con fe y reverencia, bajo la guía de grandes almas. Llegan a conclusiones precipitadas con sólo leer superficialmente partes aisladas. Leen la epopeya del mismo modo en que leen novelas, con una actitud de curiosidad y crítica, y poniendo reparos en todo. Es por esa razón que no son capaces de comprender las verdades, la profundidad y los secretos del Ramayana.

El significado alegórico del Ramayana es el siguiente: Ravana representa al Ahamkara o egoísmo. Sus diez cabezas representan a los diez órganos (cinco de percepción y cinco de acción). La ciudad de Lanka es la ciudad de las nueve puertas, el cuerpo físico. Vibhishana corresponde al intelecto. Sita es paz. Rama es Jñana. Matar al Ravana de diez cabezas significa matar al egoísmo y controlar a los sentidos. Obtener Jñana es tener el Darshan de Rama, el Ser Supremo.

Aquél que cruza el océano de Moha y destruye a los Rakshasas Raga y Dvesha (atracción y repulsión), es un Yogui que está unido a la paz, siempre reposando en el Atman y gozando de la beatitud eterna del alma. Él está en Atma-Rama.

Shri Rama representa al bien (Sattva); Ravana representa al mal. Shri Rama y Ravana lucharon entre sí. Finalmente, Rama salió victorioso. Lo positivo siempre supera a lo negativo. Lo bueno siempre supera a lo malo.

La ciencia de las Astras (armas, especialmente el arco)

Esta es una ciencia divina, el Dhanur Veda. El Señor Shiva, el Señor Krishna, el Señor Rama son los que dominan esta ciencia suprema. Parashurama aprendió esta ciencia del Señor Shiva. Dronacharya, Kripacharya, Arjuna, Bhishma y Vishvamitra eran expertos en ella. Bhishma la aprendió de Parashurama. Indra también es un adepto en esta ciencia.

La flecha se carga con el Mantra. Es el Mantra el que hace todo el trabajo. Noten qué poderoso es un Mantra. Cada Mantra está lleno de innumerables potencias divinas. La naturaleza del trabajo que hace una flecha depende del Sankalpa del que la lanza. Uno puede apuntar a la destrucción de un hombre o lugar en particular. También puede protegerse con una jaula de flechas.

La suma de todas la bombas de la actualidad tales como las bombas incendiarias, las de alto poder explosivo, etc. no son nada en comparación con el Brahmastra, el Pashupatastra o el Narayanastra. Estos Astras pueden quemar los tres mundos. Desafortunadamente, esta ciencia divina se ha perdido.

El Mohanastra vuelve al hombre inconsciente. El Gandharvastra lo engaña, produce ilusión.

Shri Rama lanzó un Astra sobre el ejército de Ravana que hizo que todos los Rakshasas parecieran ser Rama. Entonces, comenzaron a matarse entre sí.

Ravana lanzó sobre Rama las flechas Nagastra que se convirtieron en serpientes llenas de veneno. Las flechas tenían bocas de serpiente y vomitaban fuego alrededor. Entonces, Rama disparó el Garudastra. Sus flechas se convirtieron en Garudas que destruyeron a las flechas serpientes. Los Garudas (águilas) son enemigos de las serpientes. Garuda anula el efecto del Nagastra.

El Parvatastra protege contra el Vayuastra. Es como un escudo. Shri Rama lanzó a Maricha al océano con el Manavastra.

Si uno arroja su arco y flecha, y se inclina ante el Narayanastra, este Astra no produce efecto. Esto es llamado Astra Shanti. Retirar el arma se llama Upasamhara. Arjuna lanzó su Brahmastra sobre Ashvatthama y lo retiró junto con el Brahmastra disparado por Ashvatthama que no era capaz de retirarlo.

En la antigüedad, los héroes y guerreros de India usaban en la guerra Astras o armas de distintas clases tales como el Nagastra, Agneyastra, Varunastra, Pashupatastra, Vayuastra, Vajrastra, Gandharvastra, Mohanastra, Indrastra, Garudastra, Narayanastra, Ardha-chandrastra, Devastra, Parvatastra, Manavastra, Vijñanastra y Brahmastra. Indrajit le disparó el Nagastra a Lakshmana, lo que lo volvió inconsciente y lo ató. Shri Rama usó el Brahmastra para matar a Ravana. Esta es el arma de mayor potencia. Está cargada con el Gayatri Mantra recitado en orden inverso. Ashvatthama y Arjuna usaron el Brahmastra uno contra el otro. Incluso una pajita cargada con un Mantra se convierte un arma poderosa. Es el Mantra el que opera. ¡Vean cuánto poder hay en un Mantra! Varunastra es el arma del agua que neutraliza los efectos del Agneyastra, el arma del fuego.

Generalidades

Uno se sorprende cuando lee el Ramayana y ve que Shri Rama tenía un ejército de monos. La gente pregunta, “¿Por qué Rama tenía que tener un ejército de monos? ¿Pueden los monos hablar y hacer cosas inteligentes que sólo pueden hacer los seres humanos?”

Los monos eran encarnaciones de los Devas. Sugriva era un Amsha de Surya, Hanuman era el hijo de Vayu, Vali era un Amsha de Agni y Nala un Amsha de Vishvakarma.

Una vez, Ravana ridiculizó a Nandi diciéndole, “Tu rostro se asemeja al de un mono”. Nandi, entonces, maldijo a Ravana diciendo, “Tu ciudad de Lanka será quemada y destruida por monos”. Por esa razón, los Devas tuvieron que tomar forma de monos.

Ramalila se celebra cada año en casi todas las principales ciudades del norte de India durante el mes de Ashvin. Esto recuerda a los hindúes la historia de Rama y atrae a miles de personas. Si los actores son buenos, la representación de la obra produce una influencia maravillosa en la mente de los espectadores.

Generalmente, los profesionales hacen esta interpretación de forma interesada. Jóvenes sin carácter hacen el papel de Rama y Sita. En consecuencia, no producen influencia en la audiencia. La gente acude para escuchar un poco de música y pasar el tiempo con algún entretenimiento. Los buenos Sannyasins y Sadhus deberían tomar parte en la interpretación del Ramalila. Sería una bendición para la gente.

En Kali Yuga, la mayor parte de las personas analfabetas tiene inclinación hacia la devoción y hace alguna clase de Tapas, Japa, plegaria y meditación. Las mujeres hindúes son devotas por naturaleza. La religión hindú se mantiene por la naturaleza devota de sus mujeres. La devoción a Dios es su característica peculiar. Son sólo aquellos que han absorbido la educación occidental y tienen conocimiento científico los que se han convertido en ateos empedernidos. No tienen fe en la recitación de Mantras. Su suerte es lamentable. El juez Woodroffe ha escrito un libro muy valioso titulado “Guirnalda de letras”. En él ha tratado el tema muy racionalmente. El único remedio para que los ateos desarrollen devoción es Satsanga. Esto modificará su naturaleza mundana, cambiará sus Samskaras materialistas e infundirá Bhakti genuino. Como reza la famosa copla de Tulasidas:

Bin Satsang Viveka Na hoi

Rama Kripa Bin Sulab Na hoi.

“Sin Satsanga y discernimiento, no puede obtenerse la gracia de Rama”.

El Japa del Rama Mantra es de tres clases, mental, susurrado y audible. La repetición susurrada da una recompensa mil veces superior a la verbal. El Japa mental da una recompensa diez millones de veces superior a la repetición verbal.

¡Que las bendiciones del Arquero de Ayodhya estén siempre con ustedes!

El hombre más ocupado, el que no tiene tiempo de leer los voluminosos textos originales, puede leer fácilmente esta “Esencia del Ramayana”. En este libro, he condensado bien los extensos detalles.

¡Gloria al Valmiki inmortal, el autor del Ramayana! ¡Gloria al Ramayana, el libro más sagrado del mundo! ¡Gloria a Shri Rama, el héroe, y a Shri Sita, la heroína de esta famosa epopeya! ¡Que Sus bendiciones estén con todos ustedes!

Ananda Kutir, 25 de julio, 1943

              Shivananda


Sección Dos

SINOPSIS

  1. BALA KANDA

¡Hari Om!

Rama ayuda a Vishvamitra a preservar su sacrificio. Mata a Taraka y a Subahu. Libera a Ahalya de la maldición. Rompe el arco de Shiva y se casa con Janaki. Rama destruye el orgullo de Parashurama.

  1. AYODHYA KANDA

Se hacen los preparativos para la coronación de Rama como heredero al trono. Su madrastra Kaikeyi se interpone y lo envía al exilio. El Raja Dasharatha sufre tanto debido a su separación de Rama que muere de pena. Rama, Lakshmana y Sita son recibidos por Guha, el jefe de los cazadores. Ellos cruzan la Ganga y se encuentran con el Rishi Bharadvaja. Luego, siguiendo el consejo del sabio, se dirigen al Chitrakuta. Allí construyen una cabaña de ramas y hojas. Bharata llega y le pide a Rama que vuelva y se haga cargo del reino. Pero Rama se rehúsa. Entonces, Bharata vuelve con las sandalias de Rama. Las pone en el trono, reina en Su nombre y se va a vivir al Nandigram.

  1. ARANYA KANDA

Viradha, un gigante, los ataca en el bosque Dandaka. Rama lo mata. Luego, ellos visitan a los Rishis Sharabhanga, Sutikshna y Atri. Anasuya, la esposa de Atri, da a Sita inspiradas enseñanzas sobre los deberes de una esposa. Luego visitan al sabio Agastya. quien entrega a Rama armas celestiales. En el bosque Pañchavati, se encuentran con la giganta Shurpanakha. Lakshmana la desfigura cortándole la nariz y las orejas. Khara y Trishiras, los hermanos de Shurpanakha, se enfurecen y luchan contra Rama y Lakshmana, pero mueren en la batalla.

Maricha, el tío de Ravana, asume la forma de un ciervo dorado y aparece ante ellos. Sita le pide a Rama que le traiga ese ciervo. Rama lo persigue y lo mata. En ausencia de Rama y Lakshmana, Ravana rapta a Sita. Jatayu, el rey de los buitres, desafía a Ravana, pero es herido mortalmente. Shri Rama se entera de todo lo sucedido a Sita por el moribundo Jatayu. Se aflige mucho. Luego Rama y Lakshmana matan a Kabandha cerca del lago Pampa. Se encuentran con la piadosa Shabari. Ella les ofrece raíces y frutas.

  1. KISHKINDHA KANDA

Shri Rama se encuentra con Hanuman a orillas del Pampa. Se dirigen al monte Rishyamuka y Shri Rama se alía con Sugriva. Con la ayuda de Shri Rama, Sugriva mata a Vali y es coronado rey de Kishkindha. Rama consuela a Tara.

Luego, Hanuman sale en busca de Sita con un grupo de monos. Lleva consigo el anillo de Shri Rama como prueba. A pesar de buscar intensamente, no puede encontrar a Sita. Jambavan encuentra a Sampati, el hermano de Jatayu, en una cueva. Hanuman asciende a la cima de una montaña y desde allí cruza el océano de un salto.

  1. SUNDARA KANDA

Mainaka, una montaña en una isla, invita a Hanuman a descansar en su cima a pedido del océano. En su viaje aéreo, Simhika, una monstruosa giganta del océano, lo arrastra capturando su sombra. Hanuman la mata.

Hanuman divisa Lanka desde lejos y entra en la ciudad. Encuentra a Sita en el bosque de Ashokas. Le da el anillo como prueba y el mensaje de Shri Rama. Los Rakshasas apresan a Hanuman. Él se libera y prende fuego a Lanka. Vuelve adonde está Rama y le da la joya de Sita. Shri Rama se deleita mucho cuando recibe la prueba y el mensaje de Sita.

  1. YUDDHA KANDA

Nala construye un puente a través del mar por consejo del océano. Los héroes acompañados de un gran ejército de monos cruzan el océano y llegan a Lanka. Vibhishana se une a ellos y les dice cómo destruir a Ravana y a su ejército. Kumbhakarna, Indrajit y Ravana son muertos en la batalla. Sita es rescatada. Vibhishana es coronado rey.

Shri Rama retorna a Ayodhya con su comitiva en un carro volador llamado Pushpaka. Rama es coronado como Emperador. La gente de su reino se siente inmensamente feliz.

El honor de Sita es probado en el fuego. Ella sale más gloriosa y resplandeciente que nunca.

  1. UTTARA KANDA

El reino de Shri Rama es llamado Rama Rajya. Hay rectitud, plenitud y prosperidad en todas partes. No hay delincuentes ni ladrones. No hay enfermedad ni pena. No hay engaños en el mercado ni en los negocios. No hay adulterio. Los peregrinos visitan los lugares sagrados y templos sin ningún peligro. La propiedad y la vida están totalmente aseguradas. Puede exhibirse una bolsa de oro en la vía pública sin ningún peligro.

Las cuatro castas observan sus Dharmas debidamente. Shri Rama vuelve a Su morada suprema tras un largo y próspero reinado.


Sección Tres

EL RAMAYANA

BALA KANDA

¡Hari Om!

Ravana oprimía mucho a la gente. La tierra asumió la forma de una vaca y fue a ver a Brahma con lágrimas en sus ojos, acompañada de los dioses y los Munis. Entonces, Brahma fue con la vaca, los dioses y los Munis a ver a Hari y Le dijo, “Oh Señor, Ravana, el nieto de Pulastya, se ha vuelto orgulloso por el don que le he otorgado. Se ha convertido en un gran tirano. Causa problemas a los tres mundos y a sus protectores. Sólo un hombre puede matarlo. Por favor, encarna como hombre y mata al enemigo de los dioses”.

El Señor Hari dijo, “Cuando Kashyapa hizo Tapas, estuve muy complacido con él y le otorgué un don según el cual Yo debía nacer como su hijo. Él ha nacido como Dasharatha. En el día auspicioso, naceré como su hijo mediante su esposa Kaushalya. Me dividiré en cuatro porciones y encarnaré en cuatro formas separadas. Mi Yoga Maya nacerá como Sita en la casa de Janaka”.

Habiendo dicho esto, el Señor Hari desapareció. Brahma dijo a los dioses, “El Señor Hari encarnará como hombre en la familia de los Raghus. Todos ustedes deberían encarnar como monos y servirlo”.

Brahma consoló a la tierra y a los dioses, y se fue a Su morada. Entonces, los dioses asumieron en la tierra forma de monos. Esperaban el advenimiento del Señor Vishnu.

Nacimiento de Rama

Reverencias al Señor Rama, que es un Avatara de Vishnu, que es inconmensurable, cuya naturaleza es beatitud e inteligencia pura, que es el esposo de Sita, el Señor de Hanuman y el Señor de los tres mundos, que nació por propia voluntad para establecer la rectitud, destruir a los malvados y proteger a sus devotos.

Los dioses, los Gandharvas, los Siddhas y los santos Rishis se acercaron a Brahma y le dijeron, “Oh venerable Señor, el demonio Ravana está acosándonos de distintas formas mediante el poder que obtuvo del don que le diste. No podemos controlarlo. Por favor, protégenos”.

En ese momento, llegó Hari y dijo a los dioses, “Oh dioses, no teman. Yo encarnaré en la tierra para protegerlos y destruir al malvado Ravana”.

El Señor Vishnu se dividió en cuatro porciones y eligió al rey Dasharatha como Su padre.

El rey Dasharatha, dotado de buena fortuna, devoto de la verdad, muy valiente y famoso, no tenía hijos. Debido a ello, se sentía muy angustiado. Entonces, se acercó al Maestro de la familia, Vasishtha, y le dijo, “Oh venerable Maestro, no tengo descendientes que perpetúen mi linaje. Estoy muy apenado por no tener hijos”.

Vasishtha dijo, “Oh virtuoso rey, tendrás cuatro hijos poderosos. Trae a Rishyashringa, el esposo de Shanta. Realiza inmediatamente el sacrificio llamado Putrakameshti”.

Dasharatha trajo al Rishi a Ayodhya y llevó a cabo el sacrificio. El dios Agni surgió del fuego del sacrificio. Llevaba consigo una vasija de oro llena del divino Payasa. Dijo, “Oh tú, el mejor de los reyes, toma este Payasa hecho por los dioses en el cielo. Dáselo a tus virtuosas esposas. Ellas te darán hijos poderosos”.

Dasharatha, con el permiso de Vasishtha y Rishyashringa, distribuyó el Payasa igualmente entre sus reinas Kaushalya y Kaikeyi. Sumitra también estaba presente. Ella también quería tomar una porción del Payasa. Kaushalya alegremente le dio la mitad de su parte. Kaikeyi también le dio la mitad de la suya con gran regocijo. Todas las reinas quedaron embarazadas.

Al décimo mes, Kaushalya dio a luz a un hijo de forma sobrehumana. En el noveno día lunar de la mitad clara del mes de Chaitra, bajo las estrellas Punarvasu y Lagna Karkataka (auspicioso signo zodiacal de Cáncer), con las cinco constelaciones en el ascendente, apareció sobre la tierra el magnánimo y próspero Shri Rama, el de poderosos brazos, el Señor eterno, el Maestro del mundo, la alegría de Dasharatha. Nació con todas las marcas auspiciosas en Su hermoso cuerpo. Llevaba un atuendo amarillo. Tenía cuatro brazos y aros colgantes que se sacudían en Sus orejas. Llevaba una corona. Su forma resplandecía como mil soles. Llevaba una caracola, un disco, una masa y un loto. Lucía una guirnalda de flores silvestres. Llevaba la marca Shrivatsa y pulseras en Sus brazos y tobillos.

Bharata nació como hijo de Kaikeyi. Sumitrá dio a luz a dos hijos, los mellizos Lakshmana y Shatrughna. Cuando nacieron, los Gandharvas cantaron y las Apsaras danzaron en regocijo. Cayó una lluvia de flores del cielo.

El rey Dasharatha distribuyó entre los Brahmanas mil aldeas, oro, ropa, joyas y vacas. Él llevó a cabo la ceremonia de Jatakarma (sacramento del nacimiento).

Vasishtha les dio los nombres. El hijo de Kaushalya recibió el nombre de Rama porque daba alegría y felicidad a todos, porque los Munis encontraban en Él deleite y conocimiento para cruzar este océano de ignorancia.

Bharata fue llamado así porque protegía a todos. Lakshmana recibió ese nombre porque estaba dotado de todos los signos auspiciosos. Shatrughna fue llamado así porque era el destructor de los enemigos.

Desde su temprana infancia, Lakshmana estuvo muy apegado a Shri Rama. Hacía todo lo que Rama quería. Nunca comía nada a menos que Rama comiera una parte de ello antes. Cuando Rama salía de cacería, Lakshmana siempre lo acompañaba con arco en mano. No podía dormir siquiera sin la compañía de Rama. Eran inseparables.

Shatrughna era muy devoto de Bharata. Comían juntos y se vestían igual. Lakshmana estaba apegado a Rama, y Shatrughna a Bharata, de acuerdo con las porciones de Payasa que Kaushalya y Kaikeyi le habían dado a su madre, Sumitra.

Todos los hijos eran heroicos y virtuosos. Ellos eran versados en los Vedas. Shri Rama era un experto en arquería. Los príncipes estaban también bien entrenados en equitación, en la lucha con espada y escudo, y en el arte de la guerra y la administración de un reino.

Shri Rama superaba a sus hermanos en valor y veracidad. Estos príncipes eran sumamente apuestos, fuertes, virtuosos, santos y siempre satisfechos desde niños. Eran pacientes, bravos, veraces y firmes. Los príncipes muy pronto cautivaron el corazón de la gente.

Rama mata a Tataka, Maricha y Subahu

Una vez, el Rishi Vishvamitra fue a Ayodhya para ver a Rama. El sabio dijo a Dasharatha, “Quiero realizar un sacrificio, pero cada vez que lo comienzo, los Rakshasas Maricha y Subahu lo obstruyen. Dame a Rama, el mayor de tus hijos, para que los mate”.

El rey Dasharatha se inquietó. Entonces, consultó a Vasishtha. “Si Rama se va, yo no sobreviviré. ¿Qué debo hacer? Si me niego a darle mi hijo a Vishvamitra, él me maldecirá”.

Shri Vasishtha dijo, “¡Escucha, oh rey! Rama no es un ser humano. Él es el Ser Supremo y Eterno. Brahma le pidió a Vishnu que aliviara a la tierra de su carga. Vishnu, entonces, nació en tu casa por medio de Kaushalya. Anteriormente, tú fuiste Kashyapa Prajapati, el hijo de Brahma, y Kaushalya fue Aditi, la madre de los dioses. Ustedes dos practicaron severas penitencias y meditaron en el Señor Hari. Vishnu estuvo muy complacido y te pidió que eligieras un don. Tú dijiste, ‘Sé mi hijo’. El Señor Hari respondió, ’Que así sea‘. En verdad, Vishnu ha nacido como Rama. Lakshmana es Shesha. Bharata y Shatrughna son la caracola y el disco. La Madre del mundo, Yoga Maya, ha nacido como Sita, la hija de Janaka. Vishvamitra ha venido para unirla con Rama. Este es el misterio de los dioses. Por lo tanto, deberías permitir con gran regocijo que Rama y Lakshmana vayan con Vishvamitra”.

Entonces, el rey Dasharatha pidió a sus dos hijos que fueran con Vishvamitra. Ellos partieron armados con arcos, flechas, escudos y espadas. Rama tenía menos de dieciséis años cuando fue a matar a los Rakshasas. En el camino, el Rishi Vishvamitra les enseñó las dos ciencias celestiales conocidas como Bala y Atibala. El hambre y el cansancio no molestan al que las conoce.

El texto del Mantra es el siguiente: “No te sentirás cansado ni engañado, ni serás deformado, ni serás atacado por los Rakshasas cuando estés durmiendo o bajo la influencia de alguna intoxicación. No hay nadie semejante a ti en los tres mundos en destreza, conocimiento, buen augurio y poder intelectual. No habrá ninguno igual a ti en dar respuestas agudas a todas las preguntas”.

Luego, ellos cruzaron la Ganga y llegaron al bosque en el que vivía Tataka. Vishvamitra dijo a Rama, “Aquí vive Tataka, una Rakshasi que puede asumir distintas formas a voluntad. Es la esposa de Sunda, el hijo de Jambha. Ella posee la fuerza de mil elefantes. Devastó las ciudades florecientes de Malada y Karush. El hijo de Tataka se llama Maricha. Éste nació como Rakshasa debido a una maldición. Ella es el terror de los hombres. Tiene una boca inmensa y brazos fuertes. Hubo un poderoso Yaksha llamado Suketu que era puro y practicó severas penitencias. Brahma estuvo muy complacido con su Tapas y le confirió el don de tener una hija dotada con la fuerza de mil elefantes. Ella es Tataka”.

“Una vez, Agastya Rishi destruyó a Sunda. Tataka corrió junto con su hijo para devorar a Agastya. El Rishi maldijo a Maricha diciendo, “Que te conviertas en un Rakshasa”. También maldijo a Tataka diciendo, ‘debido a que has venido a devorarme, que te conviertas pronto en una Rakshasi de forma espantosa’”.

“Oh valiente Rama, destruye a esta terrible Rakshasi por el bien de los Brahmanas y las vacas. En favor de las cuatro castas, no deberías titubear en matarla por el solo hecho de que sea una mujer. Un acto puede ser cruel o malvado, sin embargo, aún así, un gobernante debe llevarlo a cabo para proteger a sus súbditos. Esta es la ley eterna de conducta para aquellos que se encargan de gobernar un reino. En tiempos remotos, Indra también mató a Manthara, la hija de Virochana, cuando ésta intentó destruir el mundo. En la antigüedad, el Señor Hari mató a la madre de Kavya, la devota esposa del Rishi Bhrigu, cuando ella deseó la destrucción de Indra a pedido de los Asuras. Por lo tanto, oh Rama, mata a esta mujer malvada y abandona tu prejuicio en contra de matar a una mujer. Tataka es muy malvada e impía. Mátala antes del anochecer, porque los Rakshasas se vuelven terribles cuando cae la noche. Nadie más que tú en los tres mundos puede animarse a matar a esta malvada y poderosa Rakshasi.

Rama respondió, “Oh poderoso Rishi, cuando me iba, mi padre me pidió que obedeciera implícitamente todas tus órdenes. Por lo tanto, mataré a Tataka en beneficio de toda la gente”.

Shri Rama tomó su arco formidable e hizo vibrar su cuerda. Tataka se abalanzó hacia Rama con los brazos levantados produciendo un tremendo rugido. Levantó del piso una nube de polvo y comenzó a arrojarle piedras a Shri Rama. Lakshmana le cortó la nariz y las orejas. Ella asumió distintas formas y siguió arrojando piedras. Se volvió casi invisible. Entonces, Rama perforó su pecho con flechas y ella cayó muerta.

Sucedió entonces que Tataka se convirtió en una hermosa mujer Yaksha adornada con joyas. Por la gracia de Rama, ella se liberó de la maldición de Agastya. Se inclinó ante Rama, lo honró dando vueltas a su alrededor y, con su permiso, partió al cielo.

Vishvamitra abrazó a Rama y le enseñó toda la ciencia de los Astras junto con sus Mantras.

Vishvamitra comenzó su sacrificio de seis días. Los ermitaños le pidieron a Rama y a Lakshmana que protegieran el bosque. Los dos príncipes armados con sus arcos cuidaron el bosque día y noche. Maricha y Subahu comenzaron a arrojar una lluvia de de sangre y huesos sobre el altar del sacrificio. Shri Rama disparó al pecho de Maricha el poderoso Manavastra que lo lanzó al océano. Luego, tomó el Agneyastra y lo disparó contra el pecho de Subahu. Éste cayó muerto.

Liberación de Ahalya

Luego, Rama dijo, “Oh venerable Guru, esta ermita parece abandonada. Deseo saber a qué se debe”. Vishvamitra dijo, “Esta ermita perteneció una vez al Muni Gautama. Él solía practicar austeridades aquí con su esposa Ahalya, la hija de Brahma, que era notable en todo el mundo por su belleza y devoción al servicio de su esposo”.

“Un día, cuando Gautama Muni estaba fuera del Ashram, Indra se acercó a Ahalya con la forma de Gautama Muni. Tras estar con ella, se estaba yendo del Ashram. En ese momento, Gautama Muni regresaba. Al ver a Indra con su propia forma, el sabio se enfureció y le preguntó, ‘¿quién eres tú, malvado despreciable, que has asumido mi forma?’ Indra respondió, ‘yo soy el rey de los dioses. Sálvame, soy esclavo de la lujuria. He cometido un acto infame. Tengo un intelecto vil’. Entonces, Gautama pronunció una maldición contra Indra, ‘te volverás asexuado’. Luego, dijo a Ahalya, ‘tú vivirás en esta ermita fija a un bloque de piedra invisible para todos. Vivirás sólo de aire. Soportarás el sol, el viento, la lluvia y demás. Ocúpate día y noche de austeridades. Medita en Shri Rama con la mente concentrada. Cuando Él visite el Ashram y pise la piedra a la que estés fija, te purificarás de tu pecado. Adorando a Rama con fe, dando vueltas a su alrededor e inclinándote ante él, te liberarás de esta maldición, recuperarás tu forma original y volverás a servirme feliz como antes’.

“Diciendo así, Gautama Muni se fue al Himalaya. Desde entonces, Ahalya está sentada en este Ashram invisible para todas las criaturas, viviendo de aire y esperando el toque del polvo de tus pies de loto. Oh Rama, purifica a Ahalya, la hija de Brahma”. Entonces, Rama tocó la piedra con su pie. Ahalya recordó las palabras de su esposo y adoró a Shri Rama debidamente con el Arghya y otras ofrendas. Se postró a los pies de Rama y lo alabó. Ella dio vueltas alrededor de Rama y luego, con su permiso, se fue con su marido.

El casamiento de Rama

Luego, Vishvamitra dijo a Rama y a Lakshmana, “Ahora iremos a Mithila, la ciudad gobernada por Janaka”. Ellos cruzaron la Ganga. El botero los detuvo y dijo, “Oh Señor, lavaré tus pies de loto antes de que pises el bote. Tus pies tienen el poder de transformar una piedra en mujer. Te cruzaré hasta la otra orilla sólo después de lavar tus pies. Si te permito entrar al bote sin lavar tus pies, este bote puede transformarse en una mujer y yo quedaré privado del medio para mantener a mi familia”. Habiendo dicho esto,  lavó los pies de Shri Rama. Luego, lo cruzó al otro lado de la Ganga.

Todos fueron a Mithila. Janaka les rindió el debido respeto. Vishvamitra le presentó a Shri Rama y a Lakshmana y le dijo todo acerca de Rama, sus aventuras y sus actos heroicos. El sabio dijo a Janaka que Shri Rama había venido a ver el gran arco del Señor Shiva que él había recibido de los dioses como recompensa por su sacrificio. “He oído que muchos reyes han visto el arco que tú adoras. Muéstrale ese arco a Shri Rama”, dijo Vishvamitra.

Quinientos hombres acarrearon el arco. Estaba adornado con cien campanillas, diamantes y gemas. El primer ministro se lo mostró a Shri Rama. Shri Rama lo levantó con la mano izquierda y lo balanceó como jugando. Luego le puso la cuerda, la estiró un poco con su mano derecha y el arco se quebró en presencia de los reyes. Los dioses arrojaron flores sobre Rama. El Raja Janaka abrazó a Shri Rama. Entonces, vino Sita con un collar de oro y lo puso en el cuello de Shri Rama con gran regocijo.

El Raja Janaka le pidió a Vishvamitra que enviara inmediatamente una carta al Raja Dasharatha para que viniera a Mithila con sus hijos, esposas y ministros a fin de celebrar la boda de los príncipes. Rápidamente, Vishvamitra despachó mensajeros a Ayodhya. El Raja Dasharatha ordenó a sus ministros que se prepararan para ir a Mithila.

Dasharatha llegó a Mithila con su Guru Vasishtha y su comitiva.

Luego, en un día auspicioso, bajo una constelación auspiciosa y en una hora auspiciosa, se celebró el casamiento de Rama y Sita. Janaka dijo, “Te doy a Sita, oh Rama, alégrate”. Diciendo así, puso la mano de Sita sobre la mano de Rama. Luego, dio su hija Sumitra a Lakshmana. También dio a Srutakirti y Mandavi, las hijas de su hermano, a Shatrughna y a Bharata, respectivamente.

Janaka, entonces, relató a Vasishtha y a Vishvamitra cómo había nacido su hija y lo que le había contado el Rishi Narada. Janaka dijo, “Sita apareció en el surco cuando se había purificado el suelo del sacrificio mediante el arado. Yo la tomé como mi propia hija y se la di a mi esposa. Una vez, cuando yo estaba sentado solo, Narada vino a verme. Él me dijo, ‘el Señor Hari ha encarnado como Rama para otorgar Su gracia a Sus devotos y para hacer el trabajo de los dioses de destruir a Ravana. Yoga Maya es Sita, nacida en tu casa. Debes dársela a Rama solamente, no a otro. Está dispuesto que ella sea la esposa de Shri Rama’. Habiendo dicho esto, se fue. He considerado a Sita como Lakshmi y me he preguntado, ‘¿cómo voy a darle Sita a Rama?’ Entonces, pensé en un recurso, ‘el arco que Shiva tiró después de quemar Tripura fue conservado en la casa de mi abuelo. Que ese arco sea la prueba para obtener la mano de Sita de modo de destruir el orgullo de todos’”.

“Mediante tu gracia, oh el mejor de los Rishis, Shri Rama vino a ver el arco. El objetivo de mi vida se cumplió cuando vi a Rama sentado junto a Sita”.

Janaka alabó a Shri Rama y dio suntuosos presentes a los hijos de Dasharatha.

El rey Dasharatha, con gran regocijo, emprendió el regreso a Ayodhya con su Guru, sus ministros, sus hijos y Sita.

Lucha con Parashurama

En el camino, Shri Rama se encontró con Parashurama. Parashurama le dijo, “Oh Rama, si eres un Kshatriya, bátete a duelo conmigo. Te enorgulleces vanamente de tu fuerza por haber roto un arco viejo y gastado. Yo soy el destructor de los Kshatriyas. Si le pones la cuerda a este arco de Vishnu, tendré un duelo contigo. De lo contrario, los mataré a todos”.

Shri Rama le arrebató de las manos a Parashurama el arco y las flechas de Vishnu, e inmediatamente le colocó la cuerda. Sacó una flecha de la carcaj y la montó en el arco. Mientras estiraba el arco, dijo a Parashurama, “Oh Brahmana, muéstrame un blanco adonde pueda disparar. Mi flecha es infalible. No te mataré, pero te sacaré el poder de moverte o te desterraré de esas regiones elevadas que has alcanzado con tu sacrificio”.

Shri Parashurama dijo, “Oh Rama, sé que eres El Señor Supremo. En mi infancia, adoré al Señor Vishnu y practiqué rigurosas penitencias. El Señor Hari me dijo, ‘dotado de energía divina, mata a Kartaviryas, el asesino de tu padre, y a las huestes de Kshatriyas veintiún veces. Después de darle toda la tierra a Kashyapa, descansa en paz. En Treta Yuga, yo encarnaré como Rama y te sacaré el poder que te he dado’. Habiendo dicho esto, el Señor Hari desapareció”.

“¡Reverencias a Ti, oh Rama! Tú eres El Señor Vishnu. La energía que estaba en mí ahora está en Ti. Se ha cumplido el objetivo de mi vida. Oh Señor, apunta Tu flecha a toda buena acción que yo haya hecho con el objetivo de conquistar el mundo. Yo puedo eliminar las distintas regiones superiores que he obtenido mediante mis penitencias. Concédeme una devoción firme y exclusiva por Ti”.

El Señor Rama dijo a Parashurama, “Estoy muy complacido contigo. Te daré todo lo que deseas”.

Parashurama dijo, “Que tenga siempre devoción firme en Ti. Que tenga siempre la compañía de Tus devotos”.

“Oh Señor, dispara Tu flecha. Una vez que hayas destruido así mis Karmas buenos y malos, yo iré al monte Mahendra. No hay nada de qué avergonzarse al ser derrotado por Ti, ya que Tú eres el Señor de los tres mundos”.

Entonces, Rama disparó la flecha y Parashurama perdió todos sus méritos. Tras ver cómo Shri Rama destruía la regiones que él había obtenido mediante su penitencia, el hijo de Jamadagni se dirigió rápidamente al monte Mahendra.

Cuando se hubo ido, el rey Dasharatha regresó a su reino con sus hijos y ministros. Los hijos de Dasharatha vivieron felices.

El Señor de todos los mundos, Cuya encarnación trae felicidad a Sus devotos, Que está siempre en compañía de Shri, Que nunca decae, Cuyo poder es ilimitado, Que es luminoso, eterno y omnipresente, y a Quien Maya no puede dominar, Que hace todo a través de Maya, que es el Gobernante de todos, Cuyos atributos y gloria son conocidos sólo por los que sostienen el mundo como Brahma y los demás, parece actuar como un ser humano, Él es Shri Rama, el que vive en Ayodhya en compañía de Sita.

AYODHYA KANDA

El rey Dasharatha dijo a Vasishtha, “He envejecido. Los ministros, los ciudadanos, los Rishis y los conocedores de los Vedas elogian constantemente a Rama. Por lo tanto, instalaré a Rama como príncipe heredero. Bharata y Shatrughna se han ido a ver a su tío materno”.

El rey llamó a su ministro Sumantra y le dijo, “Reúne todo lo necesario para la ceremonia. Haz todo lo que Shri Vasishtha te diga. Mañana, instalaré a Rama como Yuvaraja”.

El ministró actuó de acuerdo a las directivas del Maestro.

Luego, el rey Dasharatha le pidió a Sumantra que trajera a Shri Rama ante su presencia. Shri Rama se presentó ante su padre. Entonces, Dasharatha le dijo, “Eres altamente competente y al que más amo. Mañana ascenderás al trono”.

Se barrieron y perfumaron todas las calles. Se adornaron las casas con banderas, guirnaldas y festones. Toda la ciudad esperaba ansiosamente que amaneciera para ver la ceremonia de coronación.

Vasishtha informó al rey que ya se habían hecho todos los preparativos.

Rama ayunó junto con Janaki, controló sus sentidos y durmió en un lecho de hierba Kusha.

La reina Kaikeyi había criado a una joven huérfana a la que había traído de la casa de su tío materno. Su nombre era Manthara. Ella era la criada de Kaikeyi.

Temprano en la mañana, Manthara subió a la terraza del palacio para ver a qué se debía el inusual júbilo en la ciudad. Vio todas las calles rociadas con agua, los templos y las casas adornados con banderas y festones. Estaba ansiosa por saber cuál era la causa de tanto deleite en la gente. Entonces, le preguntó a una criada, “Dime, ¿a qué se debe que la gente esté tan contenta? ¿Qué es lo que va a hacer el rey hoy?”

La criada le informó a la jorobada Manthara, “Hoy, el rey instalará a Rama como Yuvaraja”.

Entonces, la malvada Manthara se acercó a Kaikeyi que estaba durmiendo y le dijo, “Levántate, porque el rey Dasharatha va a coronar a Rama como Yuvaraja. El malvado rey, habiendo enviado a Bharata con tus parientes, va a instalar a Rama en el trono hoy por la mañana. Quedarás privada de todos tus derechos y privilegios. No tendrás libertad. Tendrás que obedecer las órdenes de Kaushalya. Reclama tus derechos”.

Kaikeyi respondió, “¿Pero qué puedo hacer ahora?

Manthara dijo, “Pide a tu esposo que te otorgue los dos dones que te prometió cuando le salvaste la vida en la guerra entre los dioses y los Asuras, oportunidad en que había recibido heridas en todo el cuerpo. Adopta esta treta. Tírate en el suelo desnudo. Vístete con ropa sucia. Aparenta estar enojada y sin aliento. Con tal de complacerte, el rey te dará incluso su vida. Él está muy apegado a ti. Entraría en el fuego por ti. Dile que exilie a Rama por catorce años y que instale a Bharata en el trono. Pide esos dos dones. No aceptes ninguna otra cosa”.

Kaikeyi siguió el consejo. Dasharatha dijo, “Oh Kaikeyi, ¿qué ha hecho Rama para ofenderte? Día y noche hablabas de las buenas cualidades de Shri Rama. Has dicho, ‘él siempre me sirve considerándome igual que a Kaushalya’. Permite que Rama viva en el palacio. Toma el reino para tu hijo. Puedo abandonar a Kaushalya o a Sumitra, o incluso el reino o mi propia vida, pero no puedo abandonar a Rama que es tan devoto de mí”.

La cruel Kaikeyi respondió, “Honra tu promesa. Sé veraz. La verdad es el mayor Dharma. No estaré satisfecha con otra cosa que no sea el destierro de Rama”.

Dasharatha dijo a Sumantra, “Deseo ver a Rama. Tráelo aquí rápidamente”. Rama vino inmediatamente y se inclinó ante los pies de su padre. Entonces, Rama le preguntó a Kaikeyi a qué se debía ese estado de angustia del rey.

Kaikeyi le dijo, “Sólo tú puedes aliviar al rey de su pesar. Hay algo que debes hacer para su bien. Una vez, el rey me concedió dos dones. Ahora, se siente avergonzado de hablarte. Está atado por el lazo de la verdad. Debes salvarlo”.

Rama respondió, “¿Por qué me dices eso? Daría incluso mi vida, me arrojaría al fuego o bebería veneno por el bien de mi padre. Aquél que sirve a su padre sin que éste se lo pida es el mejor de los hijos. Haré todo lo que mi padre me diga. Ciertamente, lo haré. Rama nunca se contradice”.

Entonces, Kaikeyi dijo, “Una vez, el rey me otorgó dos dones. Cumple tú con la promesa del rey. Salva a tu padre. Bharata gobernará el reino. Tú debes irte exiliado al bosque por un período de catorce años”.

Shri Rama dijo, “Que Bharata gobierne el reino. Yo me iré al bosque Dandaka con el cabello suelto y piel de ciervo a fin de cumplir la promesa del rey. Por el bien de Bharata, sin que me lo pidiera, abandonaría a Sita, el reino, mi vida y mis posesiones. No hay mayor deber que servir al propio padre y cumplir su palabra”.

Acto seguido, Shri Rama fue a ver a su madre para obtener su permiso. Él le dijo, “Oh venerable madre, no te angusties. Mi querido padre quiere darle el reino a Bharata y desterrarme al bosque Dandaka para mantener la promesa que le diera a Kaikeyi”.

Al oír esta noticia desgarradora, Kaushalya cayo al piso inconsciente. Al cabo de cierto tiempo, ella recobró la conciencia y dijo, “Oh Rama, si no hubieras nacido, yo sería una mujer sin hijos, pero no estaría sujeta a un sufrimiento tan grande como éste. Mi única pena sería mi esterilidad”.

Lakshmana dijo, “Oh noble madre, Rama no renunciará a su soberanía e irá al bosque atado por las palabras de una mujer. ¿Quién puede abandonar a un hijo semejante a los dioses, querido incluso por sus enemigos? Yo estoy, en verdad, apegado a mi hermano. Si Rama tuviera que entrar al fuego o al bosque, ten por seguro que yo entraría antes que él. Yo encarcelaré a Bharata que está engañado y bajo la influencia de Kaikeyi, y mataré a sus parientes y tíos maternos”.

Kaushalya dijo, “Si en verdad, oh Rama, te vas al bosque, entonces llévame contigo. ¿Cómo puedo vivir sin ti siquiera por un momento? Deja que el rey le de el reino a Bharata, pero ¿por qué te ordena ir al bosque a ti, que eres tan querido para él? ¿Qué has hecho para ofender a Kaikeyi o al rey? Deja que él le otorgue dones a Kaikeyi. Si tu padre es tu amo, yo, tu madre, soy aún superior a él. Si él te dice que vayas al bosque, yo te digo que no vayas. No te doy mi permiso. No debes ir al bosque. Sin ti, la vida no tiene sentido para mí. No puedo vivir con las otras esposas del rey. Llévame contigo al bosque”.

Shri Rama dijo, “No hay nada más cruel por parte de una mujer que abandonar a su esposo. Atender y servir a su esposo son, sin duda, sus mayores deberes. Mientras una mujer viva, su esposo es para ella su único señor y maestro. La mujer que no sirve a su esposo, no estará bien en el otro mundo aunque practique ayunos y otros ritos religiosos. Pero si lo sirve, alcanza el cielo. Incluso si una mujer nunca se inclinó ante los dioses y dejó de adorarlos, alcanza el cielo más alto sirviendo a su esposo. La mujer debería estar absorta en el servicio de su marido. Ese es el deber de una mujer según lo prescriben los Vedas y los Smritis. Yo te aseguro, madre, que regresaré al cabo de catorce años”.

Kaushalya se dio cuenta de que no podía cambiar la firme decisión de Shri Rama. Le permitió ir al bosque y lo bendijo.

Entonces, Shri Rama fue a ver a Sita. Le contó todo lo que había sucedido y le pidió que sirviera a su madre.

Sita dijo, “La mujer comparte la suerte de su esposo. Yo te acompañaré. Tú eres mi único soporte y refugio. No puedo vivir sin ti ni siquiera por un segundo. Caminaré delante de ti y sacaré la hierba y las espinas del camino”.

Shri Rama tuvo que ceder al deseo de Sita. Entonces, Lakshmana dijo a Rama, “Si has decidido ir al bosque junto con Sita. Yo también te acompañaré armado con mi arco. No quiero el cielo ni el reino sin ti, oh Rama. Yo caminaré delante de ti indicando el camino. Recogeré raíces y frutas para ti y para Sita. Haré todo para ti, ya sea que estés despierto o dormido”.

Shri Rama permitió que Lakshmana lo siguiera al bosque. Entonces, Rama, Lakshmana y Sita fueron a ver a Dasharatha. Rama dijo, “Oh venerable padre, vengo a despedirme. Permite que Lakshmana y Sita me sigan. Ellos no quieren que los deje. Abandona la pena. Volveré al cabo de catorce años”. Rama y Lakshmana se postraron ante Dasharatha y lo honraron dando vueltas a su alrededor. Todos ellos se inclinaron a los pies de Kaushalya.

Lakshmana se postró ante su madre Sumitra. Ella dijo, “Oh mi querido hijo, Shri Rama es tu refugio. Sírvelo bien. Obedece sus órdenes implícitamente. Considera a Rama como a Dasharatha, a la hija de Janaka como a mí misma y al bosque como Ayodhya. Ve y sé feliz”.

Shri Rama habló entonces a sus súbditos: “Exprésenle a Bharata el amor y el respeto que tienen por mí, y en un grado mayor aún. Eso me complacerá. Bharata es virtuoso. Él hará lo que sea grato y beneficioso para todos ustedes”.

Sumantra condujo el carro. Rama, Lakshmana y Sita llegaron a orillas de la Ganga cerca del Ashram de Shringivera.

Entonces, Guha, el rey de los Nishadas, se enteró de la llegada de Shri Rama. Estaba inmensamente complacido. Fue rápidamente al encuentro de Rama, su amigo y Señor. Trajo frutas, miel y flores, y las puso ante Rama postrándose ante sus pies de loto con devoción. Shri Rama lo abrazó.

Guha dijo, “Oh mi Señor, hoy soy bendito. Mi nacimiento en esta vida ha dado sus frutos. Estoy a Tu servicio”.

Shri Rama dijo a Sumantra, “Vuelve a la ciudad con el carro. Solo entonces, Kaikeyi se convencerá de que me he ido al bosque. Así no dudará ni pensará que mi padre le ha mentido”. Habiendo despachado a Sumantra, Shri Rama se sentó en el bote junto con Lakshmana y Sita, y pronto cruzó la Ganga. Guha y su gente los llevaron en bote al otro lado del río. Rama durmió en un lecho de hojas y hierba Kusha junto con Sita. Mientras ellos dormían, Lakshmana y Guha custodiaban a Rama armados con arcos y flechas para protegerlo del ataque de animales salvajes.

Shri Rama abrazó a Guha, su devoto, y le dijo, “Volveré después de vivir en el bosque Dandaka durante catorce años”.

Despidió a Guha y partió hacia el Ashram de Bharadvaja. El Rishi Bharadvaja honró a Rama debidamente y luego dijo, “Hoy he logrado el objetivo de mi ascetismo al encontrarme contigo. Creo que el monte Chitrakuta, lleno de miel, raíces y frutas, sería una morada placentera para ti”. Desde allí, Shri Rama prosiguió junto con Sita y llegó a la hermosa montaña Chitrakuta en la que Valmiki tenía su ermita. Shri Rama se inclinó ante el Muni. El sabio adoró a Rama con el Arghya y demás ofrendas.

Por orden de Shri Rama, Lakshmana construyó dos cabañas y allí pasaron los días totalmente felices.

Sumantra, el primer ministro, volvió a Ayodhya, saludó al rey y le trasmitió las palabras de Rama: “Oh cochero, saluda a mi padre. Dile a mi madre que cuide del fuego y que reverencie los pies del rey como si fueran los de Dios. Averigua acerca del bienestar de Bharata y dile que cuide a las madres con justicia”.

El rey Dasharatha derramó profusas lágrimas al oír a Sumantra repetir las palabras de Rama y murió murmurando, “Oh Rama, oh hijo, oh Sita, oh Lakshmana, me encuentro con la muerte por estar separado de ti”.

Los ministros sumergieron el cuerpo de Dasharatha en una tinaja llena de aceite. Shri Vasishtha envió mensajeros a Bharata, quien estaba viviendo con su hermano Shatrughna en el palacio de su tío Yudhajit en Rajagriha. Los mensajeros informaron a Bharata: “Ven a Ayodhya inmediatamente. Debes hacer un gran trabajo”.

Bharata ascendió al carro con su hermano y llegó a Ayodhya. Él no vio a su padre en el palacio. Entonces, fue a ver a su madre. Kaikeyi le dijo, “He obtenido el reino para ti mediante los dones que el rey me concediera y he enviado a Rama al exilio. Él se ha ido al bosque Dandaka junto con Sita y Lakshmana. Allí vivirá durante catorce años. Toma las riendas del gobierno y rige el reino feliz. Dasharatha, tu padre, llegó al fin de su vida debido a la angustia que le causó la separación de Rama”.

Bharata se ahogó de pena al oír que su padre había muerto y que sus hermanos habían sido desterrados. Él reprendió a su madre severamente. Entonces, Vasishtha consoló a Bharata y le dijo, “Lleva a cabo los grandes ritos fúnebres del rey en el tiempo propicio”. Bharata realizó los ritos debidamente y el Shraddha en el decimosegundo día.

Al decimocuarto día, se reunieron los ministros y dijeron, “Oh ilustre y famoso Bharata, conviértete ahora en nuestro rey”. Bharata dijo, “Shri Rama, nuestro hermano mayor, debería ser el rey. Yo viviré en el bosque durante catorce años”. Entonces, dijo a Sumantra, “Rápido, prepara mi carro y trae al ejército”. Bharata partió en busca de Rama junto con sus madres, ministros y demás. Llegó a la montaña Chitrakuta, se postró ante Shri Rama, Sita y Lakshmana, y pidió a Shri Rama que regresara a Ayodhya y ascendiera al trono.

Shri Rama se negó rotundamente a volver a Ayodhya y asumir el reino. Él respondió, “El fuego puede abandonar su calor, el hielo su frío y el jazmín su fragancia, pero yo nunca romperé la promesa que le hice a mi padre”.

Entonces, Bharata tomó las sandalias de Shri Rama y dijo, “Oh venerable hermano, durante catorce años, con el cabello enmarañado, vistiendo corteza de árbol y viviendo sólo de raíces y frutas, esperaré tu regreso a las afueras de la ciudad. Encomendaré el gobierno a tus sandalias. Si el día en que se cumplan los catorce años no te veo, ciertamente me arrojaré al fuego”.

Shri Rama abrazó a Bharata y le dijo, “Actuaré en consecuencia, sin duda volveré al cabo de catorce años. Te doy mi firme promesa. Protege a tu madre Kaikeyi”.

Entonces, Bharata  regresó a Ayodhya llevando las sandalias sobre su cabeza. Él ungió las sandalias, dejó a su madre en Ayodhya y vivió en el Nandigrama esperando el regreso de Shri Rama. Bharata administró el reino bajo el control de las sandalias.

Shri Rama dejó el Chitrakuta y fue al Ashram de Atri. Shri Rama se postró ante el Rishi Atri, el que a su vez dio la bienvenida a Rama con el debido respeto. Sita se encontró con Anasuya, la esposa de Atri, que era bien versada en el Dharma. Anasuya le obsequió ropa, guirnaldas de flores y ungüentos.

Atri le indicó a Rama, “Oh Rama, este es el sendero de los grandes sabios que traen frutas del bosque. Yendo por este sendero, podrás adentrarte en el espeso bosque”.

ARANYA KANDA

Destrucción de Viradha

Cuando Rama entró en el bosque Dandaka, vio las ermitas de los ascetas. Éstos le rindieron el debido respeto y le ofrecieron frutas, flores, raíces y agua.

Shri Rama se enfrentó en el bosque con un terrible Rakshasa llamado Viradha. El Rakshasa se abalanzó hacia Rama, Lakshmana y Sita. Rama cortó sus brazos y pies con sus flechas. El Rakshasa cayó al suelo y dijo, “Estoy por morir. No te reconocí como Rama, el hijo de Dasharatha. Yo soy el hijo de Yava. Mi madre es Shataprada. Mi nombre es Viradha. Practiqué penitencias y complací a Brahma. Soy poderoso. Debido a una maldición, asumí está terrible forma de Rakshasa. En realidad, soy el Gandharva Tumbura. Una vez, ofendí a Kubera con mi ausencia, la que se debió a mi apego a Rambha (una ninfa celestial). Entonces Kubera pronunció una maldición contra mí. Yo le rogué que me perdonara y él me bendijo diciendo, ‘recuperarás tu estado anterior de Yaksha cuando Shri Rama te derrote en batalla’. Mi Señor, he sido absuelto de esa maldición mediante Tu gracia. A una Yojana y media de aquí, vive un piadoso ermitaño llamada Sharabhanga. Será bueno que lo veas. Ve pronto a verlo”.

Entonces, del cuerpo de Viradha emergió un ser hermoso. Él se postró ante Rama y regresó a su morada original.

Sita dijo, “Mi venerable Señor, no deberías matar a los Rakshasas que viven en el Dandaka cuando no hay provocación. Me siento ansiosa con respecto a ti. No quiero que vayas al bosque Dandaka. Si visitas ese lugar, es seguro que lucharás con Rakshasas. Tú eres veraz. Tienes control sobre tus sentidos. Eres firme en tus votos. Obedeces a tu padre. Pero matas a una criatura sin que haya habido ofensa alguna. No es correcto matar a nadie a menos que haga un daño grave. Portar armas y retirarse al bosque, combatir y practicar austeridades son cosas opuestas. Aquí, debes llevar una vida de ermitaño. Puedes reasumir los deberes de Kshatriya cuando regreses a Ayodhya. Mi Señor, tú lo sabes todo”.

Shri Rama dijo, “Los ascetas del bosque Dandaka están muy angustiados. Me han pedido que los proteja. No puedo abandonar una promesa mientras viva. Abandonaría mi vida, te abandonaría a ti o lo abandonaría a Lakshmana, pero nunca abandonaría la promesa dada, especialmente a los Brahmanas. Debería proteger a los ermitaños incluso si no me lo pidieran. Es mi deber”.

Encuentro de Sharabhanga y Sutikshna

Tras la destrucción de Viradha, Shri Rama y Lakshmana se dirigieron a la ermita de Sharabhanga. El sabio los adoró con el debido honor y les ofreció frutas, raíces y demás. Él le dijo a Shri Rama, “Durante mucho tiempo he estado viviendo aquí dedicado al ascetismo. He estado anhelando verte, oh Rama. Hoy, mi penitencia ha dado frutos. Todo mérito que haya logrado te lo ofrezco a Ti. Así obtendré la salvación”. Se postró ante Shri Rama y dijo, “Ahora partiré a Brahmaloka”. Entonces entró en el fuego.

Todos los Munis que vivían en el bosque Dandaka fueron a ver a Rama. Ellos rindieron al Señor el debido respeto. Rama vio en el suelo numerosas cabezas y huesos, y preguntó a los Munis, “¿De quiénes son esos restos? ¿por qué están aquí?” Los sabios respondieron, “Son las cabezas de los Rishis que comieron los Rakshasas cuando estaban profundamente inmersos en Samadhi. Los Rakshasas están esperando la oportunidad para atacar a los Rishis. Están siempre merodeando. Por lo tanto, oh Rama, debes liberar a los sabios de este problema”.

Al oír esas palabras de los Munis, Shri Rama hizo el voto de matar a todos los Rakshasas.

Desde allí, Shri Rama se dirigió al conocido Ashram de Sutikshna, el discípulo de Agastya. Sutikshna estaba siempre dedicado a la adoración de Rama. Salió y adoró a Rama según los ritos. Shri Rama bendijo a Sutikshna y luego prosiguió al Ashram de Agastya.

El sabio Agastya rindió el debido honor a Shri Rama, Sita y Lakshmana, y dijo, “He estado viviendo aquí a la espera de Tu venida. Hoy todos mis sacrificios se han vuelto exitosos. Mis penitencias han dado sus frutos”. Luego el sabio Agastya le dio a Rama el arco que antaño Indra había dejado a su cuidado. También le dio una carcaj con flechas inagotables junto con una espada con incrustaciones de diamantes y le dijo, “Con esto, oh Rama, mata a la hueste de Rakshasas, que se ha vuelto una carga para la tierra, y cumple el propósito para el cual has tomado forma humana con la ayuda de Maya. A dos Yojanas de aquí, a orillas del río Godavari, hay un hermoso paraje conocido como Pañchavati que tiene abundantes frutos, raíces y agua . Allí, oh Rama, deberías pasar el resto de los días”.

Entonces, Shri Rama se postró ante el Rishi y siguió el camino que éste le indicara.

En el Pañchavati

En el camino, Shri Rama encontró a un buitre inmenso. Pensó que era un Rakshasa y quiso matarlo con su flecha. El rey de los buitres dijo, “Oh Rama, no merezco que me mates. Yo soy Jatayu, el querido amigo de tu padre, el hijo de Shyeni. Vivo en el Pañchavati. Te deseo el bien. Ciertamente haré lo que sea bueno para ti. Cuando vayas a cazar junto con Lakshmana, yo protegeré a Sita”.

Shri Rama dijo a Jatayu con afecto, “Oh rey de los buitres, vive en este bosque y haz lo que sea bueno para mí”.

Entonces, Shri Rama fue al Pañchavati y le encomendó a Lakshmana que construyera una ermita. Inmediatamente, Lakshmana llevó a cabo la orden de Shri Rama.

Una mujer Rakshasa llegó al paraje en que vivía Shri Rama y le dijo, “¿Por qué has venido con tu esposa a este lugar poblado de Rakshasas? Yo soy Surpanakha, una mujer demonio. Puedo asumir cualquier forma a voluntad. Soy la hermana de Ravana. Vivo en este bosque con mi hermano Khara. El rey Ravana me ha dado este lugar a mí. Vivo aquí comiendo a los Munis. Cásate conmigo”.

Shri Rama dijo a Lakshmana, “Desfigura a esta Rakshasi horrible, impura y arrogante”. Lakshmana sacó su espada y le cortó las orejas y la nariz.

Entonces, ella lanzó un terrible rugido y fue adonde estaba su hermano Khara con su cuerpo empapado de sangre. Khara le preguntó, “Oh hermana, ¿quién te ha desfigurado así? Lo mataré ahora mismo”. Surpanakha respondió, “Rama, junto con Sita y Lakshmana, está viviendo en la ribera del Godavari. Su hermano ha hecho esto por orden suya. Hermano, mata a esos dos hombres”.

Khara dijo, “Beberé su sangre y comeré a esos dos hombres”. Rápidamente, partió junto con Dushana y catorce mil Rakshasas de gran fuerza. Todos ellos atacaron a Rama con distintas clases de armas. En el período de un Muhurta y medio, todos los Rakshasas fueron muertos.

Entonces, Surpanakha fue a Lanka, entró en el salón de asambleas de Ravana y cayó llorando a sus pies. Ravana dijo a su hermana, “Levántate, ¿quién te ha desfigurado así? Lo consumiré en un momento”.

Surpanakha dijo, “Tú no tienes espías. Estás rodeado de ministros vulgares. Eres adicto a placeres vulgares. No estás enterado de la masacre de tu gente que ha tenido lugar en el Janasthana. Khara, Dushana y catorce mil Rakshasas han sido matados por Rama en un instante. Él ha hecho que en todo el Janasthana ya no haya temor para los Munis”.

Ravana preguntó, “¿Quién es ese Rama? ¿Por qué y cómo ha matado a los Rakshasas? Dime todo detalladamente. Lo destruiré inmediatamente”.

Surpanakha dijo, “Un día, fui desde el Janasthana a la ribera del Godavari. Vi a Rama en el Pañchavati con arco y flechas en sus manos, con el cabello enmarañado y vestido con corteza de árboles. Su hermano menor, Lakshmana, es como él. Su esposa Sita es muy hermosa. Ni entre los dioses, Gandharvas, Nagas u hombres he visto u oído de alguien como ella. Traté de traerla para hacerla tu esposa; pero Lakshmana me cortó la nariz y las orejas por orden de Rama. Entonces, yo fui a ver a Khara llorando angustiada. Él se preparó para luchar contra Rama junto con Dushana y catorce mil Rakshasas. Rama mató a esos Rakshasas en un momento. Si Sita se convierte en tu esposa, tu vida en esa tierra será fructífera. Arrebátala por la fuerza y hazla tu esposa. Tú no eres capaz de enfrentar a Rama. Trata de obtenerla engañándolo”.

Entonces Ravana fue a ver a Maricha y le habló así, “Oh mi querido Maricha, Rama a matado a Khara, Dushana y otros catorce mil Rakshasas en el Janasthana, a pesar de que no le habían hecho nada malo. Mi hermana Surpanakha ha sido desfigurada por Lakshmana. Por lo tanto, cuando Rama se vaya al bosque, con tu ayuda raptaré a su esposa que le es más querida que su propia vida. Ayúdame en esta empresa”.

Al oír estas palabras de Ravana, Maricha, que era muy sabio, respondió al rey de los Rakshasas. “La acción que estás por llevar a cabo causará tu destrucción total. Es muy común encontrar personas que digan lo que a uno le resulta agradable. Pero es muy raro encontrar personas que le digan lo que no es agradable pero sí provechoso. Y también es poco frecuente encontrar a alguien que las escuche”.

“Yo conozco el poder de Shri Rama. Él vino a proteger el sacrificio de Vishvamitra cuando era sólo un jovencito de dieciséis años. Él disparó una flecha que me lanzó al océano, a una distancia de cien Yojanas. Desde entonces, me he refugiado en este lugar donde estoy libre del temor a Rama. Soy consciente de su valor y fuerza. Él tiene un carácter noble. Es el rey del mundo entero. Todos los nombres que comienzan con Ra, como Raja, Ratna o Ratha, me causan temor sólo porque comienzan con la misma sílaba que el nombre de Rama. Sueño con Rama. Abandona todas tus intensiones hostiles hacia Rama y vuelve a casa. Intentar tomar por la fuerza a la esposa de otro es el pecado más grande. Tú ya tienes miles de esposas. Sé veraz con ellas. Salva a tu familia. Sirve a Rama con intensa devoción. Abandona tu enemistad hacia Él. Mi consejo es sólo para tu bien. Acéptalo. Rama no es un ser humano. Él es el mismo Señor Hari. Oí todo esto de Narada. Él ha venido a este mundo para aliviar a la tierra de su carga mediante Su propia Maya”.

Ravana dijo, “Deberías hablarle con gran sumisión a un rey. Pero debido a tu debilidad, estás pronunciando palabras duras faltándome el respeto. He decidido llevarme a Sita por la fuerza. Nadie puede cambiar mi firme resolución. No quiero que me hables del Dharma o del Adharma. Shri Rama es el Señor Supremo y ha venido a esta tierra con forma humana a pedido de Brahma para matarme. Seguramente lo hará. Sin duda, yo encontraré los medios para quitarle a Sita. Si Rama me mata, alcanzaré la morada suprema”.

“Conviértete en un hermoso ciervo dorado. Pasea delante de Sita. Ella le dirá a Rama, ‘trae ese ciervo, rápido’. Cuando Rama esté lejos de Sita, grita imitando la voz de Rama, ‘¡oh Sita, oh Lakshmana!’ Oh Maricha, si no lo haces, te mataré en este mismo momento”.

Al oír las palabras de Ravana, Maricha reflexionó para sí, “Si me mata Rama, me liberaré de este océano de la vida mundana. Alcanzaré la morada suprema muriendo en Sus manos. Si me mata este malvado, seguramente iré al infierno”. Habiéndose resuelto a morir a manos de Rama, Maricha dijo a Ravana, “Oh señor, cumpliré con tu orden”.

El ciervo ilusorio

Maricha asumió la forma de un ciervo de color oro puro con manchas plateadas. Sus cuernos estaban incrustados con joyas y sus patas con costosas gemas. Sus ojos eran de piedras azules y su brillo semejante al del relámpago. Él deambuló cerca de la puerta de la ermita de Rama y atrajo a Sita.

Sita vio el hermoso ciervo y le dijo a Rama, “Atrápalo para mí, será mi mascota. Cuando regresemos a nuestro reino, será un adorno para nuestro palacio. A Bharata y a mi suegra les gustará mucho”.

Lakshmana dijo, “Oh Señor, no puede haber en la tierra un ciervo como éste, lleno de joyas. Seguramente, es una ilusión. El Rakshasa Maricha está empleando un juego sucio para seducir a Sita. No hay duda de ello”.

Shri Rama dijo, “Oh Lakshmana, tú protege a Sita que me es más querida que la vida. Hay muchos Rakshasas terribles en este bosque. Si es Maricha, lo mataré. Si es un ciervo, lo traeré para complacer a Sita”. Shri Rama tomó su arco y sus flechas, y se fue en persecución del ciervo ilusorio.

Apareciendo y desapareciendo, Maricha hizo que Rama se alejara mucho de su cabaña. Al darse cuenta de que era Maricha, Rama le disparó una flecha. Maricha apareció con su forma usual y cayó al suelo sangrando por la boca. Entonces, gritó con una voz similar a la de Rama, “Estoy muriendo, oh Sita, oh Lakshmana”, y murió.

Shri Rama pensó: “Este vil Rakshasa imitó mi voz diciendo, ‘estoy muriendo, oh Sita, oh Lakshmana’. Sita se afligirá. Pensará que he muerto. Debo regresar rápidamente a la ermita”. Pensando así, emprendió el regreso.

Al oír el grito de Maricha, Sita se aterrorizó. Entonces, le dijo a Lakshmana, “Ve inmediatamente, oh Lakshmana. Tu hermano está en problemas con el Rakshasa. ¿No oíste el grito, Lakshmana?” Éste respondió, “Oh madre, ese no pudo haber sido el grito de Rama. Fue el grito de un Rakshasa que estaba muriendo. Rama puede destruir los tres mundos en un instante. ¿Cómo puede Él, que es adorado por los dioses, gritar lastimeramente?” Lakshmana recordaba la orden de su hermano. Por lo tanto, no fue.

Sita se enojó y le dijo, “Desgraciado, ¿le deseas el mal a tu hermano? Interesado en mí, ¿deseas que tu hermano muera? ¿Quieres llevarme en su ausencia? No me tendrás. Abandonaré la vida en este mismo momento. ¿Cómo puedo desear a otro habiendo obtenido a Rama como esposo? Él no sabe que eres así, que intentas llevarte a su esposa. No tocaré a otro que Rama”.

Shri Lakshmana se sintió herido por las duras palabras de Sita. Entonces, le dijo, “No puedo soportar palabras tan duras que son como plomo derretido para mis oídos. En verdad, tú eres una diosa para mí. Palabras impropias son comunes en las mujeres. Esa es su naturaleza. Las mujeres son inconstantes, crueles e injustas. Siempre crean discordia y separación”. Diciendo así, Lakshmana fue hacia Rama lentamente.

Rapto de Sita

Encontrando una espléndida oportunidad, Ravana, vestido como mendicante, fue al encuentro de Sita con un bastón y una escudilla. Sita lo reverenció y le dio frutas, raíces y demás. El mendicante dijo, “Oh señora, ¿quién eres?, ¿quién es tu esposo?, ¿por qué vives en este bosque poblado de Rakshasas? Dime todo. Yo te contaré mi historia”.

Sita dijo, “Yo soy la esposa de Rama, el hijo del Rey Dasharatha. Me llamo Sita y soy la hija de Janaka. Con el permiso de su padre, Rama ha venido a vivir a este bosque por catorce años. Deseo saber de ti. Dime acerca de ti”.

El mendicante respondió, “Yo soy Ravana, el nieto de Pulastya, el Señor de los Rakshasas. Soy el hermanastro de Vaishravana (Kubera). He venido aquí para llevarte a mi ciudad. Yo soy un esposo digno de ti. Abandona esta penosa vida en la jungla. Deja tu amor por ese hombre corriente. ¿Qué vas a hacer con Rama que vive como un Muni?”

Sita dijo, “Si me hablas así, el valiente y poderoso Rama te matará”. Entonces, desgarrando la tierra con sus uñas y levantando con sus brazos a Sita junto con la porción de tierra en la que ella se encontraba, Ravana la arrojó en su carro y rápidamente viajó por el cielo. Sita gritó, “¡Oh Rama! ¡oh Lakshmana!”

Jatayu, el rey de los buitres, se elevó en el cielo y luchó contra Ravana. Éste tomó la espada Chandrahasa que le había dado el Señor Shiva y le cortó las alas. Jatayu cayó al suelo moribundo.

Sita vio a cinco monos sentados en una colina. Se quitó la mitad de sus adornos y joyas y haciendo un atado las arrojó en la colina. Pensó que los monos le informarían a Rama acerca de ello.

Ravana cruzó el océano y llegó a Lanka. Dejó a Sita en el Ashokavana del palacio rodeada por Rakshasis.

Rama mató a Maricha y regresó rápidamente por el camino. A corta distancia, se encontró con Lakshmana y le preguntó, “¿Por qué has venido aquí dejando a Sita? Has cometido un acto imprudente y has desobedecido mi orden. No estoy complacido contigo”.

Lakshmana repitió las severas palabras de Sita. A lo que Rama respondió, “Has tomado como ciertas las palabras de una mujer y, como consecuencia, has obrado imprudentemente”.

Shri Rama fue rápidamente hacia la ermita. Al no encontrar allí a Sita, lloró muy apesadumbrado. A aquellos de poco entendimiento les pareció que Shri Rama estaba apegado a las cosas de este mundo, pero no fue así para aquellos que conocían la verdad.

Rama encuentra a Jatayu

Shri Rama buscó a Sita por todo el bosque sin poder encontrarla. Luego, vio a Jatayu y dijo, “Esta criatura ha devorado a Sita. Mataré a este Rakshasa”. Entonces, Jatayu dijo, “No me mates. Yo soy el amigo de tu noble padre. Soy Jatayu. Cuando Ravana llevaba a Sita hacia el sur en su carro volador, luché con él para protegerla, pero Ravana me cortó las dos alas”. Al oír estas palabras de Jatayu, Shri Rama se conmovió lleno de amor y ternura. Jatayu exhaló su último aliento en presencia de Shri Rama. Éste lo bendijo y llevó a cabo los ritos fúnebres del ave. Jatayu alcanzó la morada suprema de Rama.

Liberación de Kabandha

Shri Rama fue a otro bosque y comenzó a buscar a Sita. Allí se encontró con un fantástico Rakshasa de forma muy peculiar, tenía la cara en el pecho. Sus brazos medían una Yojana y con ellos atrapó a los dos príncipes. Rama le cortó el brazo derecho y Lakshmana el izquierdo.

Kabandha dijo, “¿Quiénes son ustedes? ¿Son dioses que han venido del cielo?” Entonces, Rama dijo, “Yo soy Rama, el hijo de Dasharatha. Lakshmana es mi hermano. Debido a que nos envolviste con tus brazos, tuvimos que cortarlos. ¿Quién eres?”

Kabandha respondió, “Bendito soy si tú eres Rama. Yo era el rey de los Gandharvas. Estaba orgulloso de mi juventud y belleza. Paseaba por el mundo con hermosas mujeres. Mediante mis austeridades, había obtenido de Brahma el don de la indestructibilidad. Una vez, me reí cuando vi al deforme sabio Ashtavakra. Él se enojó y pronunció una maldición en mi contra, ‘que te conviertas en un Rakshasa’. Yo le imploré que me liberara de esa maldición. Él dijo, ‘en Treta Yuga, el Señor Hari encarnará como Rama, el hijo de Dasharatha. Él te cortará los brazos. Entonces, te liberarás de esta maldición y reasumirás tu forma original’”.

“Una vez corrí tras Indra. Él me golpeó en la cabeza y ésta cayó en mi pecho. Mis pies fueron a parar a los costados. A pesar de recibir el golpe de su rayo, no morí debido al don que me había dado Brahma. Los dioses se compadecieron de mí y dijeron, ‘tu boca estará en tu pecho y tus brazos se extenderán una Yojana’”.

Entonces, Kadamba alabó a Shri Rama. Rama dijo, “Oh Deva Gandharva, estoy complacido con tu devoción y tu himno de alabanza. Ahora ve al cielo”.

Encuentro con Shabari

Antes de partir al cielo, Kabandha, el rey de los Gandharvas, le dijo a Rama, “Oh Señor, si sigues adelante, encontrarás el Ashram de Shabari. Ella Te está esperando. Ve a verla. Te informará acerca de Sita”.

Rama y Lakshmana atravesaron un hermoso bosque y llegaron al Ashram de Shabari.

Al verlos, Shabari estuvo enormemente complacida y se levantó inmediatamente de su asiento con las palmas juntas. Se inclinó ante ellos con los ojos llenos de lágrimas. Les dio la bienvenida y les ofreció su propio asiento. Ella lavó los pies de Shri Rama y de Lakshmana con intensa devoción, salpicó su cuerpo con el agua del lavado y los veneró según las reglas.

Con gran devoción, ella adoró los pies de Rama arrojándole flores. Luego, Shabari le ofreció a Rama las frutas que había recolectado para Él.

Shabari dijo, “Oh venerable Señor, en este Ashram vivían mis Gurus. Yo me quedé aquí sirviéndolos. Ellos me dijeron, ‘quédate a vivir aquí, un día Shri Rama visitará este lugar. Hasta entonces, practica meditación. Al ver a Rama e inmolar tu cuerpo, irás a la suprema morada de beatitud’. Oh Señor, estoy meditando en Ti como me ordenaron mis Gurus”.

Rama dijo entonces, “Oh venerable señora, ¿has superado todos los obstáculos que uno enfrenta en el sendero de las austeridades? ¿Has controlado la ira? ¿Practicas control del paladar? ¿Gozas de paz y felicidad?”

La anciana Shabari respondió, “Oh Señor, hoy Te he visto. Ni siquiera mis Gurus pudieron verte. Siento que mi penitencia ha logrado su consumación. Bendito es mi nacimiento. Seguramente, alcanzaré Tu morada eterna mediante Tu gracia. Ten piedad de mí”.

Rama dijo, “Aquellos que no tienen devoción por Mí no pueden verme ni por medio de sacrificios, ni por el estudio de los Vedas u otras prácticas. El hecho de ser varón o mujer, o de pertenecer a determinada casta o etapa de la vida no tiene importancia. El único requisito en Mi adoración es la devoción, el amor puro”.

“Oh buena mujer, te diré brevemente los requisitos para la devoción o el amor puro hacia Mí. El primer requisito es la compañía de los santos (Satsanga). El segundo es la recitación de Mis actos o Lilas. El tercero es el canto de Mis glorias. El cuarto es la exposición sobre Mis enseñanzas; también el servicio constante al propio Guru con sinceridad y honestidad, considerándolo como Mi propio Ser. El quinto consiste en poseer una naturaleza caritativa y practicar Yama (autocontrol) y Niyama (preceptos religiosos). El sexto es Mi adoración constante. El séptimo es la meditación con recitación de Mantras. Adorar a Mis devotos, a quienes Yo considero superiores a Mí mismo, verme en todo, estar desapegado de los objetos y controlar los órganos internos y externos también pertenece al séptimo método. El octavo y el noveno consisten en la meditación en Mi naturaleza. Esas son las nueve clases de devoción”.

“La devoción surge por estos medios. Cuando uno desarrolla devoción, alcanza la Experiencia de Mi Ser. Entonces, logra la beatitud final o Moksha en esta misma vida. Está establecido que la devoción es el medio para la salvación. Aquél que ha obtenido el primero de los medios – Satsanga o asociación con los santos – desarrolla devoción y se libera gradualmente. No hay duda de ello”.

“Tú has logrado una devoción sincera por Mí. En consecuencia, he venido a ti. Sin duda, te liberarás debido a Mi Darshan. Si lo sabes, dime dónde está mi amada Sita y quién la ha llevado”.

Shabari respondió, “Oh Señor, Tú lo sabes todo. Eres omnisciente y, aún así, me preguntas a mí como un hombre corriente. Te diré dónde está Sita. Ravana la ha raptado. Ella está ahora en Lanka. Cerca de aquí, está el hermoso lago Pampa. Junto a él, está la montaña Rishyamuka. Allí vive temeroso Sugriva junto con sus cuatro consejeros. Él le teme a Vali, su hermano, que no se aventura a ir a la montaña Rishyamuka debido a una maldición del Rishi Matanga. Él morirá instantáneamente si se atreve a ir allá. El sabio lo maldijo porque Vali arrojó el cuerpo muerto del Asura Dundubhi y gotas de sangre que salían de su boca cayeron en la ermita de Matanga”.

“Oh Señor, ve y hazte amigo de Sugriva. Él hará todo por Ti. Está dotado de gran poder. Ahora, entraré en el fuego en Tu presencia”.

La anciana Shabari entró al fuego y se elevó desde las llamas con un cuerpo refulgente adornado con joyas, guirnaldas y atuendos celestiales, e iluminó el lugar con el brillo de su gloria. Por la gracia de Shri Rama, ella alcanzó la morada de beatitud eterna.

Aunque era de bajo nacimiento, obtuvo la emancipación final mediante la gracia del Señor Rama. ¿Qué puede ser difícil de lograr cuando uno recibe la gracia divina?

La devoción a Shri Rama confiere inmortalidad y beatitud. Por lo tanto, recita Su nombre, canta Sus glorias, sirve Sus pies, entroniza en tu corazón a Shri Rama, el de complexión oscura, Cuya imagen se refleja en el corazón del Señor Shiva.

KISHKINDHA KANDA

Encuentro con Sugriva

Luego, Rama, junto con Lakshmana, se acercó lentamente a las orillas del lago Pampa que estaba lleno de lotos y nenúfares. Se lamentó mucho por la pérdida de Sita. Rama se preguntó, “¿Qué le diré al rey Janaka cuando me pregunte por Sita en medio de toda su gente? ¿Qué le diré a mi madre si me pregunta en Ayodhya, ‘¿Dónde está mi noble nuera? ¿Cómo está ella?’”

Lakshmana dijo, “Oh venerable hermano, contrólate. No des lugar a la pena. El optimismo es algo muy poderoso. No hay nada imposible en este mundo para alguien dotado de optimismo. Seguramente, traeremos de regreso a Sita. Mi Señor, ten confianza. Abandona esa pena”.

Al oír las palabras alentadoras de Lakshmana, Shri Rama tomó coraje. Bebió un poco de agua, se sintió descansado y caminó con Lakshmana por los agradables caminos a orillas del lago.

Al ver a Rama y a Lakshmana armados con arco y flechas caminando junto a la montaña Rishyamuka, Sugriva desconfió. Entonces, le dijo a Hanuman, “¿Quiénes son esos héroes? Adopta la forma de un Brahmachari y averigua quiénes son. ¿Los habrá enviado Vali para matarme? Cerciórate de sus intenciones. Examina su mente. Si son malvados, hazme una señal con la mano. Descubre la verdad”.

Hanuman fue adonde estaba Rama, se postró ante él y dijo, “¿Por qué están aquí, en esta región? ¿por qué deambulan por este bosque? Yo soy Hanuman, el ministro de Sugriva, el rey de los monos. Soy el hijo de Vayu, el dios del viento. Sugriva está en desgracia. Él es el hermano menor de Vali. Ha sido engañado por éste. Vali le quitó a su esposa, Ruma, y lo expulsó del reino”.

Shri Rama le dijo a Hanuman, “Oh Hanuman, oh valiente guerrero, yo soy Rama, el hijo de Dasharatha. Este es mi hermano Lakshmana. Por orden de mi padre, he venido al bosque Dandaka donde vivo con Sita. Algún Rakshasa raptó a mi esposa. Hemos venido aquí en su búsqueda”.

Hanuman dijo, “Sugriva está viviendo ahora en la montaña Rishyamuka, temeroso de Vali. Sería apropiado que te hicieses amigo de Sugriva. Él te ayudará a matar a ese Rakshasa que raptó a tu esposa. Podemos ir ahora mismo si estás de acuerdo”.

Shri Rama dijo, “Oh poderoso y sabio Hanuman, he venido aquí a hacer amistad con él. Seguramente, haré algún trabajo para mi amigo”.

Entonces, Hanuman aumentó su tamaño y le dijo a Rama, “Suban sobre mis hombros. Subiremos la montaña”. Rama y Lakshmana subieron sobre los hombros de Hanuman. Éste voló por los aires y llegó a la cima de la montaña en un instante.

Hanuman fue a ver a Sugriva y le dijo, “Oh rey, abandona todo temor. Han venido Rama y Lakshmana. Levántate. He acordado la amistad de Rama contigo. Que el fuego sea testigo de su pacto de amistad”. Entonces, Sugriva fue al encuentro de Rama con gran regocijo. Lakshmana le relató a Sugriva toda la historia de Rama. Sugriva le dijo a Rama, “Oh Señor, buscaré a Sita. También te ayudaré a matar al enemigo. Te diré algo que vi. Un día yo estaba sentado en la cima de la montaña con mis ministros. Vi que alguien llevaba a una hermosa mujer por el cielo. Ella lloraba y repetía, ‘Rama, Rama’. Al vernos sentados en la colina, ella se quitó las joyas, las ató con una tela y, mirándonos, las arrojó. Debes verlas ahora. Aquí están, mi Señor. Ten a bien fijarte si son suyas o no”. Sugriva le mostró las joyas a Rama.

Shri Rama desató la tela y vio las joyas de Sita. Comenzó a repetir, “Oh Sita, oh Sita”. Llevó los adornos a su corazón y lloró como un hombre corriente.

Rama dijo, “Oh Lakshmana, ¿reconoces sus joyas?” Lakshmana respondió, “Hermano, no puedo reconocer los brazaletes ni los aros, pero reconozco las pulseras de sus tobillos porque constantemente reverenciaba sus pies”.

Entonces, Lakshmana consoló a su hermano diciendo, “Oh Rama, con la ayuda de Sugriva, pronto mataremos en batalla al Rakshasa que se llevó a Sita y recuperarás a Janaki rápidamente. Confía en ello, mi Señor”.

Sugriva dijo, “Oh Señor Rama, te prometo que mataré a Ravana y te entregaré a Sita”.

Hanuman encendió un fuego cerca de ellos. Rama y Sugriva extendieron sus brazos y se abrazaron con el fuego como testigo. Entonces, Sugriva se sentó junto al Señor y le relató toda su historia.

Sugriva dijo, “Oh amigo, oye la historia de lo que Vali me ha hecho. Él es mi hermano mayor. Yo le obedecía como un sirviente. Había un terrible Asura llamado Mayavi. Este era el hijo de Dundubhi Danava. Tiempo atrás, Vali se había enemistado con él debido a una mujer. Una noche, Mayavi apareció a las puertas de Kishkindha y desafió a Vali a luchar. Hizo un rugido terrible. Vali salió y se dirigió furioso hacia el Asura. Yo también lo seguí. Mayavi comenzó a correr atemorizado. Nosotros lo perseguimos. Entonces, el Asura entró en una caverna grande e impenetrable”.

“Vali me dijo, ‘Sugriva, quédate cuidando en la entrada de la cueva hasta que yo regrese. Entraré y mataré al Asura’. Yo oí el ruido del Asura pero no la voz de Vali. Pensé que Mayavi lo había matado”.

“Por todos los signos, llegué a la conclusión de que Vali había sido muerto y cerré la boca de la caverna. Realicé los ritos Tarpan y regresé a Kishkindha. Mantuve en secreto lo que había sucedido con Vali, pero los ministros se enteraron de lo ocurrido. Ellos me presionaron para que me convirtiera en rey contra mi voluntad”.

“Goberné el reino por cierto tiempo. Tras matar a su enemigo, un día Vali regresó. Cuando vio que yo estaba instalado en el trono, se enfureció. Me habló muy duramente. Cuando entró al palacio, yo lo recibí con el debido honor. Puse mi corona a sus pies y me incliné ante él. Pero, aún así, él seguía lleno de ira. No mostró la más mínima expresión de alegría”.

“Le narré a mi hermano todo lo que había sucedido y le pedí perdón. También le dije, ‘tú eres mi adorado rey y yo soy tu obediente sirviente como antes. Me encomendaron que protegiera tu reino y así lo hice. Los consejeros y los súbditos me instalaron en el trono contra mi voluntad, porque el reino estaba sin gobernante. Un reino sin gobernante sucumbe. Por lo tanto, regí el reino para mantener la paz y el orden”.

“Vali me insultó. Dijo en presencia de sus ministros y ciudadanos, ‘entré en la cueva para matar a Mayavi y le pedí a Sugriva que permaneciera en la entrada hasta que yo regresara. Me llevó una año encontrar al Asura. Lo maté y traté de salir de la cueva. Repetidamente llamé, Sugriva, Sugriva pero no tuve respuesta. Me afligí mucho. Entonces, comencé a patear la puerta una y otra vez, hasta que al final pude sacar la piedra que cubría la entrada. Luego, salí lentamente de la cueva. Sugriva olvidó su afecto fraternal y me encerró en la cueva’”.

“Oh Rama, después de decir eso, Vali me expulsó y me tuve que ir con lo puesto. Él también tomó a mi esposa. Yo deambulo por todas partes temeroso de Vali. Me preocupé mucho por la pérdida de mi esposa Ruma. Ahora me he refugiado en esta colina Rishyamuka, porque Vali no puede entrar aquí debido a la maldición de Matanga Rishi. Mi amigo, te he dicho todo acerca de la causa de nuestra enemistad. Yo soy totalmente inocente. Hazme el favor de eliminar la causa de mi temor”.

Shri Rama dijo, “Pronto mataré a tu enemigo, el abusador de tu esposa. No te aflijas. Siento que estás inmerso en un océano de sufrimiento debido a la crueldad de tu hermano Vali. Rápidamente, te liberaré de esta situación”.

Muerte de Vali

Shri Rama le pidió a Sugriva que retara a duelo a Vali.

Inmediatamente, Sugriva se dirigió a las afueras de Kishkindha y rugió como un león. Vali salió y Sugriva lo golpeó en el pecho. Vali golpeó a Sugriva con sus puños. Entonces, Sugriva vomitó sangre y huyó. Vino adonde estaba Rama y le dijo, “Prometiste ayudarme y matar a Vali. ¿Por qué, oh Rama, me abandonas? Me pediste que lo desafiara a luchar. No puedo entender tu conducta”.

Entonces, Rama consoló a Sugriva diciendo, “Amigo mío, oye la razón por la que no disparé mi flecha. Tú y Vali son idénticos en estatura, vestimenta, voz, movimientos, color, aspecto físico y valor. Por lo tanto, no pude disparar mi flecha. Ve otra vez y lucha sin temor. Te daré una marca distintiva”.

Rama le dijo a Lakshmana, “Coloca una guirnalda de flores en el cuello de Sugriva”. Lakshmana hizo como se lo indicara.

Entonces, Sugriva lanzó un atemorizador rugido y retó a Vali otra vez. Éste oyó el rugido y salió para batirse con Sugriva. Tara, la esposa de Vali, trató de impedírselo diciendo, “Alguien muy poderoso ha venido a ayudarlo. Angada me dijo que Sugriva ha hecho amistad con Rama. Abandona toda enemistad con Sugriva. Tráelo de vuelta, nómbralo heredero al reino y busca la protección de Rama”. Pero Vali no prestó atención a las palabras de su esposa.

Vali respondió, “Oh querida Tara, ¿cómo puede quedarse en casa alguien valiente como yo cuando oye el desafío de su enemigo? Lo mataré y regresaré pronto. No temas”.

Hubo una lucha terrible entre Vali y Sugriva. Shri Rama tomó una flecha y la montó en el arco de Indra. Él estaba oculto detrás de un árbol. Entonces, disparó la flecha al pecho de Vali y éste cayó al suelo.

Vali le dijo a Rama, “Te ocultaste detrás de un árbol y me disparaste una flecha al pecho. ¿Qué gloria obtienes luchando como un ladrón? Has cometido un acto de lo más reprochable. No eres consciente de los deberes de un rey. Deberías haber luchado conmigo en una lucha abierta. ¿Qué favor te ha hecho Sugriva que lo hace superior a mí? ¿No conoces, oh Rama, mi poder que es famoso en todo el mundo? Apresando a Ravana y a toda su familia, yo lo hubiera traído junto con Sita y Lanka en medio segundo. Tú eres conocido por todos como un seguidor del Dharma. Dime, ¿qué Dharma conseguiste matándome como un vulgar cazador? Mi carne no se puede comer. ¿Qué ganas matándome?”

Shri Rama respondió, “Yo protejo el Dharma matando a los malvados. Tú has tomado por la fuerza a la esposa de tu hermano menor. Una hija, una hermana, una cuñada y una nuera son lo mismo. Aquél que se acerca lujuriosamente a cualquiera de ellas merece que el rey lo mate. Aquél que se adhiere al sendero del Dharma considera al hermano mayor, al padre y al maestro como padres. Asimismo, debe considerar al hermano menor, al propio hijo y al discípulo como hijos”.

Entonces, Vali no pudo encontrar falta alguna en la acción de Shri Rama y le respondió con las palmas juntas, “Lo que dices es totalmente cierto. Por favor, perdóname por lo que te he dicho debido a mi ignorancia. Incluso para los grandes Yoguis es difícil tener tu Darshan. Recitando tu nombre en el momento de la muerte, uno alcanza la morada suprema. Ten piedad del joven Angada. Que Sugriva no maltrate a mi esposa y mi hijo.

Vali abandonó el cuerpo de mono y se convirtió en el rey de los dioses en ese mismo momento.

Tara lloró amargamente debido a la muerte de su esposo. Shri Rama la consoló. Luego, Sugriva llevó a cabo los ritos fúnebres de su hermano.

Shri Rama le dijo a Sugriva, “Por orden mía, ve y recibe la unción como rey de Kishkindha. Yo no entraré a una ciudad por catorce años. Mi hermano Lakshmana te acompañará. Nombra a Angada como príncipe heredero. Durante la estación de las lluvias, yo permaneceré junto con mi hermano en la cima de la colina. Haz vigorosos esfuerzos por encontrar a Sita”.

Sugriva le dijo, “Oh Señor Rama, haré todo lo que me has ordenado”. Habiendo dicho esto, fue a Kishkindha junto con Lakshmana y cumplió con las órdenes de Shri Rama. Luego, Rama fue con Lakshmana a la cima del monte Pravarshna.

Búsqueda de Sita

Shri Rama le dijo a Lakshmana, “A esta altura, no sé si Sita estará viva o muerta. Parece ser que Sugriva es muy desagradecido. Ahora que tiene el reino y que ningún enemigo lo ataca, está rodeado de mujeres, adicto a la bebida. Ni siquiera ha comenzado la búsqueda de mi amada. Ese malvado se ha olvidado de mí. Ve a Kishkindha y amenaza a Sugriva”.

Lakshmana fue a la ciudad y dijo, “Oh Sugriva, despreciable desgraciado, te has olvidado de Shri Rama. La flecha que mató al valiente Vali está esperando para matarte”.

Shri Hanuman dijo, “Oh Lakshmana, el rey de los monos no se ha olvidado de Shri Rama. Millones de monos han llegado desde todas las direcciones. Ellos irán rápidamente en busca de Sita. Sugriva hará todo el trabajo de Rama. Él es más devoto de Rama que tú mismo”.

Entonces, Hanuman, Lakshmana y Sugriva fueron en compañía de Nila, Angada y otros adonde estaba Rama.

Sugriva dijo, “Innumerables monos capaces de asumir diversas formas, todos ellos expertos en la lucha, nacidos de la energía de los dioses, se han reunido en la colina Kulachal. Algunos de ellos poseen la fuerza de un elefante, otros la de diez elefantes, otros la de miríada de elefantes y aún hay otros cuya fuerza es inconmensurable. Algunos son como montañas negras, otros de color dorado, algunos tienen caras rojas y otros tienen larga cabellera; algunos de ellos son semejantes al cristal puro”.

“El principal entre los osos, el muy inteligente Jambavan, quien es el primer ministro, es el líder de un millón de osos. Este es Hanuman, el de grandes proezas. Aquí están Nala, Nila, Gavaya, Gavaksha y Sushena. Son todos iguales a Indra en fuerza. Cada uno de ellos es líder de diez millones de monos. Todos ellos han dejado sus vidas por ti, oh Señor Rama. Ellos luchan con rocas”.

Shri Rama abrazó a Sugriva y le dijo, “Envíalos en busca de Sita”.

Sugriva despachó poderosos monos en todas las direcciones. Para la región del sur, él asignó especialmente monos de gran fuerza. Ellos eran Angada, Jambavan, Nala, Hanuman Sushena, Sharabha, Maindava y Dvivida. Él les dijo, “Busquen cuidadosamente a Sita. Vuelvan a mí después de un mes. Si se demoran un solo día en traer noticias de Janaki, yo los mataré”.

Angada y su grupo fueron por todas partes buscando a Sita. Los monos se cansaron de buscar a Sita. Se dirigieron entonces al pie del sagrado monte Vindhya que se encuentra a orillas del océano del sur. Angada dijo a los monos, “Aún no hemos encontrado a Sita. Hemos llevado a cabo las órdenes del rey, pero si volvemos a Kishkindha, Sugriva nos matará. Es mejor permanecer sentados aquí hasta morir y no de que nos mate Sugriva. No se puede cruzar el océano que es insondable. ¿Qué haremos ahora?” Entonces, todos se sentaron allí dispuestos a morir.

Los monos y Sampati a orillas del mar

Un gran buitre salió de la cueva del monte Vindhya. Al ver a todos los monos, el buitre dijo, “Tengo mucha comida. Voy a comerlos gradualmente, día tras día”. Los monos oyeron las palabras del buitre y dijeron, “Sin duda este buitre nos comerá a todos. No hemos hecho ni una parte del trabajo encomendado por Sugriva. No hemos servido a Sugriva ni nos hemos servido a nosotros mismos. Este buitre nos matará. Iremos a la mansión de Yama. ¡Oh qué afortunado fue el sabio Jatayu, el seguidor del Dharma! Él logró la salvación, alcanzó la morada suprema que ni los Yoguis pueden alcanzar”.

Al oír lo que decían los monos, el gran buitre Sampati dijo, “¿Quiénes son ustedes? Han mencionado el nombre de mi hermano Jatayu que es como néctar para mis oídos. No teman, ¡oh monos! Díganme todo acerca de Jatayu. Estaré muy feliz de escucharlos”.

Angada respondió, “Shri Rama, el hijo de Dasharatha, junto con Lakshmana y Sita, su esposa, vivían en este bosque. Su esposa Sita fue raptada por el malvado Ravana. Al oírla gritar, ‘Rama, Rama’, el rey de los pájaros, Jatayu tuvo una lucha formidable con Ravana, fue herido y murió. Rama lo cremó. Luego, Rama hizo amistad con Sugriva con el fuego como testigo. Rama mató a Vali e instaló a Sugriva como rey de Kishkindha”.

“Luego, Sugriva nos envió en busca de Sita. Dijo que debíamos retornar al cabo de un mes, de otro modo, nos mataría. Hemos estado recorriendo los bosques, ha pasado casi un mes y aún no sabemos nada de Sita. Por lo tanto, estamos sentados aquí, a orillas del mar, dispuestos a morir. Si lo sabes, oh ave, dinos dónde está Sita. Te estaremos inmensamente agradecidos”.

Tras oír las dulces palabras de Angada, Sampati se alegró mucho. Entonces dijo, “Oh jefe de los monos, Jatayu era mi hermano. Después de muchos años, vuelvo a tener noticias suyas. Llévenme cerca del agua para ofrecer oblaciones para mi hermano. Después de eso, los serviré con mi palabra. Les diré cómo cumplir con su misión”.

Los monos llevaron al ave hasta la orilla del mar. Sampati tomó un baño e hizo ofrendas de agua a su hermano. Luego, lo trajeron de vuelta a su lugar.

Sampati dijo, “Hay una ciudad llamada Lanka en la cima del monte Trikuta. Sita vive allí, en el Ashokavana. Está custodiada por mujeres Rakshasas. Esa Lanka está en el medio del océano, a cien Yojanas de aquí. Veo Lanka y también a Sita. No hay duda de ello. Puedo ver tan lejos porque soy un buitre. Aquél que pueda cruzar el océano a una distancia de cien Yojanas indudablemente verá a Sita y regresará”.

Los monos dijeron, “Oh poderoso Sampati, cuéntanos tu historia desde el principio”. Entonces, Sampati dijo, “Jatayu y yo éramos hermanos. Estábamos muy orgullosos de nuestra fuerza. Para probarla, en nuestra arrogancia, volamos hasta alcanzar la órbita del sol. Volamos varios miles de Yojanas. Entonces, Jatayu se quemó. Yo lo cubrí con mis alas, éstas se quemaron con los rayos del sol y yo caí en la cima del monte Vindhya. Estuve inconsciente durante tres días. Luego, abrí los ojos lentamente. Vi un Ashram y me acerqué a él. Chandrama, el jefe de los Munis, me dijo, ‘oh Sampati, ¿por qué tienes las alas quemadas?’ Yo le dije al Muni todo lo que había hecho. El sabio me dijo entonces, “En Treta Yuga, el Señor Narayana encarnará como hijo de Dasharatha. Vendrá al bosque Dandaka junto con su esposa Sita y su hermano Lakshmana para la destrucción de Ravana. Éste raptará a Sita como un ladrón. Entonces, por orden de Sugriva, los monos vendrán a buscarla a orillas del mar. Diles lo que sepas acerca de Sita. Entonces, aparecerán dos nuevas alas en tu cuerpo’”.

“Así me aconsejó Chandrama, el jefe de los Munis. Miren, ¡mis dos alas se han renovado! Son muy suaves. Ahora, me voy. Seguramente verán a Sita. Esfuércense por cruzar el océano”.

“Si hasta un hombre malvado puede cruzar este formidable océano de la vida mundana con sólo recordar el nombre del Señor Rama, ¿cómo no van a poder ustedes cruzar este pequeño océano que tienen delante, ¡oh monos!, siendo que son los queridos devotos de Rama? Les deseo todo lo mejor”.

Hanuman

Los monos discutieron entre ellos acerca de cómo deberían cruzar el océano. Angada les dijo, “¿Cuál de ustedes cruzará el océano y cumplirá la misión del rey? Que ese líder se levante y se acerque inmediatamente. Será el sostén de Shri Rama, de Sugriva y de todos los monos”.

Al oír las palabras de Angada, los líderes permanecieron silenciosos. Se miraban unos a otros pero no decían nada.

Angada dijo, “Que cada uno diga cuál es su capacidad y cuál su habilidad para cumplir con esta misión. Sabremos entonces quién es el que puede lograrlo”.

Entonces, cada uno de los líderes declaró su poder para cruzar el océano. Uno de ellos dijo, “Yo puedo cruzar diez Yojanas”. Otro dijo, “Yo puedo cruzar veinte Yojanas”. Un tercero afirmó poder cruzar treinta Yojanas. Jambavan dijo, “Yo podía cruzar noventa Yojanas. Pero ahora no soy capaz de hacerlo debido a mi vejez”. Angada declaró, “Yo puedo cruzar el océano, pero no sé si tendré fuerza suficiente para regresar”. Jambavan dijo, “Angada, tú eres nuestro rey y guía. No te puedo pedir que lleves a cabo esta misión aunque seas capaz de hacerlo”.

Angada dijo, “Si es así, entonces durmamos en el lecho de hierba como antes. Siendo que ninguno de nosotros puede cumplir con la misión, debemos prepararnos para morir a manos de Sugriva”.

Jambavan le dijo a Hanuman, “Oh Hanuman, ¿por qué estás sentado en silencio siendo que tenemos una gran tarea por delante? Muestra tu fuerza hoy. Eres igual al viento en fuerza. Has nacido para llevar a cabo la misión de Shri Rama. Tan pronto como naciste, al ver al sol elevándose en el horizonte, dijiste, ‘comeré esa fruta madura’ y volaste por el cielo recorriendo quinientas Yojanas. ¿Quién puede describir tu poder y tu grandeza? Levántate. Haz este gran servicio a Shri Rama. Sálvanos. Eres un héroe de firme resolución”.

Al oír las palabras de Jambavan, Hanuman se sintió muy complacido. Rugió como un león. Aumentó su forma alcanzando el tamaño de una montaña. Entonces dijo, “Cruzaré el océano inmediatamente, reduciré Lanka a cenizas, mataré a Ravana junto con toda su familia y traeré a Sita. Con mi mano izquierda ataré a Ravana con una soga, arrancaré Lanka con todas sus montañas y la arrojaré frente a Rama”.

Jambavan dijo, “Oh Hanuman, que el Señor te bendiga. Comienza tu trabajo inmediatamente”.

Con las bendiciones de Jambavan, Hanuman subió a la cima del monte Mahendra y asumió una forma poderosa. Entonces, meditó en Shri Rama, recitó Su nombre e inició su viaje aéreo.

SUNDARA KANDA

Hanuman cruza el océano

Shri Hanuman dijo, “Meditando en Rama en mi corazón, cruzaré este océano que se extiende cien Yojanas”. Tras decir esto, Hanuman saltó y voló sobre el océano a la velocidad del viento.

Los dioses querían comprobar si Hanuman tenía la fuerza necesaria como para entrar en Lanka. Entonces, enviaron a la madre de las serpientes llamada Surasa para que pusiera obstáculos en su camino. Ella se puso delante de Hanuman y le dijo, “Tú serás mi comida. Estoy hambrienta. Ven, entra en mi boca rápidamente”.

Hanuman respondió, “Oh madre, por orden de Shri Rama, ahora voy a ver a Sita. Encontraré a Sita y le informaré a Shri Rama cómo está. Luego, entraré en tu boca. Ahora, déjame pasar”.

Surasa dijo, “Estoy muy hambrienta ahora. Ve después de entrar en mi boca. De otro modo, te comeré”. Hanuman dijo, “Rápido, abre tu boca. Entraré en tu boca y me iré. Estoy muy apurado”.

Hanuman extendió su cuerpo a una Yojana y se paró ante ella. Surasa abrió la boca a cinco Yojanas. Entonces, Hanuman extendió su cuerpo a diez Yojanas. Surasa agrandó su boca a veinte Yojanas. Cuando Hanuman extendió su cuerpo a treinta Yojanas, Surasa agrandó su boca a cincuenta. Entonces, Hanuman se hizo pequeño como un pulgar, entró en la boca y salió. Surasa dijo, “Ve y haz el trabajo de Shri Rama”.

La montaña Mainaka emergió de las aguas por orden del océano y le dijo a Hanuman, “Oh gran mono, yo soy la montaña Mainaka. El océano me ha ordenado que te dé descanso. Ven, siéntate y goza de las frutas deliciosas”.

Hanuman dijo, “No puedo comer nada ni descansar ahora. Voy por la misión de Shri Rama. Debo seguir rápidamente”. Entonces, tocó la cima de la colina con su mano y retomó su vuelo a gran velocidad.

A corta distancia de allí, una Rakshasi llamada Simhika, que solía capturar sombras, capturó la sombra de Hanuman. Éste miró hacia abajo. Cayó en el agua y la mató con su pie.

Después de cruzar el océano, Hanuman vio la ciudad de Lanka situada en la cima del monte Trikuta, llena de árboles frutales de todas clases. Estaba rodeada de murallas y zanjas por todas partes.

Hanuman en Lanka

Por la noche, Hanuman asumió una forma pequeña y entró por la puerta de Lanka. Una Rakshasi lo detuvo y le dijo, “Yo soy la guardiana de Lanka. ¿Quién eres tú que entras en Lanka con la forma de un mono, como un ladrón? ¿Qué es lo que te propones hacer?” Diciendo esto, ella lo golpeó con su pie. Entonces, Hanuman le dio un fuerte golpe de puño. Inmediatamente, ella cayó vomitando sangre. Luego, se levantó y le dijo a Hanuman, “Entra, has conquistado Lanka. Tiempo atrás, Brahma me dijo ‘Narayana encarnará como Rama en la decimoctava Treta Yuga e irá al bosque con Su esposa Sita. Luego, Ravana raptará a Sita. Rama hará amistad con Sugriva y éste enviará monos en busca de Sita. Entonces, uno de los monos vendrá a ti en la noche. Tú lo atacarás y él te golpeará con el puño. Ese será el fin de Ravana’”.

“Hay un hermoso jardín en el palacio de Ravana. En el centro del mismo hay un árbol Shimshipa. Allí se sienta Sita. Ella está custodiada por terribles Rakshasis. Ve a su encuentro. Habla con ella y luego dale a Shri Rama la feliz noticia de que has encontrado a Sita. Hoy recuerdo a Shri Rama. Bendita soy. Ese recuerdo destruye la rueda de nacimiento y muerte. Es muy difícil estar en compañía de devotos. Que Shri Rama tenga piedad de mí. Que se instale en mi corazón”.

Hanuman asumió un cuerpo pequeño y fue de un lugar a otro. Entró al palacio de Ravana y buscó por todas partes, pero no vio a Sita. Pensó, “Sampati me dijo que Sita estaba en el palacio de Ravana, pero no la veo aquí”. Entonces, recordó lo que le había dicho Lankini, la guardiana de Lanka. Inmediatamente, se dirigió al hermoso Ashokavana. Tenía estanques hechos de gemas. Estaba rodeado de palacios de oro. Vio allí un árbol Shimshipa. Al pie del mismo, Hanuman vio a Sita. Estaba demacrada y con su ropa sucia. Dormía sobre la tierra. Repetía “Rama, Rama”.

Hanuman pensó, “He logrado mi cometido. He visto a Sita. He cumplido con la misión de Rama”. Él estaba escondido entre las ramas del árbol.

Ravana fue al jardín y le dijo a Sita, “Oh hermosa mujer, te amo. Conviértete en mi reina. Deja ya esta tontería. Mira mi prosperidad, mi fortuna y mi fama. ¿Qué harás con Rama, que está vestido con cortezas? He mandado a mucha de mi gente a buscarlo. No pudieron encontrarlo. ¿Qué puedes hacer con Rama que no te desea a pesar de que tú lo quieres tanto? A pesar de que le das todos los placeres, que haces todo por él y que él lo disfruta, Rama ni siquiera es consciente de ello. Así que es un desagradecido, un desgraciado desprovisto de todas las cualidades. Él no te ama. Tú estás hundida en el sufrimiento. A pesar de ello, no ha venido. Sin el sentido de posesión, es un tonto y se cree sabio. Yo estoy muy apegado a ti. Conviértete en mi esposa. Rama es un vagabundo de los bosques. Dudo de que viva siquiera. Si me aceptas, te convertirás en la soberana de las mujeres, de los devas, de los Gandharvas, los Yakshas y los Kinnaras”.

Al oír a Ravana decir esas palabras indecentes, Sita puso una brizna de hierba entre ella y Ravana, y le dijo, “Temeroso de Raghava, adoptaste la forma de un mendicante en ausencia de Rama y Lakshmana, y me raptaste clandestinamente. Cosecharás el fruto de tu acción muy pronto. Shri Rama pronto secará el océano con sus flechas o hará un puente sobre él, y vendrá a matarte en batalla. Después de matarte a ti, a tus hijos y a tu ejército, regresará a Ayodhya. Yo soy devota de mi esposo. Él es mi Señor eterno. Observa el Dharma. Sigue las reglas del Dharma. Lleva una vida virtuosa. Las esposas de otros deben ser protegidas como propias. Tú tienes una mente pervertida. Eres inmoral. Refrénate y llévame de vuelta con Shri Rama. Sólo eso será bueno para ti y te salvará. De otro modo, es seguro que encontrarás tu muerte”.

Al oír estas duras palabras de Sita, Ravana se enfureció. Levantó su espada y avanzó para matarla. Entonces, Mandodari (su esposa) lo detuvo y le impidió llevar a cabo esa acción ruin.

Ravana le dijo a Sita, “Si en el lapso de dos meses te sometes a mí, gozarás de toda clase de placeres conmigo. Pero si no aceptas compartir mi lecho dentro de los dos meses, te convertirás en uno de los platos para mi almuerzo”. Tras decir esto, Ravana regresó a su palacio.

Las Rakshasis se acercaron a Sita y la aterrorizaron con amenazas. Una de ellas dijo, “Voy a cortar el cuerpo de Sita en pedazos”. Otra abrió bien grande su terrible boca y amenazó a Sita. Una de ellas le dijo, “Tu juventud ha sido desperdiciada. Conviértete en la esposa de Ravana. Será provechoso para ti”.

Otra Rakshasi, Trijata, la hija de Vibhishana, dijo, “Oh malvadas Rakshasis, no atormenten a Sita que está llorando. Inclínense ante ella. Yo tuve un sueño. Vi a Rama junto con Lakshmana. Tras quemar toda Lanka y matar a Ravana en batalla, Rama llevaba a Sita con él. Vi a Ravana vistiendo un collar hecho con los cráneos de sus propios hijos y nietos. Vibhishana se entregaba a Shri Rama y servía Sus pies con reverencia”.

“Rama matará a Ravana y su familia, y le dará el reino a Vibhishana. Tomará a Sita en Sus brazos y volverá a Su ciudad. No hay duda de ello”. Al oír las palabras de Trijata, las Rakshasis se asustaron y se fueron a dormir.

Sita lloró durante largo tiempo. Tomó una rama del árbol y se decidió a morir. Pensó para sí, “Las Rakshasis me comerán. Debo dejar este cuerpo colgándome. ¿De qué sirve vivir aquí, entre Rakshasas? Mi cabello es lo suficientemente largo como para servir de soga y colgarme”.

Visita de Hanuman a Sita

Hanuman oyó la conversación que tuvo lugar entre Ravana y Sita. Él quería consolar a Sita, quien se había decidido a ahorcarse. Lentamente, dijo las siguientes palabras para que Sita lo escuchara: “Hubo un gran rey llamado Dasharatha, el señor de Ayodhya. Él tuvo cuatro hijos. Ellos eran Rama, Lakshmana, Bharata y Shatrughna. Por orden de su padre, Shri Rama fue al bosque Dandaka con su hermano Lakshmana y su esposa Sita. Vivía a orillas del río Godavari en el Pañchavati. Allí, en ausencia de Rama, Ravana raptó a Sita. Entonces, Rama salió en busca de Sita. En el camino, encontró a Jatayu, el rey de los pájaros, yaciendo en el suelo. Lo envió al cielo y luego se dirigió a la montaña Rishyamuka”.

“Rama hizo amistad con Sugriva. Mató a Vali, el hermano de Sugriva, y coronó a éste como rey. Luego, Sugriva reunió a los monos y los envió a buscar a Sita en todas direcciones. Yo soy uno de esos monos y ministro de Sugriva. Tras recibir las instrucciones de Sampati, crucé rápidamente el océano que se extiende cien Yojanas. Vine a la ciudad de Lanka en busca de Sita. Buscándola, llegué al Ashokavana. La he encontrado bajo el árbol Shimshipa hundida en el pesar y la congoja. He logrado mi objetivo”.

Sita oyó todo ello debidamente. Estaba sorprendida. Pensó para sí, “¿Es un sueño, una ilusión de mi mente, o es cierto? No puedo dormir debido a la angustia, ¿cómo puede ser una ilusión?”

Entonces, ella dijo, “Quien haya dicho eso, que es como néctar para mis oídos, que esa gran alma que ha pronunciado esas palabras se muestre ante mí”.

Hanuman oyó las palabras de Sita. Descendió del árbol lentamente y se presentó ante ella. Se postró y permaneció ante ella con las palmas juntas.

Sita se asustó y pensó que Ravana había venido para seducirla por medio de una ilusión bajo la apariencia de un mono. Entonces Hanuman le dijo, “Oh venerable madre, yo no soy lo que sospechas. Abandona esa duda. Yo soy el esclavo de Rama, el Señor Supremo. Soy el ministro de Sugriva, el señor de los monos. Soy el hijo de Vayu, el dios del viento”.

Sita dijo, “¿Cómo puede haber compañerismo entre monos y hombres como para que seas el esclavo de Rama como dices?”.

Hanuman respondió, “Shri Rama fue a la montaña Rishyamuka por sugerencia de Shabari. Sugriva vio a Rama y a Lakshmana cuando estaban sentados en la montaña. Él me envió a investigar su propósito. Yo fui a ver a Shri Rama y comprendí que sus intenciones eran puras. Los senté a los dos en mis hombros y los llevé con Sugriva, de quien se hicieron amigos”.

“Vali, el hermano mayor de Sugriva, tenía cautiva a la esposa de éste. Shri Rama mató a Vali e instaló a Sugriva en el trono. Sugriva envió a poderosos monos para que te buscaran en todas partes. Shri Rama me dijo, ‘esta misión que les encomiendo depende totalmente de ti. Informa a Sita que tanto yo como Lakshmana estamos bien. Dale a Sita este hermoso anillo que lleva grabado mi nombre, para que lo reconozca’. Tras decir esto, se quitó el anillo de su dedo y me lo dio. Lo he traído con mucho cuidado. Oh venerable madre, mira el anillo”. Hanuman le dio el anillo a Sita, se inclinó ante ella y se mantuvo a distancia con las palmas juntas.

Sita se sintió desbordada de alegría al ver el anillo con el nombre de Rama. Lo puso sobre su cabeza y derramó lágrimas de alegría.

Sita dijo, “Dile a Rama de mi condición. Que se compadezca de mí. Tengo un plazo de vida de dos meses. Si Rama no viene, Ravana me comerá”.

Hanuman dijo, “Rama vendrá pronto junto con Lakshmana, Sugriva y su ejército. Sin duda, Él matará a Ravana y te llevará a Ayodhya. Oh venerable madre, dame algo que pruebe que te he visto para que Shri Rama confíe en mí”.

Sita dijo, “Dile a Shri Rama y a Lakshmana que estoy muy ansiosa por saber acerca de ellos”. Entonces se quitó de la cabeza la resplandeciente joya Chudamani y se la dio a Hanuman diciendo, “Con esto, Rama te creerá”.

Sita dijo, “Oh Hanuman, dile algo más para que sirva de reconocimiento. Un día, en el Chitrakuta, Shri Rama puso su cabeza en mi falda y se durmió. El hijo de Indra asumió la forma de un cuervo. Me picó el pecho haciéndolo sangrar y quiso comer la carne. Entonces, Rama se despertó y vio mi herida. Al ver al cuervo en frente de mí con el pico lleno de sangre, tomó una pajita, la cargó con el Brahmastra y se la arrojó. El cuervo huyó recorriendo todos los  mundos. Ni siquiera Indra y Brahma pudieron protegerlo. Entonces, volvió y cayó a los pies de Rama. Shri Rama dijo, ‘este arma es infalible. Entrega uno de tus ojos y vete de aquí’. El cuervo dio su ojo izquierdo y se fue. Oh Hanuman, recuérdale a Shri Rama este evento para que me reconozca”.

Shri Hanuman tomó la joya con gran regocijo y se postró repetidamente ante Sita. Ella le dijo, “¿Cómo van a luchar con los Rakshasas? ¿Todos los monos son tan pequeños como tú?” Entonces, Hanuman le mostró su forma enorme como los montes Meru y Mandara. Sita quedó maravillada y le dijo, “Tú puedes tener éxito”.

Shri Hanuman pensó, “Vine aquí para hacer el trabajo de mi Señor. Debo hacer algo más. Debería ver a Ravana y hablarle”. Entonces, comenzó a arrancar y destruir los árboles del Ashokavana. Mató a muchas Rakshasis. Ellas le informaron a Ravana de todo lo que había hecho Hanuman. Ravana envió un ejército de Rakshasas para atacarlo. Hanuman tomó la masa y batió a los Rakshasas en un abrir y cerrar de ojos. Ravana se enfureció. Envió a cinco de sus generales y a siete hijos de sus ministros. Hanuman los mató a todos. Entonces, Ravana envió a su hijo Akshaya Kumar. Hanuman le golpeó la cabeza con su masa.

Entonces, el mismo Indrajit fue a atacar a Hanuman y le disparó sus flechas. Hanuman las rompió y rugió como un león. Tomó una columna y mató al cochero y a los caballos de Indrajit, y rompió su carro en pedazos. Entonces, Indrajit ató a Hanuman con el Brahmastra y lo llevó ante la presencia de Ravana. Hanuman se dejó atar por respeto al Brahmastra.

El Brahmastra desapareció debido al don que Brahma le había dado a Hanuman. Ravana dijo, “Oh Prahasta, pregúntale a este mono por qué ha venido aquí, cuál es su misión, desde dónde ha venido, por qué destruyó el Ashokavana y mató a tantos Rakshasas”.

Prahasta le preguntó a Hanuman, “Oh mono, ¿quién te ha enviado? No temas. Te liberaré. Di toda la verdad en presencia del rey”.

Entonces, Hanuman dijo, “Oh Ravana, escucha bien lo que te digo. Yo soy el mensajero de Shri Rama, el que mora en el corazón de todos, que es el Señor de todos, cuya esposa tú has raptado para tu propia destrucción, al igual que un perro que se lleva las oblaciones del sacrificio. Shri Rama fue al monte Matanga e hizo amistad con Sugriva en presencia del fuego. Mató a Vali con una flecha e instaló a Sugriva como rey”.

“Este jefe de los monos, dotado de gran fuerza y poder, está furioso contigo. Está ahora en la colina Varsha con diez millones de monos poderosos. Rama y Lakshmana lo acompañan. Por orden de Rama, Sugriva buscó a Sita en todas direcciones. Yo soy el hijo del dios del viento. He venido en busca de Sita y la he visto aquí. Destruí el bosque porque soy un mono. Maté a los Rakshasas para proteger mi cuerpo. Meghanada me ató con el Brahmastra y me trajo hasta aquí”.

“El arma de Brahma sólo me tocó. Desapareció debido a un don que me dio Brahma. He venido aquí con el corazón lleno de compasión para decirte lo que te conviene hacer”.

“Lleva una vida virtuosa y divina que te conducirá a la liberación final. Tú eres un Brahmana nacido en una familia noble. Eres nieto de Pulastya y hermano de Kubera. No eres un Rakshasa. Tú no eres este cuerpo físico. Estás más allá de todas las modificaciones. El sufrimiento surge del cuerpo denso y de la ignorancia, y es tan falso como los objetos vistos en un sueño. En esencia, tú eres el Atma inmutable. Así como el Akasha, que todo lo penetra, no es contaminado por lo que entra en contacto con él, también el Atma, a pesar de morar en tu cuerpo, no es afectada por nada. La idea de que el cuerpo es el Atma es el origen de toda esclavitud”.

“El cuerpo no es el Ser. Es una modificación de la tierra. El aliento vital es una modificación del viento. La mente no es el Ser. Es una modificación de Prakriti, la materia primordial”.

“El Atman es una personificación de beatitud y conocimiento. Está más allá de toda modificación. Es distinta del conjunto del cuerpo y el resto (mente, sentidos, etc.). El Atman es el Señor de todo. Tomando conciencia de que uno es la inteligencia misma, la beatitud misma, que no tiene nacimiento ni decadencia, alcanza la emancipación final. Este Atman es inmaculada y libre de toda falta. Está más allá de todo lo que se le atribuye (cuerpo, mente, etc.). Sabiendo que el Ser es tal, uno se libera del nacimiento y de la muerte”.

“Te diré cuáles son los medios para obtener la liberación final de la rueda de nacimiento y muerte. Devoción a Vishnu es un gran purificador del corazón. De la devoción, surge el conocimiento. El conocimiento da lugar a la Experiencia del Ser. Conociendo bien esto, uno va a la morada suprema y se funde en el Ser Supremo”.

“Por lo tanto, hoy mismo, adora al Señor Vishnu que es el Señor Rama, el esposo de Sita. Ella es la Diosa Lakshmi. Abandona esta actitud tonta de enemistad. Sirve a Rama. Lleva a Sita, ve con tu familia e inclínate ante el Señor Rama. Te liberarás de todo temor”.

“Sin desarrollar devoción a Rama, que es el Ser de todo, que reside en el corazón, que es todo beatitud, que es sin segundo, ¿cómo puede el hombre cruzar el océano de la vida mundana cuyas olas son el sufrimiento, el dolor y la miseria?”

“Si no me escuchas, te quemarás en el fuego de la ignorancia. Caerás en el pozo de la ignorancia mediante tus malas acciones. No tendrás ni una sombra de liberación. No serás capaz de salvarte debido a la enemistad que sientes por Rama”.

Ravana oyó el discurso de Hanuman y se enfureció con él. Entonces, dijo, “¿Por qué dices esas tonterías en mi presencia como si no tuvieras miedo. Eres el peor de los monos. Mataré a Rama, el más despreciable de los hombres, al igual que a Sugriva. A ti te mataré en este mismo momento y también mataré a Sita”.

Hanuman respondió, “Oh malvado Ravana, ni siquiera diez millones de seres como tú pueden igualarme”. Ravana se encolerizó y dijo a los Rakshasas, “Corten a este mono en pedazos”. Entonces, Vibhishana lo interrumpió y dijo, “Oh rey, no deberías matar a un mensajero enviado por otro rey. Si matas al mono, ¿quién le dará el mensaje a Rama para que venga y puedas así matarlo como quieres? Piensa en algo que sea semejante a matarlo. Que el mono vaya con esa marca de modo que, al verlo, Rama venga rápido a ti junto con Sugriva y su ejército de monos”.

Hanuman quema Lanka

Ravana dijo, “Los monos aprecian mucho su cola. Envuelvan su cola con tela y préndanle fuego. Llévenlo por toda la ciudad y luego despáchenlo. Que todos los líderes monos vean esto”.

Los Rakshasas envolvieron la cola de Hanuman con tela empapada en aceite. Le prendieron fuego, ataron a Hanuman con sogas y lo arrastraron por toda la ciudad anunciando a son de trompeta: “Este mono es un ladrón”.

Hanuman achicó su tamaño y se liberó de las ataduras. Luego asumió una forma inmensa como una montaña, tomó una columna y mató a los Rakshasas. Saltando de casa en casa, quemó toda Lanka. La ciudad entera fue reducida a cenizas con excepción de la casa de Vibhishana.

Luego, Hanuman saltó al mar y se refrescó. El fuego no quemó su cola. Mediante el recuerdo del nombre de Rama, se extinguen incluso los tres tipos de fuegos del Samsara, el Adhyátmico, el Adhibháutico y el Adhidáivico. ¿Cómo entonces podía el fuego común quemar al mensajero especial de Shri Rama?

Desde allí, Hanuman fue a ver a Sita. Le informó de todo lo acontecido y se postró ante ella diciendo, “Ahora voy adonde está Rama. Él vendrá pronto con su hermano para verte”.

Sita dijo, “Viéndote, me he olvidado de mi pena. Ahora te vas. ¿Cómo voy a vivir sin saber nada acerca del bienestar de Rama?”

Hanuman dijo, “Sube sobre mis hombros. Te llevaré enseguida con Rama”.

Sita respondió, “Shri Rama debería venir aquí, matar a Ravana en combate y luego llevarme de regreso. Eso hablará de su eterna gloria”.

Entonces, Hanuman se dirigió al pie de la montaña para cruzar el océano. Saltó sobre el mismo y rugió cuando estaba llegando a destino. Los otros monos se alegraron mucho. Rugieron fuerte y dijeron, “Hanuman ha regresado después de cumplir su cometido”. Hanuman descendió de la cima de la colina y les dijo, “He visto a Sita, he destruido Lanka y sus bosques, y también he hablado con Ravana”. Todos los monos abrazaron a Hanuman con gran regocijo y dijeron, “Vayamos a ver a Rama y a Sugriva ahora mismo”. Entonces, marcharon todos rápidamente hacia el encuentro de Rama y Sugriva. En el camino, ellos entraron en el Madhuvan de Sugriva, golpearon a los guardias, comieron las frutas y bebieron la miel.

Visita de Hanuman a Rama

Luego, Hanuman, Angada y otros se presentaron ante Rama y Sugriva. Hanuman se postró ante Rama y dijo, “He visto a Sita. Está bien. Ella ha preguntado acerca de tu bienestar y el de Lakshmana. Está viviendo en el Ashokavana debajo de un árbol Shimshipa. Está enflaquecida. La custodian mujeres Rakshasas. Ella viste ropa sucia y no come. Está siempre repitiendo ‘oh Rama, oh Rama’. Me oculté en la copa de un árbol y le relaté tu historia, tu nacimiento, tu ida al bosque Dandaka y cómo Ravana había raptado a Sita en tu ausencia, la forma en que hiciste amistad con Sugriva, cómo mataste a Vali y el envío de monos que hiciera Sugriva para buscar a Janaki. Yo dije, ‘poderosos monos han salido en todas direcciones. Yo soy uno de ellos y he venido hasta aquí’. Ella se alegró mucho al oírme y dijo, ‘¿quién ha hecho que oyera esas dulces palabras que son como néctar para mis oídos? Que venga y se presente ante mí’. Entonces, yo aparecí frente a ella y me postré”.

“Ella me preguntó quién era y yo le conté todo en detalle. Luego le di el anillo que me habías dado. Entonces, ella confió plenamente en mí y me dijo, ‘oh Hanuman, dile a Shri Rama cómo me tratan las Rakshasis’. Yo le dije, ‘oh venerable madre, Shri Rama está siempre pensando en ti, Él está penando por ti día y noche. Tan pronto como se entere de que estás en el Ashokavana, vendrá a Lanka inmediatamente junto con Sugriva, Lakshmana y el ejército de monos. Matará a Ravana y te llevará a Ayodhya. Dame alguna prueba para que el Señor me crea”.

“Ella me dio esta joya Chudamani que tenía atada a su cabello y me relató el incidente del cuervo que tuvo lugar en la montaña Chitrakuta. También me dijo que no viviría más de dos meses, que Ravana la comería si Shri Rama no iba a rescatarla dentro de ese plazo”. Entonces, Hanuman le dio a Shri Rama la joya Chudamani.

Shri Rama dijo, “En verdad, esta joya brilla en la cabeza de mi amada. Cuando la miro, pienso que Sita ha regresado”.

Hanuman continuó, “Oh Señor, ella dijo con los ojos llenos de lágrimas, ‘dile a Shri Rama acerca de mi condición. Pídele a Lakshmana que me perdone por las duras palabras que le dirigí debido a mi ignorancia. Haz lo necesario para que Rama me libere de esta angustia’. Ella lloró amargamente debido a su pesar. Yo la reconforté diciendo, ‘le diré todo a Shri Rama. Oh venerable madre, Shri Rama y Lakshmana vendrán rápido a ti. Ellos destruirán a Ravana, sus hijos y a todo el ejército de Rakshasas. Pronto verás a Shri Rama volver a Ayodhya junto contigo”.

“Luego, destruí el Ashokavana, maté a muchos Rakshasas y a Akshaya Kumar, el hijo de Ravana, y quemé toda Lanka”.

Shri Rama estaba inmensamente complacido de oír las palabras de Hanuman. Él dijo, “Oh poderoso héroe, has hecho lo que ni siquiera los dioses pueden hacer. No tengo nada para ofrecerte como recompensa por el servicio que me has hecho. Oh Hanuman, te doy todo lo que tengo”. Entonces, Shri Rama lo abrazó y derramó lágrimas de amor. Shri Rama dijo, “Tú me eres muy querido, es muy difícil en este mundo poder abrazarme”.

La gente obtiene la morada suprema de Hari adorando Sus pies de loto con hojas de Tulasi y otras ofrendas. ¡Qué decir entonces de Hanuman, al que Shri Rama abrazó debido a la acumulación de actos virtuosos en el pasado!

YUDDHA KANDA

Shri Rama le dijo a Sugriva, “Esta es la hora más auspiciosa, haz los preparativos para la marcha de nuestro ejército”. Sugriva, el comandante en jefe del ejército, dirigió a los monos. Todo el ejército acampó a orillas del océano.

Cuando Ravana se enteró de las hazañas de Hanuman en Lanka, algo que ni siquiera los dioses podían hacer, se sintió avergonzado. Llamó a sus ministros y les dijo, “Rama se dirige hacia la ciudad de Lanka. Seguramente, cruzará el océano con facilidad. Un solo mono ha causado gran daño. Quemó toda la ciudad y también encontró a Sita. Quiero la opinión de todos ustedes”.

Los poderosos Rakshasas dijeron, “Mataremos a Rama, a Lakshmana, a Sugriva y a Hanuman ese mismo día”. Vibhishana los interrumpió y dijo, “Querido hermano, ni Kumbhakarna ni Indrajit pueden enfrentarse a Rama en combate. Rama no te ha hecho nada malo. Tú has raptado a su esposa como un ladrón. Shri Rama siempre sigue el sendero de la rectitud. Es un pecado atroz pensar en la esposa de otro hombre. Eso echará a perder tu buen nombre y también destruirá tu vida. Por favor, devuélvele Sita a Shri Rama inmediatamente. Rama es muy poderoso. No podrás escapar aunque los devas o el mismo Señor Shiva te protejan”.

El malvado Ravana no aceptó el sabio y beneficioso consejo de Vibhishana. Él dijo, “No le temo a Rama. No voy a devolver a Sita. Él no podrá luchar conmigo incluso si se presenta a luchar con los dioses de su parte. Tú eres un enemigo disfrazado de amigo. Yo soy tu benefactor. No estás haciendo lo que es bueno para mí. Eres una persona despreciable y desagradecida. Los propios parientes siempre desean nuestra destrucción. Uno podría vivir con una cobra venenosa, pero nunca debería vivir con alguien que habla como amigo y se comporta como enemigo en tiempos de peligro. Si cualquier otro Rakshasa hubiera pronunciando una sola de esas palabras, yo lo habría matado en ese mismo momento. Vergüenza de ti, oh el más bajo de la familia de los Rakshasas. Puedes unirte a Rama y servirlo”.

Vibhishana se fue inmediatamente de la asamblea y le dijo a Ravana, “Dije lo que es beneficioso para ti. Tú me has insultado. Aún así, tú eres mi hermano mayor y un padre para mí. Pero no sigues el sendero de la rectitud. Estás corriendo hacia tu propia destrucción. Rama te matará a ti y a tus hijos. Me voy con Shri Rama”.

Entrega de Vibhishana

Vibhishana renunció a su familia y a todos los parientes, y fue adonde estaba Shri Rama con el deseo de servirlo con devoción.

Vibhishana dijo a Rama, “Oh Rama, yo soy Vibhishana, el hermano menor de Ravana. He sido abandonado por mi hermano. Por lo tanto, he venido a buscar refugio en Ti. Le pedí una y otra vez que enviara a Sita contigo. Pero él no me escucha, parece estar empujado por el destino”.

Sugriva le dijo a Rama, “No deberías confiar en este despreciable y falso Rakshasa. Es el poderoso hermano de Ravana. Nos matará encontrando nuestros puntos débiles. Dame la orden y haré que los monos lo maten”.

Hanuman dijo, “Vibhishana ha oído de tus poderes y ha encontrado debilidad en Ravana. Él ha venido aquí con la intención de obtener el reino”. Shri Rama dijo, “Nunca abandonaría a alguien que ha venido a mí como amigo, incluso si tuviera mala intención. Él ha buscado refugio en mí. Si el mismo Ravana viniera a pedir mi protección, yo se la daría. Incluso si un enemigo busca el asilo de otro, aquél que quiere cumplir con su deber aún a costa de su propia vida debe protegerlo. Quienquiera busque mi protección al menos una vez, diciendo ‘yo soy tuyo’, yo lo protegeré de todas las criaturas. Ese es mi voto”.

Rama abrazó a Vibhishana y dijo a Lakshmana, “Trae agua del océano. Lo ungiré como rey de Lanka”. Shri Rama nombró a Vibhishana rey de Lanka con el agua que le trajera Lakshmana. Shri Rama dijo, “Mientras el sol y la luna continúen brillando, mientras la tierra conserve su lugar, mientras mi historia se mantenga en el mundo, él gobernará Lanka”.

El dios del océano no se presentó ante Rama. Entonces, Rama tomó su arco y su flecha queriendo secar el océano. El mar se agitó y retrocedió una Yojana de su costa. El dios del océano salió y dijo, “Que Nala construya un puente sobre mis aguas”. Entonces, con la ayuda de los monos, Nala construyó un puente de cien Yojanas de extensión. Los monos cruzaron el océano rápidamente a través del puente.

Shri Rama le dijo a Angada, el hijo de Vali, “Ve a ver a Ravana y dale mi mensaje: ‘Oh miserable Rakshasa, estoy esperando a las puertas de Lanka. Yo soy tu castigador. Muéstrame la fuerza con la que raptaste a Sita como un ladrón. Con mis flechas destruiré a los Rakshasas por completo si no buscas mi protección tras devolver a Sita. Vibhishana, que es virtuoso, será el rey de Lanka. Si te presentas ante mi vista tan solo una vez, no  tendrás posibilidad de regresar vivo”.

Angada repitió el mensaje de Shri Rama ante Ravana. Éste se enfureció y ordenó a los Rakshasas que se prepararan para luchar.

Los líderes monos, Hanuman, Angada, Kumuda, Nila, Nala, Sharabha, Maina, Dvivida, Jambavan, Dahivakra, Keshari y Tara con sus millones de tropas sitiaron la ciudad por todos sus lados. Rama levantó su arco y lanzó una flecha con la forma de una media luna que cortó en un instante las miles de sombrillas y la corona de Ravana.

Atikaya, Prahasta, Manada, Mahodara, Devashatru, Nikumbha, el hijo de Kumbhakarna, Devantaka y Narantaka lucharon con bravura contra los líderes monos atacándolos con jabalinas, dagas, lanzas, flechas y otras armas diversas.

Rama mató a algunos Rakshasas. Hanuman, Sugriva, Angada y Lakshmana mataron a otros. A pesar de que Rama era el Señor de todos, tomó una forma humana para engañar al mundo y jugó el juego de la guerra entre otras acciones.

Ravana le pidió a Vidyujjihva, un hechicero, que recurriendo a su magia creara la cabeza y el arco de Rama. Inmediatamente, Vidyujjihva creó una cabeza y un arco ilusorios. Ravana estuvo muy complacido al verlos y fue al Ashokavana a ver a Sita con la cabeza.

Ravana dijo, “Oh tonta mujer, ¿qué ganarás pensando en Rama? Él está muerto. Abandona tu apego por él. Sé la señora del palacio”.

Entonces, Ravana dijo, “Vidyujjihva, pon la cabeza de Rama enfrente de Sita. Que vea con sus propios ojos la miserable condición de su esposo”. Ravana le dijo a Sita, “Esta es la cabeza de Rama. El heroico Prahastha lo ha matado y ha traído su arco y su carcaj. Sé mi esposa, oh Sita”.

Sita vio con sus propios ojos la cabeza de Rama y su arco. Se sintió abrumada por el dolor. Entonces, le dijo a Ravana, “Llévame inmediatamente con mi esposo muerto, me mataré sobre su cadáver”. Ravana dejó el bosque Ashoka y prosiguió al salón de asambleas ya que tenía que consultar con sus ministros sobre las medidas urgentes. Tan pronto como dejó el lugar, la cabeza y el arco mágicos desaparecieron instantáneamente.

Muerte de Kumbhakarna

Ravana ordenó a los Rakshasas que despertaran a Kumbhakarna de su sueño. Ellos cumplieron con su orden. Kumbhakarna se acercó a Ravana y le dijo, “Oh querido hermano, ¿qué debo hacer?”

Ravana dijo, “Debido a que estabas profundamente dormido, no estás enterado del terror que ha causado Rama. Él y sus seguidores han cruzado el océano. Ahora están en Lanka. Están causando gran destrucción entre nuestros Rakshasas. Los monos ya han matado a muchos de ellos en combate. Salva a la ciudad de Lanka. Destruye a esos monos y a los dos hermanos”.

Kumbhakarna dijo, “Oh rey, lo que dije cuando consultaste va a suceder como fruto de tu acción perversa. Sigue el consejo que te dio Vibhishana. Eso será altamente beneficioso para nosotros. Haz lo que te parezca”.

Ravana se enojó mucho al oír las palabras de Kumbhakarna y le dijo, “No se te trajo aquí para que me dieras lecciones de sabiduría, ¡oh sabio! Me das instrucciones como un venerable Guru que enseña acerca del deber. Si te place, cumple mi orden y lucha. Si no, ve y duerme profundamente”.

Kumbhakarna dijo, “¡Alégrate, oh rey! Traeré la cabeza de Rama desde el campo de batalla en un instante”.

Kumbhakarna rugió y causó pavor entre los monos. Él empuñó su Gada y lanzó al enemigo en todas direcciones.

Shri Rama cortó el brazo derecho de Kumbhakarna con el Vayvastra y el izquierdo con el Indrastra. Disparó el Indrastra que le cortó la cabeza. Los Rakshasas informaron a Ravana de la muerte de su hermano.

Al oír que Rama había matado a su valiente hermano, Ravana se sintió embargado de dolor. Se dijo, “Ha matado al bravo Kumbhakarna. ¿Cómo voy a vencer a Rama? No escuché el beneficioso consejo de mi hermano menor, Vibhishana. No actué siguiendo sus sabias instrucciones. Es por eso que estoy sufriendo. Todo eso se debe a mi ignorancia. Expulsé el virtuoso Vibhishana. Por esa razón, estoy ahora en una condición miserable. Rama es muy poderoso. Sus armas también son muy poderosas y han matado a mis Rakshasas”.

Muerte de Meghanada

Ravana le ordenó a su hijo Meghanada que luchara contra Shri Rama y Lakshmana. Meghanada había llevado a cabo siete sacrificios. Había hecho un difícil sacrificio en honor al Señor Shiva y había obtenido dones de Él. Podía ir adonde quería. Podía vivir en el cielo y había obtenido Tamasa Maya. Mediante esta Maya, podía producir oscuridad haciendo que nadie pudiera ver nada. Tenía un arco invencible, una carcaj inagotable y armas terribles para aniquilar al enemigo. Él había realizado el sacrificio en Nikumbhila. Lo llamaban Indrajit porque había vencido a Indra.

Indrajit le dijo a su padre, “Venerable padre, abandona toda pena. Yo mataré a tus enemigos. Iré al Nikumbhila, propiciaré al fuego y obtendré carros y armas. Después de eso, nadie podrá vencerme. Me volveré imbatible e invulnerable para el enemigo”. Tras decir esto, se dirigió rápidamente hacia el lugar del sacrificio del Homa. Estaba vestido con un atuendo rojo, llevaba una guirnalda roja y su cuerpo estaba cubierto por ungüentos rojos. Él comenzó a realizar el Homa en el altar Nikumbhila, en silencio.

Vibhishana le informó a Rama que Indrajit estaba realizando el Homa y le dijo, “Oh Señor, si Indrajit completa el Homa, ni dioses ni hombres podrán vencerlo. Por lo tanto, Lakshmana debería matarlo inmediatamente. Sólo aquél que haya vivido doce años sin comer ni dormir podrá matar a Indrajit. Eso ha sido ordenado por Brahma. Para poder servirte, Lakshmana no ha comido ni dormido desde que salió de Ayodhya. Envía a Lakshmana junto conmigo. Sin duda, él matará a Indrajit”.

Entonces, Shri Rama le ordenó a Lakshmana que acompañara a Vibhishana y matara a Indrajit. Ambos se dirigieron hacia el Nikumbhila. Vibhishana le dijo a Lakshmana, “Observa a los Rakshasas. Aquello que se asemeja a una nube oscura es el ejército Rakshasa. Prepárate para abrirte paso, con gran esfuerzo, a través de este poderoso ejército. Entonces, podrás ver a Indrajit. Atácalo antes de que complete el sacrificio”.

Lakshmana hizo llover flechas sobre los Rakshasas que custodiaban al Homa y a Indrajit. Éste abandonó el Homa y salió inmediatamente. Subió a su carro con arco en mano y desafió a Lakshmana a luchar. Hubo una gran batalla entre ellos. Lakshmana fijó el Indrastra a su arco, extendió su arco y dijo, “Si Shri Rama, el hijo de Dasharatha, es devoto del Dharma, está establecido en la verdad y su valor es incomparable en los tres mundos, que esta flecha mate al hijo de Ravana”. Tras decir esto, Lakshmana tensó su infalible arco hasta la oreja y le disparó. La flecha hizo que la cabeza de Indrajit se desprendiera del cuerpo y cayera al suelo.

Entonces, Lakshmana y Vibhishana fueron a ver a Shri Rama y le informaron acerca de la muerte de Indrajit. Shri Rama dijo, “Bien hecho, Lakshmana. Estoy inmensamente complacido. Has logrado algo que era muy difícil de lograr. Con la muerte de Meghanada, está todo ganado”.

Cuando Ravana se enteró de la muerte de Indrajit, se desvaneció y cayó al piso. Luego recobró su conciencia y lloró mucho por la pérdida de su hijo.

El Homa de Ravana

Ravana fue a ver a Shukracharya, el maestro de los Asuras, y le dijo, “Oh venerable Guru, todos los Rakshasas han sido muertos. Estoy en gran desgracia. ¿Cómo puedo obtener la victoria en la batalla?”

Shri Shukracharya respondió, “Ofrece oblaciones al fuego cuidadosamente. Si no hay ningún impedimento en el Homa, surgirá del fuego un gran carro para ti junto con caballos, carcajas, arcos y flechas. Armado con ellos te volverás invencible. Recibe estos Mantras que te doy y haz el Homa rápidamente”.

Ravana comenzó a realizar el sacrificio lentamente. Vibhishana le mostró a Shri Rama el humo del Homa y le dijo, “Oh Señor, Ravana ha comenzado a hacer el Homa. Si lo completa, será muy difícil vencerlo. Envía a los líderes monos para que obstaculicen la realización del Homa”. Shri Rama envió a Sugriva, a Angada, a Hanuman y a otros poderosos guerreros. Sarsa, la esposa de Vibhishana, les hizo señas para indicarles el lugar del sacrificio.

Los monos entraron en la cueva y golpearon a los oficiantes del sacrificio. Hanuman le arrebató a Ravana de la mano el cucharón del sacrificio y lo golpeó. Angada entró al palacio de Ravana, ató a Mandodari y la trajo de los cabellos. Los monos destruyeron el sacrificio y se fueron al bosque.

Ravana consoló a su esposa diciendo, “Mi querida, todo esto se debe a mi destino. Ahora mismo iré y mataré a Rama y a Lakshmana. De lo contrario, Rama me matará con sus flechas e iré a la morada suprema. Tú deberías hacer mis ritos fúnebres y, después de matar a Sita, entrar en el fuego conmigo”.

Mandodari dijo, “Mi señor, no puedes vencer a Shri Rama en combate. Él es El Señor Supremo. Ha tomado una forma humana por tu bien. ¿Por qué raptaste por la fuerza a su esposa Sita en el bosque? Lo hiciste para tu propia destrucción y para que mataran a mi hijo Indrajit. Devuélvele Sita a Rama e instala a Vibhishana en el reino. Vayamos a vivir al bosque”.

Ravana respondió, “¿Cómo puedo vivir en el bosque? He perdido a mis hijos, mis hermanos y las huestes de Rakshasas. Lucharé contra Rama. Herido por sus flechas, iré a la morada suprema de Vishnu. Yo soy completamente consciente de que Rama es el mismo Vishnu y de que Sita es Lakshmi. Sabiéndolo, traje a Sita del bosque por la fuerza. Iré a la morada suprema de Vishnu cuando Rama me mate en combate. Tras cruzar este océano del mundo con sus cinco olas de las Kleshas, con los cuatro Yugas como remolinos, con esposas, hijos, parientes, riqueza y amigos como sus cocodrilos, con la ira como su fuego y el afecto como su red, alcanzaré los pies de Hari”.

Muerte de Ravana

Ravana le lanzó a Lakshmana su arma Shakti. Ésta perforó el corazón de Lakshmana y lo derribó. Shri Rama se afligió mucho. Él dijo, “Si matan a mi hermano, ni la vida ni Sita significarán nada para mí. ¿De qué me sirve la victoria si Lakshmana muere? Uno puede obtener esposas y parientes en todos los países. Pero no conozco el lugar en el que pueda encontrar a un verdadero hermano como Lakshmana”.

Entonces, Sushena, el médico del ejército consoló a Shri Rama.

Sushena le pidió a Hanuman que trajera la planta Sañjivani de la Oushadhi Parvata.

Hanuman la trajo, la estrujó y le dio a Lakshmana para que la oliera. Lakshmana recuperó la conciencia, se levantó y dijo, “Oh Señor, mata a Ravana hoy cumpliendo tu promesa”.

Entonces, Shri Rama le disparó a Ravana flechas aterradoras. Ravana también le disparó a Rama poderosas flechas. Los dioses observaban la lucha. La batalla era feroz e inigualable. Ninguna otra batalla puede compararse con ella. Del mismo modo en que el cielo  y el mar no pueden ser comparados con nada, tampoco la batalla divina entre Shri Rama y Ravana tiene precedentes en la historia del mundo. Los dioses eran testigos de la lucha desde el cielo.

Rama estaba parado en el suelo, mientras que Ravana conducía un carro. Indra envió su carro con su cochero Matali. Entonces, Rama subió al carro.

Ravana le disparó a Rama un arma Rakshasa. Las flechas se convirtieron en serpientes llenas de veneno y cayeron a los costados de Shri Rama vomitando fuego. Shri Rama envió el Garudastra. Las flechas se convirtieron en Garudas y cortaron las flechas serpientes.

Shri Rama le disparó a Ravana el Indrastra que le cortó la cabeza. Muchas cabezas de Ravana cayeron al suelo, pero volvían a unirse a su cuerpo. No se veía el día ni la noche, ni el crepúsculo ni los puntos cardinales. La forma de Ravana no podía verse en la batalla.

Rama estaba completamente desconcertado. Cortó ciento una cabezas de Ravana, pero éste no moría.

Entonces, Vibhishana le dijo a Rama, “Oh mi Señor, este Ravana ha obtenido un don de Brahma. Aunque sus cabezas y brazos sean cortados, reaparecerán inmediatamente. Tiene en su ombligo el agua de la vida en la forma de un círculo. Sécala con el arma del fuego, sólo entonces morirá”.

Shri Rama tomó el Agneyastra y atravesó el ombligo de Ravana con ella. Secó el agua de la vida y le cortó la cabeza.

Ravana, entonces, apareció con sólo una cabeza y dos brazos. Hizo llover flechas y armas contra Shri Rama. Shri Rama rechazó el Gandharvastra de Ravana con otro Gandharvastra y su Daivastra con otro Daivastra.

En ese momento, el Rishi Agastya se acercó y le dijo, “Oh valiente Rama, recita el Aditya Hridaya tres veces y adora al sol. Pronto obtendrás el éxito en tu batalla. Este Mantra destruye todos los enemigos y prolonga la vida. Aquél que recita este Mantra se libera de todo peligro, enfermedad y temor”.

Shri Rama meditó en el sol y recitó el Mantra. Matali dijo, “Te recordaré la forma en que puedes matar a Ravana. Descarga el Brahmastra para su destrucción. No debes cortarle la cabeza. Oh Señor, él no puede ser muerto por medio de su cabeza sino a través de su pecho”.

Entonces, Shri Rama disparó el Brahmastra con mucho cuidado para atravesarle el pecho. La flecha cayó sobre el pecho de Ravana y destrozó su corazón inmediatamente. Esa flecha mató a Ravana y volvió a la carcaj de Rama. La batalla entre Shri Rama y Ravana duró doce días.

La muerte de Ravana y lo que sucedió después

Entonces, cayó una lluvia de flores sobre Shri Rama. Los Munis, siddhas y dioses le cantaron alabanzas.

Del cuerpo de Ravana, emergió una luz refulgente que entró en el cuerpo de Shri Rama ante los ojos de los dioses y demás.

Los dioses dijeron, “¡Oh qué afortunado es Ravana! Nosotros estamos dotados de Sattva. Tenemos la gracia del Señor Vishnu y, aún así, estamos sujetos al temor y otras debilidades por el estilo. Estamos hundidos en el mundo. Por el contrario, este cruel Rakshasa, que fue un asesino de Brahmanas, en el que predominaba la cualidad de Tamas, amante de las esposas de otros, enemigo de Vishnu y asesino de los ascetas se ha unido a Rama ante la vista de todos”.

Entonces, Narada apareció en escena y les dijo, “Ravana pensó sólo en Rama, día y noche, debido a la enemistad que sentía por él. Sabiendo que Rama lo mataría, veía a Rama en todas partes debido al temor. Tenía Vaira Bhakti. Incluso en sus sueños veía a Rama. Al ser muerto por Rama, se liberó se todas las cadenas e impurezas, y por lo tanto alcanzó la morada eterna de Vishnu”.

Incluso un gran pecador dotado de malas cualidades, al que le guste la riqueza de los demás, si recuerda a Shri Rama, se libera de todas las clases de faltas propias de la vida mundana. Obtiene pureza y va a la morada suprema de Vishnu. Que Shri Rama, que es resplandeciente como un millón de soles, que es adorado por los dioses, yoguis y devotos, nos proteja.

Shri Rama le pidió a Vibhishana que realizara los ritos fúnebres de su hermano. Vibhishana actuó en consecuencia. Shri Rama le pidió a Lakshmana que instalara a Vibhishana en el trono de Lanka. Lakshmana llevó a cabo las órdenes de Shri Rama.

Siguiendo las instrucciones de Shri Rama, Hanuman informó a Sita de la victoria de Shri Rama y de la muerte de Ravana. Vibhishana trajo a Sita ante el Señor en un palanquín. Sita se postró a los pies de loto de Shri Rama. 

Para que nada se dijera sobre la castidad de Sita, ella tuvo que pasar por la terrible prueba del fuego. Entonces, Rama declaró que ella no tenía falta alguna. Rama, Sita, Hanuman y los demás regresaron a Ayodhya en un Vimana.

Shri Vasishtha, instaló a Shri Rama en el trono asistido por los Brahmanas. Todos se regocijaron. Rama reinó el reino de manera justa. Había paz, prosperidad y felicidad en todas partes.

UTTARA KANDA

Kala (el Tiempo) tomó la forma de un Muni, se acercó a Shri Rama y le dijo, “Debo hablar contigo de un tema muy secreto. Nadie debe saberlo. No debes contárselo a nadie. Si alguien lo oye o nos ve hablando, debes matarlo”.

Shri Rama respondió, “Oh Tiempo, muy bien”. Entonces, le dijo a Lakshmana, “Querido hermano, quédate en la puerta. No permitas que nadie entre. Si alguien entra, debo matarlo. No hay dudas al respecto”.

Entonces Rama le dijo al Muni, “Ahora, déjame oír tu mensaje”. El Muni dijo, “He sido enviado por Brahma, yo soy, oh Señor, el mayor de Tus hijos. Nací de Ti cuando Te asociaste con Maya. Me llaman Tiempo (Kala), el destructor de todo. Brahma Te ha enviado este mensaje: ‘Ha llegado el momento de que protejas el reino de los cielos. Han matado a Ravana. Tu objetivo ha sido alcanzado y el período de Tu vida entre los hombres ha terminado’”.

Shri Rama respondió, “Yo deseo lo mismo. Mi objetivo ha sido logrado. Estoy listo para hacer el trabajo de los dioses”.

En ese momento, el Rishi Durvasa llegó a las puertas del palacio y dijo, “Oh Lakshmana, debo tratar algo urgente con Shri Rama. Por favor, dile que llegué”.

Lakshmana respondió, “En este momento, Shri Rama está hablando con alguien. Por favor, espera un momento”. Durvasa se enojó mucho y dijo, “Si no me permites ver a Shri Rama en este mismo momento, voy a reducir a cenizas a toda la familia y al reino entero”.

Lakshmana pensó que era preferible su propia muerte a que Durvasa destruyera todo. Habiendo tomado esa resolución, fue a ver a Rama y le informó de la llegada del sabio Durvasa.

Shri Rama despidió a Kala inmediatamente y salió a recibir a Durvasa, el hijo de Atri. Le rindió al Rishi el debido respeto y le dijo, “¿Qué puedo hacer por ti?”

Durvasa dijo, “Oh valiente Rama, hoy he completado mi ayuno de mil años. Ahora quiero algo de comer”.

Shri Rama le dio comida inmediatamente. El Rishi tomó la comida y se fue contento.

Shri Rama recordó lo que había dicho en presencia de Kala. Se hundió en la desazón. Lakshmana dijo, “Oh querido hermano, abandona toda pena acerca de mí. Mátame ahora. Estoy listo. No rompas un voto sagrado. No te desvíes del sendero del Dharma”.

Shri Rama llamó a sus ministros. Él informó a Shri Vasishtha acerca de la llegada de Durvasa, el mensaje de Kala y su voto.

Shri Vasishtha y los ministros dijeron, “Mediante el ojo del conocimiento, hemos sabido acerca de la separación de Lakshmana que antaño ha sido ordenada. No violes el voto. Abandona a Lakshmana inmediatamente. Si rompes tu promesa, el Dharma será destruido. Si el Dharma se destruye, los tres mundos se destruirán. Tú eres el que sostiene los tres mundos. Abandona a Lakshmana y protege al mundo”.

Shri Rama dijo, “Oh Lakshmana, ve adónde te plazca. Que no se destruya la virtud. El destierro y la muerte del que es bueno significan lo mismo”.

Shri Lakshmana se postró ante Shri Rama y se dirigió a las orillas del Sarayu. Cerró las nueve puertas del cuerpo y llevó su Prana hacia la cabeza. Entonces, meditó en el Brahman supremo e inmortal. Todos los dioses y Rishis arrojaron flores sobre él y lo alabaron.

Indra llevó a Lakshmana al cielo. Los dioses principales y los Rishis celestiales lo adoraron. Él asumió la forma de Shesha. Brahma y los Yoguis del Siddha Loka estuvieron muy felices.

La partida de Rama

Shri Rama le dijo a sus ministros y a Shri Vasishtha, “Hoy instalaré a Bharata como rey y seguiré el sendero de Lakshmana”. Bharata dijo, “Oh mi Señor, yo no deseo el reino en el cielo o la tierra sin Ti. Sin duda, yo te seguiré. Instala a Kusha como rey de Koshala y a Lava como rey del Uttara. Que rápidamente vayan mensajeros a buscar a Shatrughna. Que él sepa acerca de tu partida a Vaikuntha”.

Al oír estas palabras de Shri Rama y de Bharata, toda la gente allí reunida cayó al suelo inconsciente. Después de cierto tiempo, recobraron la conciencia. Entonces, Shri Vasishtha le dijo a Shri Rama, “Oh querido Rama, toda esta gente está llena de pena. Otórgales Tu gracia”.

Shri Rama dijo a la gente, “¿Qué puedo hacer por ustedes?” Ellos respondieron, con las palmas juntas, “Iremos adonde Tú vayas”. Shri Rama les dijo, “Que así sea”.

Shri Rama envió mensajeros para que buscaran a Kusha y a Lava. Ellos llegaron a Ayodhya a tiempo. Shri Rama los instaló como reyes de Koshala y Uttara. Shri Rama envió mensajeros para que buscaran a Shatrughna. Los mensajeros le informaron a Shatrughna de la llegada de Kala, la visita de Durvasa, la partida de Lakshmana, el voto de Shri Rama y la instalación de sus hijos. Shatrughna llamó a sus hijos e instaló a Subahu en Mathura y a Yupketu en Videsha. Luego partió hacia Ayodhya para ver a Shri Rama. Se inclinó ante los pies de loto del Señor Rama y le dijo, “Instalé a mis hijos en el reino. He decidido acompañarte adonde Tú vayas. Soy Tu devoto. No debes abandonarme”. Shri Rama dijo, “Prepárate, puedes acompañarme”.

Repentinamente, muchos monos, Rakshasas y osos aparecieron ante Shri Rama y dijeron, “Es nuestra firme resolución seguirte adonde vayas”. Shri Rama dijo, “sí, ustedes pueden acompañarme”.

También llegó Sugriva, se inclinó ante Shri Rama y le dijo, “He instalado a Angada en el reino. He decidido seguirte”.

Shri Rama le dijo a Vibhishana, “Mi querido devoto, mientras la tierra perdure, gobierna a la gente del reino de los Rakshasas”.

Luego, Shri Rama le dijo a Hanuman, “Oh hijo del viento, oh poderoso héroe, vive por muchos largos años”. A Jambhavan le dijo, “Permanece en la tierra hasta fines del Dvapara Yuga”.

Shri Rama se fue de la ciudad. Bharata,  los ministros, los jefes Kshatriyas, los Vaishyas, todos los monos con Sugriva a su cabeza y muchos otros siguieron a Shri Rama.

A la izquierda de Shri Rama, iba Lakshmi. A la derecha, iba la diosa de la tierra. Las armas y los Astras, los arcos y las flechas caminaban delante de Él con formas humanas.

Todos los Vedas tomaron formas humanas y lo acompañaron. La bendita Madre de los Vedas, Gayatri, siguió a Hari junto con el Pranava OM y los Vyahritis, Bhu, Bhuva, Svah, Maha, Janah, Tapah y Satyam. Todos los hombres de Ayodhya junto con sus hijos, esposas e hijas también lo siguieron.

Shri Rama llegó al río Sarayu. Brahma llegó allí con todos los dioses, Rishis y Siddhas. Una brisa perfumada comenzó a soplar y llovieron flores desde el cielo.

Brahma dijo, “Oh Señor Rama, Tú eres el Señor Supremo. Tú eres Vishnu, la personificación de la beatitud. Gobierna a los dioses entrando junto con Tus hermanos al cuerpo del Uno, el antiguo Señor Hari”.

Shri Rama se convirtió en el Señor Vishnu con cuatro brazos, la caracola, la masa, el disco y el loto. Lakshmana asumió la forma de Shesha, Bharata y Shatrughna se convirtieron en el disco y la caracola. Sita ya se había convertido en Lakshmi.

Entonces, los siddhas, Munis, Brahma y otros adoraron al Señor Supremo con alabanzas. Estaban muy felices de lograr el objeto de su deseo.

Luego, el Señor Vishnu le dijo a Brahma, “Estos devotos Me han seguido. Que ellos alcancen una región semejante a Vaikuntha”.

Brahma dijo, “Que vayan a las regiones resplandecientes de los Santanikas. Oh Rama, que aquellos mortales que, aunque sea inconscientemente, pronuncien Tu sagrado nombre en el momento de la disolución de sus cuerpos, también gocen de esas regiones que obtienen los Yoguis”.

Todos los monos, Rakshasas y otros tocaron las aguas del Sarayu, abandonaron sus cuerpos y obtuvieron sus formas divinas. Sugriva entró al sol.

Todos los que siguieron a Shri Rama entraron en las aguas del Sarayu y abandonaron sus cuerpos. Todos ellos subieron en carros celestiales y fueron a los mundos de los Santanikas.

Sección Cuatro

PERSONAJES DEL RAMAYANA

1.      SHRI RAMA

Rama fue el mismo Señor Hari encarnado en la tierra para la destrucción de Ravana. Era instruido, hermoso y estaba dotado de marcas de realeza. Era el más destacado entre los expertos en el uso del arco y las flechas. Había nacido en la dinastía de los Ikshvakus. Dominó el mundo entero.

Tenía ojos semejantes a pétalos de loto y su rostro se asemejaba a la luna llena. Sus brazos eran largos y hermosos. Tenía hombros anchos. Sus ojos eran rojos y su voz profunda. Sus miembros eran proporcionados. Su forma de andar era lenta y majestuosa, semejante a la de un león. Tenía cuatro líneas en su pulgar. Su nariz era puntiaguda y su frente amplia.

Su gloria y sus poderes eran ilimitados. No tenía igual en esta tierra. Estaba libre de malicia. Era amable y protector de su gente. Siempre se dirigía a los demás con palabras dulces. Nunca usaba palabras duras ni siquiera cuando alguien se dirigía a él en forma grosera.

Era sabio y virtuoso. Era luminoso como el sol, en su capacidad de perdonar se asemejaba a la tierra, en inteligencia era como Brihaspati, en su forma se parecía a Vasava, en proezas a Indra. Observaba votos ascéticos y honraba a los santos. Él podía olvidar cientos de agravios pero recordaba con gratitud un solo gesto de amabilidad.

Cuando estaba libre de sus ejercicios marciales, sostenía debates sobre los Shastras con los sabios y mayores. Siempre seguía el sendero recto en todo aspecto de su vida y nunca se desviaba de sus deberes reales.

Si alguien se le acercaba, él iniciaba la conversación. A pesar de que era muy poderoso, no era altanero. Él sostenía a las cuatro castas. Confería honor a la gente. Era adorado por todos. Era bien versado en política y muy devoto de los Brahmanas.

Era amigo del pobre y castigador del malvado. Era un benefactor cósmico. Era bien versado en religión, costumbres sociales y leyes. Cuidaba el bienestar de sus súbditos y la gente lo amaba mucho. Nunca sostenía conversaciones profanas o irrelevantes. Tenía maestría en el Yajur Veda, el Dhanur Veda y los Vedangas entre otras ciencias. Siempre que le preguntaban algo, respondía sabiamente como Brihaspati. Era hábil en el uso de la armas. Era honrado por los eruditos en los Vedas. Era preparado en filosofía y poesía.

Nunca decía una mentira ni siquiera en casos de extremo peligro. Era valiente, cándido y modesto. Era fuente de todo lo bueno. Siempre respetaba a sus superiores. Estaba libre de pereza. Se mantenía siempre atento. No buscaba lo malo. Tenía perfecto control sobre la ira.

Estaba siempre listo para observar atentamente sus propias faltas. Ancianos y piadosos Brahmanas lo guiaban.

Era un experto jinete, un gran guerrero, un valiente general. Tenía gran destreza en todas las maniobras militares. Era invencible incluso por los dioses. Estaba libre del hábito de quejarse.

Shri Rama fue un Avatara del Señor Hari. Lakshmana fue un Avatara de Adishesha. Bharata y Shatrughna fueron Avataras de la caracola y el disco. Sita fue un Avatara de Shri Lakshmi.

Shri Rama poseía ojos rojos y sus brazos eran robustos. Sus pasos se asemejaban a los de un elefante. Tenía largos brazos, fuertes hombros y amplia espalda, su cabello era rizado. Era valiente y de brillante esplendor. No era en modo alguno inferior a Indra en la batalla. Era bien versado en las escrituras sagradas e igual a Brihaspati en sabiduría. Era experto en todas las ciencias. Era objeto de amor y reverencia para toda la gente. Tenía sus sentidos bajo perfecto control. Incluso sus enemigos se sentían complacidos al verlo. Era el terror de los malvados y el protector de los virtuosos. Estaba dotado con fina inteligencia. Nadie podía derrotarlo.

Él renunció al trono, a los placeres de los sentidos y al mundo para cumplir la palabra de su padre.

Si Rama hubiera anhelado el trono, habría sido muy fácil para él obtenerlo. Era muy popular. Era el más poderoso de los héroes. Él destruyó a los Rakshasas y dobló el tremendo arco del Señor Shiva. Pero no mostró la menor fuerza física. Aceptó contento la orden de la cruel y malvada Kaikeyi. El trono ejercía menos fascinación para él que la obediencia a la voluntad de su padre. Él renunció al reino y a las comodidades de un rey, y aceptó el exilio contento. Las loables virtudes de Shri Rama no pueden ser descriptas apropiadamente.

De los cuatro hermanos, Shri Rama fue el modelo de todas las virtudes. No sólo era amable y cariñoso sino generoso y considerado hacia todos a su alrededor. Tenía un cuerpo espléndido y modales encantadores. Tenía una personalidad magnánima. Era sumamente noble, generoso, caballeroso y valiente. Era muy simple y estaba absolutamente libre de toda ostentación.

La vida de Shri Rama fue una vida de santa obediencia, de pureza inmaculada, de  simplicidad sin par, de encomiable satisfacción, de admirable sacrificio y notable renuncia. Él rendía igual respeto a su madre y a sus madrastras, y reverenciaba a su Guru.

Una vez, Sita le dijo a Rama que buscara refugio en un lugar seguro y dejara solos a los habitantes del bosque ya que había mucho peligro allí. La respuesta de Rama reveló su firme determinación a adherirse a la verdad y a su deber como rey de proteger a aquellos que buscaban refugio en él. Shri Rama dijo, “Oh Sita, puedo dejar la vida, puedo dejarte a ti o a Lakshmana pero nunca puedo dejar de cumplir con la palabra dada particularmente a los Brahmanas indefensos. Rama habla sólo una vez y nunca rompe su promesa”.

Shri Rama era feliz ante la adversidad, calmo ante el sufrimiento e intrépido ante el peligro.

Shri Rama fue un héroe poderoso. Fue el héroe de los héroes. Con una sola mano, mató a grandes y renombrados guerreros como Khara y Dushana, y doblegó al invencible Vali.

Fue un rey ideal. Gobernó su reino maravillosamente. Fue justo y recto. Era intrépido y bueno. Era gentil, generoso y cortés.

Sus súbditos lo amaban mucho. Ni un solo hombre fue infeliz durante su régimen. Él solía decir, “Haré todo lo que complazca a mis súbditos y, si fuera necesario, abandonaría incluso a mi querida esposa por el bien de ellos”. Esa es la razón por la cual su reino fue llamado “Ramarajya”. No hubo malhechores durante su reino. Todos llevaban una vida virtuosa. Nadie mentía. Cualquiera podía llevar una bolsa de oro o joyas en la vía pública. Nadie iba a tocarla.

2.      SITA DEVI

Raja Janaka, el famoso rey de Mithila, reputado sabio y Rajarshi, cuya conversación con el sabio Yajñavalkya aparece en el Brihadaranyaka Upanishad, estaba labrando una parcela de tierra con el fin de realizar un Yajña para obtener un hijo. En el surco, encontró a Sita Devi. La llamaron Sita porque fue encontrada en el Sita (surco del arado). Llevó a la hermosa niña y la cuidó con mucha delicadeza. Gradualmente, con el paso de los años, ella se convirtió en una joven de notable belleza y virtud.

Un día, Sita estaba jugando con una pequeña pelota. Una de sus amigas la lanzó con mucha fuerza y la pelota fue a parar debajo del gran arco del Señor Shiva. Nadie podía sacarla de allí. Sita se acercó al arco, lo levantó con facilidad y le pidió a una de sus amigas que se metiera debajo y buscara la pelota. Raja Janaka fue informado de esta proeza de Sita y se sorprendió de su extraordinaria fuerza. El arco de Shiva era muy pesado y ni diez personas juntas podían moverlo de un lugar a otro. Así fue que Raja Janaka tomó la decisión de dar a Sita en matrimonio sólo a aquél que pudiera levantar y doblar el gran arco de Shiva.

Raja Janaka quería dar a Sita en matrimonio a un príncipe meritorio. Pero no podía encontrar la pareja adecuada. Entonces, proclamó por todas partes su intención de casarla con aquél que pudiera levantar, doblar y tensar con la cuerda el gran arco del Señor Shiva. Muchos príncipes llegaron para levantar el arco.

Vishvamitra llevó a Rama y a Lakshmana a Mithila, se los presentó al Raja Janaka y le informó acerca de su misión. Entonces, entre muchos hombres fuertes y robustos trajeron, con gran dificultad, ante la gran asamblea, el gran arco que muchos príncipes famosos y fuertes no habían podido levantar. Shri Rama levantó el arco fácilmente y lo quebró en su intento por colocarle la cuerda. Inmediatamente, Sita puso la guirnalda en el cuello de Shri Rama.

Luego Sita se casó con Shri Rama con gran pompa y esplendor. Ella hizo el voto de ser fiel a su esposo hasta el fin de su vida y de obedecer sus órdenes a riesgo de su propia vida.

Cuando estaba por partir hacia el bosque, Shri Rama le pidió a Sita que se quedara en casa. Ella no estuvo de acuerdo. Era totalmente consciente de los deberes de una esposa fiel y devota. Ella fue la esposa ideal. No era una mujer corriente. Era una Diosa. Sita fue la encarnación de Lakshmi. La pureza de su vida fue indescriptible. Sita dijo, “Las escrituras declaran que sólo la esposa comparte la suerte del hombre. Por lo tanto, yo viviré contigo en el bosque. El esposo es el puntal para una mujer. Él es todo para ella. Él es su único soporte y refugio. Una mujer sin su esposo es como un reino sin rey, un cuerpo sin vida o un río sin agua. Es preferible la sombra de los pies de su esposo antes que la residencia en mansiones. No hay nada que una mujer pueda poseer en los tres mundos que se compare con su esposo. Riqueza, joyas, costosos vestidos, comida sabrosa y carros celestiales son inútiles sin ti, “¡Oh Señor! Me han enseñado desde la niñez que debía seguir a mi esposo bajo todas las circunstancias y condiciones de la vida. Sin duda, haré lo que se me enseñó. Pasaré mis días contigo, felizmente, bajo la sombra de los árboles. Eso es mejor que el palacio. Siempre pensaré en el servicio que debo ofrecerte. No tendré otros pensamientos aparte de éste. Dondequiera que estés, ese es el amplio cielo para mí. No puedo soportar estar separada de ti ni por un segundo”.

Shri Rama dijo, “Oh mi dulce Sita, tendrás que pasar por grandes dificultades en el bosque. Hay animales salvajes y caníbales. El sendero es muy espinoso. Tendrás que vivir de raíces y hojas. Por lo tanto, abandona la idea de seguirme al bosque”.

Shri Sita respondió, “Oh mi venerable Señor, le daré la bienvenida contenta a toda clase de dificultades. Desarrollaré muchas buenas cualidades mediante el sufrimiento y el infortunio. Las espinas serán para mí tan suaves como un lecho de rosas, la sombra de un árbol será más confortable que una mansión viviendo contigo. Tú eres mi divinidad. Sin duda, te seguiré. Abandonaré la vida sin ti, ¡oh Señor!”

Shri Rama tuvo que ceder ante el deseo de Sita. Luego Shri Rama, Lakshmana y Sita se despidieron de sus parientes, amigos y súbditos, y se retiraron al bosque.

Sita oyó el grito de Maricha y le pidió a Lakshmana que corriera hacia Rama. Lakshmana dijo, “Oh venerable madre, no te preocupes, no estés ansiosa. No hay nadie en este mundo que pueda causarle daño al Señor Rama. Él es invencible. Lo verás enseguida”. Sita sospechó de la pureza de Lakshmana y lo reprendió: “No podrás cumplir con tu malvado objetivo. Me mataría con un arma, me arrojaría desde la cima de una montaña o entraría al fuego antes que vivir con un ser despreciable como tú”.

Inmediatamente, Lakshmana corrió a buscar a Rama. Ravana aprovechó esa oportunidad de oro y apareció ante Sita disfrazado de Sannyasi con la cabeza rapada. La noble y piadosa Sita le ofreció un asiento y le dio la bienvenida con frutas y raíces. Entonces, el malvado Ravana asumió su verdadera forma y le dijo, “Oh Sita, yo soy el rey de los Rakshasas. Mi nombre es Ravana. Soy el rey de Lanka. Conviértete en mi esposa y podrás vivir felizmente conmigo”.

Sita respondió, “Oh malvado Ravana, ¿cómo te atreves a hablarme así? No hables de esa forma indecorosa. Si tienes suficiente valor, quédate aquí hasta que llegue mi Señor y cosecharás el fruto de tus perversas intenciones”.

Ravana mantuvo a Sita en el jardín Ashoka. Ella vivió de frutas y raíces, y practicó severas austeridades. Estaba siempre pensando en el Señor. Era custodiada por horribles Rakshasis. Estas mujeres atormentaron a Sita de distintas formas, usaban palabras duras y la amenazaban con comerla.

Un día, el malvado Ravana se engalanó y fue al jardín de Ashoka. Él le dijo a Sita, “Oh mujer, sé buena conmigo. Yo soy el hijo del Rishi Vishravas, de gran mérito ascético. Vishravas fue el hijo de Pulastya Rishi. Pulastya fue el hijo del mismo Brahma. Tal es mi linaje. Soy famoso como el quinto regente del universo. Sé mi reina”.

Sita respondió, “Yo soy siempre devota de mi esposo. Tu padre es un sabio Brahmana descendiente de Brahma. ¿Por qué no llevas una vida virtuosa? Estás trayendo desgracia a tu hermano Kubera. ¿No te avergüenzas de decir palabras tan indecentes? Nunca cumplirás con tu objetivo. No quiero tu reino, tu pompa ni tu gloria. Restitúyeme a mi Señor y pídele perdón. De otro modo, serás destruido junto con tus parientes”.

Ravana dijo, “Te doy un año para que lo pienses y accedas a vivir conmigo. Si no lo haces, te mataré al cumplirse ese período”.

Sita pasó sus días en gran angustia. Pasaron diez meses.

Hanuman se dirigió al Ashokavana y encontró a Sita Devi. Él le dio el anillo que le había dado Shri Rama. Ella se regocijó mucho al verlo y preguntó acerca de su Señor.

Hanuman dijo, “Oh venerable madre, te llevaré en mi espalda con tu Señor”. Sita respondió, “No puedo ir sin la orden de mi Señor. Sólo puedo ser rescatada si él viene a buscarme. Además, no puedo tocar el cuerpo de otro hombre. Dile a mi Señor que venga él personalmente y me libere de esta prisión. Toma esta Chudamani y dásela”.

Shri Rama le dijo a Hanuman, “Ve a ver a Sita y dale la buena noticia de la caída de Lanka y la muerte de Ravana”. Hanuman llevó a cabo la orden de su Señor. Sita estaba muy feliz. Ella respondió, “Dile a mi Señor, oh Hanuman, que estoy ansiosa por verlo inmediatamente”.

Shri Hanuman volvió adonde estaba Shri Rama y le dijo lo que Sita le había encomendado. Entonces, Shri Rama le pidió a Vibhishana que trajera a Sita con él.

Vibhishana fue al Ashokavana y trajo a Shri Sita ante la presencia de Shri Rama. Sita se postró ante su Señor.

Shri Rama le dijo, “Querida Sita, era mi deber recuperarte y castigar al malvado Ravana. Por eso lo maté y te traje de vuelta. Tú has estado viviendo en la casa de un extraño. ¿Cómo puede un hombre de buena familia como yo aceptarte devuelta? ¿Cómo puedo aceptarte como mi esposa? Tengo que renunciar a ti. Ve adonde quieras. Ahora eres totalmente libre”.

Sita dijo, “Si hubiera pensado en otro hombre que no fueses tú siquiera por un momento, tu orden no me afectaría. Pasé mis días agotadores en el Ashokavana pensando todo el tiempo en ti. Llevé una rígida vida ascética. No has averiguado antes de juzgar así. Yo no soy una mujer corriente. Soy la hija del poderoso y piadoso rey Janaka. Soy la señora de la familia del gran Raghu. Soy la esposa de esta estrella luminosa de la dinastía solar, Shri Rama. Te has olvidado de todo eso cuando dictabas esta cruel sentencia sobre mí. No le temo a la muerte en absoluto. Me has culpado de infidelidad y lo has hecho delante de una asamblea de grandes personajes. ¡No puedo vivir con esta vergüenza! Oh Lakshmana, por favor, prepara mi pira funeraria inmediatamente. Si soy impura, si he pensado en otro que no sea mi Señor, mi cuerpo se reducirá a cenizas; pero si soy pura, si mi mente ha pensado siempre en mi Señor, el fuego ni siquiera me tocará. Pasaré por el calvario y luego obedeceré contenta la orden real”.

Al oír estas palabras, Lakshmana miró a su hermano apesadumbrado. Shri Rama le ordenó que hiciera inmediatamente lo que Sita le pedía.

Se preparó la pira funeraria. Sita entró al fuego sin temor. El dios del fuego sostuvo a Sita en sus brazos y salió de la hoguera. Él dijo, “Oh Rama, esta es tu Sita. Es completamente pura e inocente. Por lo tanto, acéptala como tu esposa. Ella está apegada a ti. Nunca, ni siquiera en sueños, ha pensado en nadie más. Tu sospecha es infundada. Hasta ahora, nadie en este mundo se había animado a pasar por una prueba tan dura”. Tras decir esto, Agni, el dios del fuego, desapareció.

Shri Rama dijo, “Oh noble Sita, esta fue una gran prueba. Has salido de ella airosa. Le has mostrado al mundo las acciones sobrehumanas que puede llevar a cabo una esposa verdaderamente devota y pura. Los dioses te han convertido en un ejemplo de esposa ideal”. Tras decir esto, Shri Rama tomó la mano de Sita con gran afecto y regocijo. Sita puso el polvo de los pies de su Señor sobre su cabeza.

Shri Rama instaló a Vibhishana en el trono de Lanka. Luego se dirigió a Ayodhya junto con Lakshmana, Vibhishana, Sugriva y Sita en el Pushpaka Vimana (carro aéreo), ya que se habían cumplido los catorce años de exilio.

Bharata salió con anticipación junto con su comitiva para recibir a sus hermanos. Shri Rama, su hermano y Sita vieron a Kaikeyi y le ofrecieron sus respetos. En el día auspicioso, Shri Rama ascendió al trono con gran pompa y brillo, y comenzó a cumplir con sus sagrados deberes de rey.

Con el tiempo, Sita quedó embarazada. Un día, Shri Rama le preguntó, “Dime qué es lo que más deseas en este momento”. Sita respondió, “Mi venerable Señor, me gustaría visitar las sagradas ermitas de los santos en el bosque y conversar con sus señoras”. Shri Rama estuvo de acuerdo e hizo preparativos para enviarla junto con Lakshmana al día siguiente.

Shri Rama había enviado emisarios a todas las regiones de su reino para averiguar las intenciones y condiciones de sus súbditos. Shri Rama le preguntó a Durmukha, “¿Qué noticias has traído hoy?” Durmukha respondió, “Todos tus súbditos están felices en el reino, oh Señor. Todos te alaban por tu justicia pero algunos te critican por mantener a Sita en el palacio. Ella ha estado en la casa de Ravana por largo tiempo y tú la has aceptado sin averiguar acerca de su pureza. El ejemplo que estás dando producirá un mal efecto en las mujeres de tu reino, ya que encontrarían justificación para su mala conducta”. Cuando Shri Rama oyó esto, se afligió mucho.

Él fue a dar una caminata. Cuando pasaba junto a un estanque, vio a dos lavanderos lavando ropa y discutiendo entre sí. Uno era el suegro y el otro el yerno. El suegro dijo, “Tu padre era rico y respetable. Por eso te di a mi hija en matrimonio. Pero tú eres cruel. La golpeaste duramente y ella te dejó. Ahora está viviendo conmigo. Ella es joven y hermosa. No debe estar separada de ti”. El yerno respondió, “A tu hija no le gusta vivir conmigo. Ella quiere vivir contigo. Sita, la esposa de Shri Rama fue raptada por Ravana. Vivió en Lanka por largo tiempo pero Shri Rama la aceptó de vuelta sin la menor vacilación. Él es el rey y nadie lo puede cuestionar o criticar. Pero nosotros somos gente pobre y si nos desviamos un poco del sendero de la conducta recta, inmediatamente somos blasfemados y censurados por nuestros parientes y amigos, y expulsados de la sociedad”.

Shri Rama oyó esta conversación y se ahogó en pena. Él reflexionó para sí, “Yo sé que Sita es pura y fiel, y aún así deberé separarme de ella para llevar adelante la administración del reino con justicia”.

Volvió al palacio y le dijo a Lakshmana, “Mis súbditos me culpan por mantener a Sita en el palacio debido a que piensan que es impura. He dado mi palabra de gobernarlos de manera justa y hacerlos felices. Por lo tanto, he decidido separarme de Sita. Llévala al bosque y déjala allí”.

Lakshmana derramó lágrimas y dijo, “Mi venerable Señor, Sita pasó por una prueba muy dura. El dios del fuego proclamó su inocencia y su absoluta pureza”.

Shri Rama respondió, “Yo soy totalmente consciente de que Sita es perfectamente inocente y pura, pero mis súbditos no fueron testigos de esa ordalía. Por consiguiente, no lo creen. Tengo que cumplir mi voto sagrado fielmente. Debo sacrificar mi propio interés”.

Lakshmana respondió, “La prueba del fuego tuvo lugar en presencia de una gran asamblea. La noticia tiene que haber llegado a oídos de la gente de este lugar. Este mundo tiene chismosos y calumniadores. Ni los dioses pueden complacerlos. Te he sido sincero. Yo soy tu humilde y obediente sirviente. Estoy siempre listo para cumplir con tus órdenes”.

Shri Rama dijo, “He reflexionado sobre el tema muy profundamente. Oh Lakshmana, llévala al bosque y déjala allí. No le digas que la he desterrado hasta no llegar a la otra orilla de la Ganga”.

Lakshmana llevó a cabo la orden de Shri Rama. Ellos cruzaron la Ganga en un bote. Cuando llegaron al denso bosque, Lakshmana comenzó a llorar amargamente. Sita dijo, “Oh Lakshmana, ¿a qué se debe tu congoja?”

Lakshmana respondió, “Oh venerable madre, ¿cómo puedo darte esta desgarradora noticia? Mi hermano te ha abandonado debido a la opinión pública acerca de tu pureza porque permaneciste en la casa de Ravana sola por largo tiempo. Te he traído aquí para abandonarte según sus órdenes”.

Sita expresó sus sentimientos diciendo, “Oh Señor, tú sabes que Sita es pura, fiel y siempre devota a ti. La has abandonado para evitar la mala fama. Es su deber evitarte toda censura o infamia, porque tú eres su único y excelente refugio. Oh Lakshmana, dile a Shri Rama que un rey debe adquirir virtudes para proteger a sus súbditos. Esta es la moral suprema. Sita ha nacido para sufrir una larga vida de problemas, dificultades y penas. El destino lo quiso así. Sita no se lamenta por sí misma. No está disgustada con él en absoluto. Él debe estar naturalmente ansioso y perturbado en su ausencia. Reconfórtalo de todas las formas posibles. Aunque la haya enviado al exilio, dile que no la destierre de su corazón. Ella lo entronizará en su corazón y lo adorará día y noche. Dondequiera que ella esté, él estará siempre presente. Él es el amo, ella la sirvienta. Él es el maestro, ella la discípula. Él es Dios, ella su devota. Él es el Señor, ella es su súbdito. Él es el rey de Ayodhya, ella una asceta llamada Rama Priya (querida de Rama)”.

¡Qué esposa ideal era Sita! Toda palabra que salió de su boca expresó sentimientos sublimes y profunda reverencia hacia su esposo. Estas palabras deberían estar grabadas en el corazón de toda mujer. Ninguna otra mujer, salvo Sita, pudo expresar pensamientos tan conmovedores y magnánimos en una situación tan triste y crítica.

Sita Devi comenzó a llorar amargamente. Lakshmana regresó a Ayodhya. Los niños de la ermita vecina llegaron accidentalmente al lugar en que Sita Devi estaba llorando. Inmediatamente, fueron adonde estaba Maharshi Valmiki y le dijeron, “Hay una mujer totalmente sola llorando a orillas de la Ganga”.

Maharshi Valmiki se dirigió inmediatamente al lugar y le dijo, “Oh señora, no llores. Alégrate. Te llevaré a mi Ashram y te daré todas las comodidades. Tendrás compañeras también”.

Sita se postró a los pies del Maharshi y lo siguió a su ermita. Fue presentada a las mujeres del Ashram.

Con el paso de los días, Sita dio a luz a Lava. Él era muy hermoso y cautivaba los corazones de todos los que lo miraban. Un día, Sita dejó a Lava a cargo de Valmiki y fue a tomar un baño al río Ganga. Cuando iba a mitad de camino, cambió de idea, regresó al Ashram y llevó al niño con ella. En ese momento, Valmiki estaba sentado en meditación. Cuando abrió los ojos, no pudo encontrar al niño que tenía a su cuidado. Estaba desconcertado. No sabía qué le diría a Sita cuando regresara de su baño. Así que inmediatamente tomó una hierba Kusha y pronunció algunos Mantras sagrados y creó un niño igual a Lava en todo respecto. Sita volvió con Lava y se sorprendió al encontrar a un niño similar a Lava en el Ashram. Valmiki le explicó lo que había sucedido en su ausencia. El nuevo niño fue llamado Kusha y Sita lo cuidó como a su propio hijo. Lava y Kusha crecieron como mellizos.

Shri Rama quería que el Maharshi asistiera al Ashvamedha Yajña. El Maharshi llevó también a los mellizos. Les ordenó a los niños que cantaran el Ramayana en las calles, templos, lugares públicos y residencias privadas de las personas nobles. La gente de Ayodhya estaba sorprendida y admirada de su recital encantador. La noticia llegó a oídos de Shri Rama. Él quiso escuchar sus canciones. Los niños aparecieron en el salón de asambleas y cantaron el Ramayana. Shri Rama se enteró de que los niños eran discípulos de Maharshi Valmiki. El sabio le relató la historia de los niños y agregó, “Sita es una mujer perfectamente pura. Deberías aceptarla otra vez. Ella está deseosa de jurar acerca de su fidelidad hacia ti”.

Shri Rama estuvo de acuerdo con ello. Una mañana, Sita apareció ante la asamblea pública y dijo con humildad, “Oh madre tierra, por favor, dame un lugar en tu corazón, ya que nunca he pensado en otro que no sea Shri Rama. Bendíceme, madre, ya que siempre he estado adorando a mi Señor, Shri Rama, en palabra, pensamiento y acto. Dame un lugar de descanso en tu seno”.

La madre tierra se abrió inmediatamente. Una hermosa mujer con refulgencia y esplendor divinos salió de la grieta de la tierra. Ella tomó a Sita en sus brazos con gran afecto y amor, y desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Los espectadores estaban sorprendidos.

Sita era la hija de la madre tierra. Ella salió de la tierra en Mithila y volvió a la tierra. Sita poseía, al igual que su madre tierra, las excelentes cualidades del poder de resistencia, paciencia, autosacrificio y tolerancia en un grado maravilloso.

No pudo ser feliz ni siquiera por un día. Su vida fue una vida de largos sufrimientos. Padeció incontables problemas en Lanka. ¡Cuán heroicamente soportó todas las dificultades y penas! Ella no sintió la injusticia de la conducta de su esposo cuando la abandonó cruelmente en el denso bosque, siendo que estaba embarazada y a pesar de que su pureza había sido probada mediante el terrible fuego de la hoguera.

Sita Devi fue la mujer más virtuosa, pura y piadosa que el mundo haya dado. Su vida fue brillante aunque estuvo llena de adversidades y sufrimientos. Sita fue feliz en medio de los sufrimientos y problemas. Tuvo que pasar duras pruebas. Pasó por la hoguera y probó ser perfectamente pura. Nadie más fue sometido a pruebas tan difíciles como Sita. Ella ha sido declarada pura por consenso general de la humanidad.

Sita sufrió humillación y vergüenza. Fue privada de sus comodidades personales. Fue maltratada por las Rakshasis en el Ashokavana. Ravana la amenazó con matarla. Ella entró al fuego. Fue desterrada al denso bosque. Soportó todos esos sufrimientos mediante el poder de su pureza. La pureza puede hacer y deshacer las cosas. La pureza es un poder supremo en esta tierra. Su potencia está más allá de toda descripción.

Han pasado eras y aún la vida pura de Sita Devi continúa ejerciendo una saludable influencia en la vida y el carácter de las mujeres indias. Su vida ideal de pureza continúa generando interés, admiración y reverencia en nuestras mentes y en los lectores del Ramayana.

¡Que las mujeres de India y de todo el mundo se beneficien siguiendo el ideal y la vida pura que llevó Sita! ¡Que ellas lleven una vida sublime y feliz! ¡Que brillen como Sita! ¡Que las bendiciones de Sita estén con todos ustedes! ¡Cantemos todos, ahora, las glorias de Sita!

“Jaya Sita, Jaya Sita Sita, Jaya Sita Jaya Shri Sita,

Jaya Rama, Jaya Rama Rama, Jaya Rama Jaya Shri Rama”.

3.      LAKSHMANA

Lakshmana, el hijo de Dasharatha mediante la segunda de sus reinas, Sumitra, era el hermano menor de Shri Rama. Él fue un Avatara de Adi Shesha. Lakshmana fue el constante compañero de Rama tanto en los momentos de alegría como en los de sufrimiento. Ellos vivían, comían, jugaban y dormían juntos. No podían soportar estar separados. Lakshmana también fue un amoroso sirviente de Shri Rama. Cumplía las órdenes de Shri Rama al pie de la letra. Vivió en perfecta obediencia a Shri Rama.

Lakshmana tenía un amor fraternal puro por Shri Rama y no escatimaba esfuerzos en servirlo. Su objetivo en la vida era servir a su hermano mayor. Obediencia a las órdenes de su hermano era su lema. Él no hacía nada sin el permiso de Rama. Consideraba a Shri Rama como su Dios, Guru, padre y madre. Él seguía a Rama como su sombra.

Era totalmente desinteresado. Abandonó voluntariamente todas las comodidades de la vida real sólo para acompañar a su hermano. Él sirvió a la causa de Rama en todas las formas posibles. Él hizo propia la causa de Rama. Él sacrificó toda consideración personal en el altar del amor por su hermano. Shri Rama era todo para él. Lakshmana pudo renunciar a todo, incluso a su vida, por el bien de Rama. Enseguida abandonó a su madre, su esposa y sus comodidades reales para seguir a Shri Rama y a Sita al exilio. ¡Qué alma tan magnánima! ¡Qué gran Tyagi fue! Aquí tenemos un ejemplo sin precedentes del alma más desinteresada y devota en la historia del mundo. Vivió sólo para servir a su hermano. Es por esa razón que los lectores del Ramayana elogian a Lakshmana por su amor puro y único hacia su hermano. Algunos elogian a Bharata, mientras que otros hablan maravillas de Hanuman, pero Lakshmana no fue en modo alguno inferior a Bharata o a Hanuman.

A pesar de ser totalmente consciente de los peligros de la vida en el bosque, Lakshmana siguió a Shri Rama por el largo período de catorce años. Él acompañó a Rama con su arco y sus flechas aunque su ayuda no había sido requerida por Vishvamitra. Fue todo debido a su devoción y amor hacia su hermano Rama.

Shri Rama también tenía un gran amor por Lakshmana. Cuando Lakshmana cayó inconsciente en la batalla contra Ravana, a Shri Rama se le destrozó el corazón. Lloró amargamente. Decidió no volver a Ayodhya si perdía a su hermano. Él dijo, “Uno puede encontrar una esposa como Sita, pero no se puede encontrar un verdadero hermano, devoto como Lakshmana. El mundo no significa nada para mí sin mi hermano”.

Lakshmana era puro en pensamiento, palabra y acto. Llevó la vida de un Brahmachari ideal durante los catorce años de exilio. Nunca miró el rostro o el cuerpo de Sita. Sus ojos sólo estaban dirigidos hacia sus pies de loto. Él no pudo reconocer las joyas de Sita. Luchó y mató al gran héroe Meghanada mediante el poder de su Brahmacharya. Meghanada, el hijo de Ravana, tenía gran poder, fuerza y maestría en la guerra. Había recibido un don de los dioses por el cual sólo podía matarlo alguien que hubiera mantenido celibato por doce años ininterrumpidos.

Lakshmana se enfurecía con todo aquél que actuara en contra del nombre o la gloria de Rama. En el Chitrakuta, se decidió a matar a Bharata al enterarse de que éste se acercaba con su ejército; pensó que intentaba destruir a Rama para gobernar el reino sin temor. Rama le dijo, “Mi querido hermano, Bharata es un alma pura y noble. Tiene gran devoción por  ti y por mí. Abandona ese pensamiento erróneo”. Sólo entonces Lakshmana se apaciguó.

Él se indignó mucho al enterarse de que los derechos de Shri Rama a ascender al trono habían sido tomados por Kaikeyi en bien de su hijo. Si Shri Rama no lo calmaba, hubiera matado a Kaikeyi y a Bharata. Shri Rama le hizo entender claramente que esa cuestión era puramente fortuita, que todo estaba controlado por el Señor y que el destino era inexorable.

Durante el exilio, Lakshmana trabajó día y noche para Rama y Sita. Hacía de sereno cuando ellos dormían. Traía frutas y raíces del bosque. Los asistía en sus necesidades con mucho cuidado y atención. Construyó una cabaña para ellos y puentes de madera sobre los ríos. Fue su sirviente más voluntarioso y obediente. No hubo nada que él considerara suficiente para el bien de Shri Rama.

Lakshmana le dijo a Kausalya, “Madre, si Rama entra al fuego, yo entraré primero. Si él entra al bosque, yo también lo seguiré. No puedo dejar la compañía de Shri Rama ni por un segundo”. ¡Qué gran amor tenía por Shri Rama! Fue incomparable. El mundo no ha visto un hermano como Lakshmana ni lo verá en el futuro tampoco.

Kaikeyi no quería que Lakshmana fuera al exilio. Dasharatha no le ordenó a Lakshmana que acompañara a su hermano mayor. Pero aún así, Lakshmana abandonó todos los placeres del palacio por cuenta propia y siguió a su hermano al bosque dejando los afectos de su madre y de su esposa. Todo eso se debió al amor y reverencia que tenía por su hermano Shri Rama. No tuvo ningún interés personal al acompañar a su hermano mayor. Su vida fue una vida de perfecto desapego y absoluta renuncia.

Lakshmana era valiente e intrépido. Su valor, sus proezas y su fuerza están más allá de toda descripción. Él marchó hacia el bosque Dandaka junto con Shri Rama para matar a los Rakshasas. Él le dijo a Shri Rama, “Venerable hermano, yo te protegeré de todos los peligros que te asedien en el bosque. Iré adelante y despejaré el camino con arco y flechas”.

“Eliminaré todo riesgo que haya en el sendero. Seré tu soldado y tu sirviente. Haré todo para ti. Te traeré raíces y frutas. Tú tendrás que descansar. Yo vigilaré mientras tú y Sita duermen. Tú eres todo para mí. Sólo te quiero a ti. No anhelo el cielo ni la prosperidad mundana. Tú eres mi tesoro y mi riqueza espiritual. Tú eres mi vida y mi alma”.

Él alentó a su hermano Rama de todas las formas posibles y lo consoló cuando Ravana raptó a Sita. Le aseguró que la recuperaría después de destruir a Ravana. Nunca perdió el coraje ni el aplomo. Tenía una capacidad sobrehumana para trabajar y una energía inagotable. Durante el día, buscaba a Sita. Nunca se preocupó por sus necesidades personales. Su lealtad hacia Shri Rama fue admirable.

Él era, en verdad, muy previsor. Rama se benefició mucho con los sabios consejos de Lakshmana. Una vez, Shri Rama no prestó atención al consejo de Lakshmana y tuvo que cosechar amargos resultados. Lakshmana le dijo claramente que no siguiera al ciervo dorado porque era falso. Shri Rama ignoró sus palabras. Todos sabemos lo que sucedió después.

Lakshmana se apegó tenazmente a sus principios e ideales. Tenía un entendimiento claro de toda situación. Siempre hacía lo correcto en el momento correcto. Tenía respeto y confianza en sí mismo.

Lakshmana trató lo más que pudo de mitigar la pena de su hermano y hacerlo feliz. Estaba dotado de gran poder de independencia.

Exhibió notable valor, caballerosidad y heroísmo en la guerra. Destruyó a innumerables Rakshasas. Nunca le importó su vida.

Él llevó a cabo las órdenes de su venerado hermano a pesar de las burlas. Él preparó la hoguera ardiente para la prueba de Sita. Es más, se encargó de llevar al bosque a Sita embarazada, cuando Shri Rama quiso abandonarla debido a la censura pública.

Las calumnias llovieron sobre su cabeza. Se elevaron críticas en su contra, pero a él no le importó. Las soportó pacientemente y pensó que eran el resultado de una causa sagrada. Él era inocente. Vivió sólo para llevar a cabo las órdenes de su hermano. No era cruel ni antipático sino un superhombre. Esas críticas no podían deshonrarlo. No podían hacerlo caer o disminuir su grandeza. Por el contrario, sus actos son los que hablan de su gloria. Ellos generan reverencia en los lectores del Ramayana y la posteridad.

La vida de Lakshmana es altamente inspiradora y conmovedora. Ha dejado una impresión indeleble en la mente humana. Trata de extraer de su vida las mejores lecciones que puedas, ponlas en práctica en tu vida diaria y sé feliz.

Desarrolla amor por todos tus hermanos. Desarrolla hermandad universal. Ama a todos tus hermanos. Esta es la gran lección que deberías extraer de la vida de Lakshmana. Trata de seguir sus pasos.

Presta atención a la devoción de Lakshmana por el Señor Rama. Por el contrario, ¿qué es lo que vemos en estos días? Hermanos peleando entre sí por cuestiones insignificantes y yendo a la corte para dividir la propiedad. Discuten por nada y después no se hablan. Vemos muchas confabulaciones y discordia entre ellos. ¿No es una situación desgraciada y lamentable? Oh hombre, piensa en la majestuosa personalidad de Lakshmana y su devoción y amor por su hermano. Ponlo como un ideal delante de ti. Absorbe sus excelentes cualidades. Estudia su vida y actos una y otra vez. Gradualmente, tu naturaleza perversa cambiará. Aprende a amar a tu hermano desinteresadamente. Haz que tu amor inestable se afiance. Gozarás de paz y felicidad en casa.

¡Oh noble Lakshmana! que consideraste el afecto fraternal por sobre todas las cosas en este mundo, oh héroe indomable, tu sentido del deber y del amor puro hacia Rama ha inmortalizado tu nombre. No podemos pensar en Shri Rama sin pensar en ti. Tú eras su favorito. Eras su mano derecha. Tú eras sólo otra forma de Shri Rama, como Bharata. Mientras este mundo exista, tu nombre perdurará. Vivirás tanto como viva Shri Rama. Has logrado una reputación inmortal mediante tu servicio incansable y tu devoción por tu hermano. Muéstranos la forma de servir y amar a Rama como tú lo hiciste. Ten a bien revelarnos los secretos del servicio a Rama. Reverencias a ti, ¡oh Lakshmana! ¡Que nosotros podamos seguir tus pasos! Extiéndenos tu mano para cruzar este océano del Samsara concediéndonos el verdadero amor y la devoción hacia Rama que tú posees.

Cantaremos siempre tu gloria y repetiremos: “Rama Lakshmana Janaki, Jaya Bolo Hanuman Ki”. Preséntanos a tu amado Señor Rama, tu querido hermano y maestro. Ayúdanos también a tener comunión con el Señor Rama. Oh Lakshmana, ten piedad de aquellos Sadhakas neófitos que andan a tientas en la oscuridad de la ignorancia. Enséñanos el secreto del éxito para convertirnos en célibes acérrimos hasta el fin de nuestra vida. ¡Reverencias una vez más a ti, oh Lakshmana, el tesoro de Sumitra y el preferido de Shri Rama!

4.      BHARATA

Bharata, el hijo de Dasharatha y Kaikeyi, la más joven de sus reinas, fue un gran Bhakta de Shri Rama. Nació bajo el signo de Piscis (Mina) y la influencia de Pushya, la octava mansión lunar en el Zodíaco hindú.

Estaba muy bien entrenado en el arte de la arquería y la equitación, entre otros. Tenía conocimiento de los Vedas. Amaba mucho a Shatrughna. Comían juntos y se vestían igual. Eran inseparables como el cuerpo y su sombra.

Bharata estaba muy apegado a Shri Rama. No encontrarán en la historia del mundo a alguien igual a Bharata en amor fraternal. Su desapego fue notable. Él rechazó la soberanía. El amor fraternal de Bharata hacia Shri Rama fue único en este mundo y siempre será digno de mención.

La resolución de Bharata

Cuando Vasishtha le dijo a Bharata, “Hijo, hoy serás nombrado rey por orden de tu padre”, él respondió, “Oh venerable sabio, ¿qué haré yo con el reino? Yo soy un gran pecador. No soy una persona apta. Mis hermanos y mi cuñada Janaki están pasando indecibles miserias por mí. Estoy muy afligido por esta situación. Rama es nuestro Señor y rey. Nosotros somos, en verdad, sus sirvientes. Mañana por la mañana, debemos traer a Shri Rama de vuelta inmediatamente. Así como Rama se retiró al bosque vestido con cortezas, yo también iré al bosque vestido con cortezas. Comeré frutas y raíces junto con Shatrughna. Dormiré en el suelo y llevaré el cabello enmarañado. Permaneceré allí hasta que Rama regrese. Solicito tu amable permiso para ir. Por favor, concédeme tu afectuosa bendición”.

¡Qué conmovedora respuesta dio Bharata! Su amor y devoción por su hermano fueron inigualables. Su noble ejemplo continuará enseñando al hombre. Estaba dotado de virtudes inmaculadas. Esa es la razón por la cual aún vive en nuestros corazones.

Con la ayuda de Guha, Bharata cruzó la Ganga, fue inmediatamente al Ashram de Bharadvaja y se postró ante el Rishi. El sabio agasajó a la comitiva real con suntuosa comida y bebida. Bharata saludó al Rishi a la mañana siguiente y prosiguió hacia el Chitrakuta para ver a Shri Rama.

Al llegar cerca del Chitrakuta, Bharata vio las huellas de Rama. Comenzó a rodar por el suelo y con gran reverencia puso sobre su cabeza el polvo de los pies de Shri Rama. Dejó el carro y comenzó a caminar descalzo con sus pies sangrando, porque su Señor, Rama, también había recorrido todo el largo sendero hacia el bosque.

Lakshmana pensó que Bharata venía con su ejército como enemigo para matarlos y poder así reinar sin ningún temor. Estaba listo para luchar contra él. Shri Rama le dijo a Lakshmana, “Bharata es mi devoto. Yo lo amo inmensamente. Nunca puede tener mala intención hacia nosotros. Es muy noble y magnánimo. El mundo no ha dado un solo hombre que posea las cualidades de Bharata. Por lo tanto, abandona esas ideas tan erróneas que hay en tu mente”.

A la distancia, Bharata vio la morada de Shri Rama. Se inclinó con gran reverencia ante cada objeto perteneciente a su hermano y a Shri Sita. Shri Rama se sintió muy complacido cuando vio a Bharata. Lo besó y lo acarició con gran cariño.

A la mañana siguiente, Bharata le dijo a Shri Rama, “Oh venerable Señor, toma posesión del trono. Protege el reino ancestral. Tú eres como un padre para mí. Concédeme tu gracia. No pienses en el mal hecho por mi desalmada madre”. Bharata puso su cabeza con devoción a los pies de Shri Rama y se postró en el suelo delante de él.

Shri Rama lo levantó y le dijo, “En verdad, lo que has dicho es correcto. Pero yo debo obedecer la orden de mi padre. Aquél que desobedece la orden de su padre y hace lo que quiere en verdad está muerto aunque viva. Va al infierno después de la muerte. Por lo tanto, tú protege el reino del bosque Dandaka. Para el grande, el temor a la falsedad es mayor incluso que el temor al infierno. Yo cumpliré con la promesa que mi padre le diera a Kaikeyi. ¿Cómo podría yo actuar falsamente?”

Bharata dijo, “Yo viviré en el bosque vestido con cortezas y harapos. Cuidaré el reino por catorce años”.

Rama respondió, “Tu padre te dio el reino a ti y el bosque a mí. Si actuara de otra manera, estaría actuando falsamente”.

Bharata respondió, “Yo también viviré en el bosque y te serviré como Lakshmana; de otro modo, dejaré de comer hasta abandonar el cuerpo”.

Entonces, Bharata tomó las sagradas sandalias de Shri Rama y dio vueltas a su alrededor una y otra vez, se inclinó ante él con reverencia y dijo con devoción, “Oh Rama, si el primer día después de los catorce años no regresas, me arrojaré al fuego”.

Shri Rama respondió, “Muy bien, mi querido Bharata”.

Bharata se preparó para dejar el lugar junto con su ejército, su hermano, sus madres y el sabio Vasishtha. Kaikeyi le dijo a Rama con lágrimas en los ojos, “Bajo la influencia de la ilusión te privé del reino, oh Rama. Perdóname esta falta. Soy una gran pecadora. Los hombres buenos son siempre indulgentes por naturaleza. Protégeme. Reverencias a ti. Tomo refugio en ti. Tú eres el mismo Vishnu”.

Shri Rama respondió, “La Diosa de la palabra, a instancias mías solamente, salió de tu boca para hacer el trabajo de los dioses. Tú no has cometido falta por ello. Te liberarás pronto por devoción a mí”.

Pensando en Rama, Bharata regresó rápidamente a Ayodhya junto con sus ministros, sus madres y Vasishtha. Él llamó a los ministros, les dio valiosas instrucciones y les encomendó el trabajo de los distintos departamentos del estado. También invitó a los Brahmanas de la región, los honró de varias maneras y les pidió que continuaran con sus deberes apropiadamente. Él estableció a todos los súbditos de su reino en las ciudades y provincias de Ayodhya, los consoló y reconfortó, y les pidió que permanecieran siempre leales al trono. Bharata confió sus madres al amoroso cuidado de Shatrughna.

En un día auspicioso, el sagrado par de sandalias de Shri Rama fue instalado en el trono de Ayodhya con pompa y magnificencia.

Luego Bharata fue a ver a su Maestro, Vasishtha, y le pidió permiso para llevar una vida de ascetismo y realizar penas. Con su consentimiento, se despojó de sus atuendos reales y vistió con cortezas. Fue al Nandigram, construyó una cabaña y vivió allí como ermitaño. Durmió en un lecho de paja y vivió de raíces y frutas con sus sentidos bajo control y el cabello enmarañado. Solía adorar diariamente el par de sandalias y nunca daba una orden sin antes solicitarles permiso. Adoró las sandalias con devoción todos los días, como si fueran el mismo Rama, con flores, arroz y otras ofrendas dignas de un rey.

Él renunció a todos los placeres del mundo. Consideró el trono de Ayodhya como algo sagrado que la había confiado por algunos años. Manejó las cuestiones de estado de forma virtuosa y justa. Él era muy ecuánime y honesto. Había paz en todas partes. Su único fin era promover el bienestar y la felicidad de sus súbditos. Ellos lo amaban y reverenciaban.

Pasaron catorce años. Shri Rama estaba regresando a Ayodhya. El primer día después de los catorce años, él tenía preparado un gran fuego para entrar en él si Shri Rama no retornaba a Ayodhya antes de la caída del sol. Shri Rama sabía esto, así que envió a Hanuman para que se adelantara y le informara a su hermano de su llegada.

La noticia revivió a Bharata. Puso el par de sandalias sobre su cabeza y se dirigió al encuentro de Shri Rama, Sita y Lakshmana junto con Shatrughna, Shri Vasishtha, Shri Hanuman, Sumantra y otros ministros.

Fue un encuentro memorable entre los hermanos. Ellos se abrazaron y derramaron lágrimas de alegría y amor. Luego Shri Rama ascendió al trono en un día auspicioso con toda pompa y esplendor. Reinó por largo tiempo pacíficamente y ganó un nombre eterno en el mundo. Como rey, no tuvo igual.

Habilidad de Bharata en la arquería

Mientras la famosa batalla entre Shri Rama y Ravana tenía lugar, Lakshmana fue herido por una flecha de Meghanada, el hijo de Ravana, y quedó inconsciente. Shri Rama se sintió muy angustiado. Después de cierto tiempo, Vibhishana consoló a Rama diciendo, “Oh mi Señor, Lakshmana está inconsciente. Si pudiéramos traer la planta Mritasanjivani de la montaña Mandara y administrársela, él se podría salvar. De otro modo, no podemos esperar que Lakshmana sobreviva. Hay que traer la planta antes del amanecer”. Shri Rama le pidió a Hanuman que trajera la planta, ya que era la única persona capaz de llevar a cabo tan difícil tarea. La montaña Mandara estaba a miles de millas de Lanka.

Con las bendiciones de Shri Rama, Shri Hanuman dejó Lanka y, en un abrir y cerrar de ojos, llegó a destino. Para él, esto fue más fácil que cruzar el océano. Buscó la planta, pero no pudo localizarla. Así que pensó que lo más acertado era llevar toda la montaña y ponerla delante de Shri Rama.

Mientras Hanuman estaba llevando la montaña, Bharata lo observaba. Era temprano en la mañana y Bharata estaba adorando a Shri Rama. Él pensó para sí, “Algún Rakshasa se está desplazando en el cielo con una gran montaña para destruir a mi hermano”. Así que, inmediatamente, disparó una flecha al supuesto demonio y Hanuman cayó herido, con la montaña llorando, “Rama, Rama”. Bharata quedó atónito y se acercó a Hanuman que estaba inconsciente. Bharata se lamentó de la mala condición de Hanuman y dijo, “El mismo destino inevitable que me separó cruelmente de mi hermano me ha enviado este dolor adicional. Si mi devoción por Rama es sincera, que esta pobre alma sobreviva”. Bharata arrojó agua sobre Hanuman  repitiendo el nombre de Rama. Hanuman recobró la conciencia inmediatamente murmurando el nombre de Rama. Hanuman dijo, “Oh Bharata, le has hecho el peor daño a Shri Rama. Lakshmana está agonizante. Yo estaba llevando la planta Mritasanjivani para salvar su vida. Ahora, estoy demorado aquí y Lakshmana seguramente morirá dentro de una hora”. Bharata abrazó a Hanuman con lágrimas en sus ojos y dijo, “Hermano, perdóname. Tuve la impresión de que algún demonio se estaba desplazando por el cielo con la gran montaña para destruir a mis hermanos y a la madre Janaki. No te lamentes. En un momento te enviaré de vuelta a Lanka”.

Tras decir esto, el gran héroe Bharata le disparó otra flecha a la montaña. La flecha hizo que la montaña se elevara junto con Hanuman y quedara frente a Shri Rama antes del tiempo fijado. Hanuman estaba sorprendido de la habilidad de Bharata y le narró el incidente a Shri Rama y a los otros que se regocijaron inmensamente y derramaron lágrimas de alegría.

El sacrificio y la devoción de Bharata

Ninguna ganancia mundana, ningún logro, ni siquiera el estatus de Brahma, Vishnu y Mahesha podía desviar a Bharata de la pureza de su devoción a Shri Rama. Para él, Shri Rama era el camino, la verdad, la vida y el fin. Estaba siempre listo para complacer a Shri Rama y llevar a cabo sus órdenes alegremente. Nunca desobedecía a Shri Rama, bajo ninguna circunstancia. Su lema era obediencia a su hermano Shri Rama. Su amor y reverencia hacia su hermano no tuvieron igual en este mundo. No se puede encontrar un segundo Bharata en la historia del mundo. El mundo no ha producido su igual. Ni el mismo Rama podía describir el amor que Bharata tenía por él.

El espíritu de abnegación estaba arraigado en él. No le importaban los derechos a la realeza y el reino. Los dejó en favor de su hermano ausente. Llevó la vida de un asceta. Ningún otro podía haber hecho esto.

Él practicó sacrificio y resistencia. Rechazó la pompa y la gloria de la realeza. Era dócil y simple. Fue un gran Tyagi. Abandonó todos los placeres del mundo como si fueran paja y cultivó cualidades divinas. Rama era su único deleite y regocijo.

La vida de Bharata es una lección para todos. Su vida nos enseña que debemos amar a nuestros hermanos y llevar una vida de sacrificio, abnegación, austeras penas, desapego y devoción, y cumplir con nuestros deberes con fe, cuidado, diligencia y desinterés. Tenemos que aprender de él la lección de que debemos ser instrumentos del Señor del mismo modo en que él fue un instrumento en manos de Shri Rama. Aunque tengamos mucha riqueza y propiedades, debemos considerarlas como si fueran de Dios y no nuestras. Su vida enseña además que uno puede alcanzar la Experiencia de Dios viviendo en el mundo. Bharata vivió en medio de los lujos y las tentaciones del mundo, y aún así no fue afectado por ellos. Condujo las cuestiones de estado de la mejor manera posible mientras su mente estaba fija en Rama y su lengua murmuraba siempre, “Rama, Rama”.

¡Oh noble Bharata, oh poderoso descendiente de la raza de Ikshvaku, la dinastía solar, oh orgullo de Shri Rama, otórganos la fuerza interior para seguir el sendero de la rectitud! Muéstranos el camino para desarrollar devoción sincera por Shri Rama.

5.      SHATRUGHNA

Shatrughna, el hijo de Dasharatha y Sumitra, nació junto con Lakshmana. Él fue un íntimo compañero de Bharata como Lakshmana lo fue de Shri Rama. También era versado en las sagradas escrituras y tenía dominio de la arquería.

Shatrughna se casó con Srutakirti, la hija de Kushadhvaja, el hermano del rey Janaka. El amor que hubo entre Bharata y Shatrughna es indescriptible. Comían juntos, dormían juntos y usaban la misma ropa. Shatrughna seguía a Bharata como su sombra. Era muy feliz sirviendo a Bharata y satisfaciendo sus deseos con obediencia y buena disposición.

Él golpeó duramente a Manthara, la malvada sirvienta de Kaikeyi, y la arrojó al suelo porque sabía que había sido ella la que instigó a Kaikeyi a conspirar contra Rama. El bondadoso Bharata intervino y Shatrughna se vio forzado a liberar a Manthara.

Cuando Bharata vivió en el Nandigram, le pidió a Shatrughna que permaneciera en el palacio y sirviera a las tres madres. Él cumplió fielmente con lo encomendado.

Era valiente, justo, noble y fiel. Vivió para servir a Bharata. Se volvió uno con Bharata.

6.      DASHARATHA

Svayambhu Manu nació como Dasharatha, Shatarupa (su esposa) nació como Kausalya. Ellos practicaron duras penas para tener al Señor Hari como hijo. El Señor les dio Su promesa y actuó según ella. Nació como hijo de Kausalya y Dasharatha.

El rey Dasharatha pertenecía a la dinastía solar. La sangre de Ikshvaku corría por sus venas. Era bien versado en los Vedas, inteligente, veraz, amable, piadoso y valiente. Dasharatha fue un emperador muy poderoso. Fue el gobernante más grande de su época. Hasta los dioses buscaron su ayuda cuando lucharon contra los Asuras.

Él tenía ocho ministros justos y capaces. Ellos eran Dhreshti, Yayanta, Vijaya, Sureshtra, Vardhana, Dharmapala, Akopa y Sumantra. Recibía sabios consejos de santos como Vasishtha, Jabali, Suyajña, Kasyapa, Gautama, Markandeya y Kattyayana.

Dasharatha gobernó el reino con justicia. Protegía bien al inocente y expulsaba de su reino a las personas malvadas, licenciosas y perezosas. Durante su régimen, no hubo delincuentes. La vida y la propiedad estaban perfectamente aseguradas.

Él tuvo tres esposas, Kausalya, Sumitra y Kaikeyi. Una vez, el rey Dasharatha fue de caza al bosque. Cuando estaba buscando una presa, escuchó un sonido semejante al de un elefante bebiendo agua. Él disparó una flecha hacia el sonido e hirió a un joven que estaba llenando sus cántaros con agua. Inmediatamente el joven comenzó a gritar, cayendo al piso inconsciente. Al oír el grito, Dasharatha se dirigió hacia el lugar y encontró a un joven Brahmana herido por su flecha. Sintió mucha pena por el joven y le preguntó quién era. El muchacho le dijo que era el único hijo de sus padres ciegos. Le pidió al rey que llevara el cántaro con agua a su cabaña donde sus padres estaban esperando ansiosos el agua para beber. El joven Brahmana murió ahí mismo. Dasharatha llegó a la cabaña muy apesadumbrado y vio a la pareja ciega llamando a su hijo por el hombre. Él respondió y reveló su identidad. Entonces, les narró lo que le había sucedido a su hijo y les pidió perdón por su acción cruel e irreflexiva.

Los padres ciegos del Brahmana se hundieron en un océano de dolor y maldijeron al rey Dasharatha diciendo, “Morirás por la separación de tu hijo más querido como nosotros morimos ahora en tu presencia”.

La maldición que pronunciara la anciana pareja Brahmana tuvo su efecto cuando Shri Rama se fue al Chitrakuta junto con Shri Lakshmana y Sita Devi. Fue entonces que Dasharatha abandonó su cuerpo llamando, “Rama, Rama”.

7.      SHRI HANUMAN

Shri Hanuman nació de Añjani y Pavana, el dios del viento. Lo llamaron Hanuman debido a la ciudad de Hanumpur que gobernaba su tío materno, Parti Surya. El cuerpo de Hanuman era fuerte como una piedra. Fue por eso que Añjani lo llamó Vajranga. También es conocido por los nombres de “Mahavir” o el héroe más poderoso que realizó grandes proezas sobrehumanas, Balibhima y Maruti.

El mundo no ha vuelto a ver ni verá en el futuro a un héroe poderoso como Shri Hanuman. Durante su vida, hizo maravillas y realizó hazañas de fuerza y valor sobrehumanos. Dejó tras de sí un nombre que, mientras dure el mundo, continuará ejerciendo gran influencia sobre las mentes de millones de personas.

Él es uno de los siete Chiranjivis. Fue el único erudito que sabía los nueve Vyakaranas. Él aprendió los Shastras del dios sol. Fue el más sabio entre los sabios. El más fuerte entre los fuertes y el más valiente entre los valientes. Él era la Shakti de Rudra. Aquél que medita en él y repite su nombre obtiene poder, fuerza, gloria, prosperidad y éxito en la vida. Hanuman es adorado en todos los lugares de India, particularmente en Maharashtra.

Nació en la hora más auspiciosa del octavo mes lunar, Chaitra, a las cuatro de la mañana, en el día más bendito, un martes.

Tenía el poder de asumir cualquier forma que quisiera; podía aumentar el tamaño de su cuerpo hasta hacerlo enorme o reducirlo al tamaño de un pulgar. Su fuerza era sobrehumana. Fue el terror de los Rakshasas. Era bien versado en los cuatro Vedas y otros libros sagrados. Su valor, sabiduría, conocimiento de las escrituras y fuerza sobrehumana atrajo a todos los que se acercaron a él. Tenía una habilidad extraordinaria para la guerra.

Fue el mensajero elegido, el guerrero y el sirviente de Shri Rama. Fue su devoto incondicional. Rama era todo para él. Vivió para servir a Rama. Vivió en Rama. Vivió para Rama. Fue ministro e íntimo amigo de Sugriva.

Desde su nacimiento, exhibió una fuerza física extraordinaria e hizo muchos milagros.

Cuando era niño puso al sol adentro de su boca. Todos los dioses se afligieron mucho. Vinieron con las palmas juntas a ver al niño y le pidieron humildemente que liberara al sol. Ante su pedido, el niño liberó al sol.

Hanuman vio por primera vez a Shri Rama en Kishkindha. Shri Rama y Lakshmana llegaron allí buscando a Sita, a quien Ravana había raptado.

Un Rishi pronunció una maldición contra Hanuman por su falta, diciendo que él sería inconsciente de su gran fuerza y habilidad hasta que se encontrara con Shri Rama y lo sirviera con devoción. Tan pronto como Hanuman vio a Shri Rama tomó conciencia de su fuerza y su poder.

En Lanka, Hanuman exhibió su fuerza inmensa y sus poderes extraordinarios. Él destruyó el hermoso bosque que era el lugar de solaz de Ravana. Desarraigó cantidad de árboles y mató a muchos Rakshasas. Ravana se enfureció por ello y envió a Jambumali para luchar contra Shri Hanuman; éste tomó el tronco de un árbol y lo lanzó contra Jambumali matándolo. Ravana envió a su hijo Aksha para luchar contra Hanuman. Él también lo mató. Entonces, envió a Indrajit. Hanuman arrojó un gran árbol contra Indrajit. Éste cayó al suelo inconsciente. Después de cierto tiempo, Indrajit recobró el conocimiento y le disparó a Hanuman el lazo de Brahma. Indrajit ordenó a los Rakshasas que llevaran al mono a la corte de su padre. Ni cien Rakshasas eran capaces de levantar a Hanuman.

Hanuman se hizo lo más liviano posible. Entonces, los Rakshasas lo levantaron. Cuando lo pusieron sobre sus hombros, repentinamente se hizo pesado y los mató aplastándolos. Entonces, Hanuman les pidió a los Rakshasas que le quitaran la soga. Ellos lo desataron y Hanuman se dirigió al salón de asambleas de Ravana.

Ravana dijo, “Oh malicioso mono, ¿qué puedes decir en tu defensa? Te condenaré a muerte”. Hanuman se rió y dijo, “Oh malvado Ravana, devuélvele Sita al Señor Rama y pídele perdón; de otro modo, tú y toda Lanka serán destruidos”. Estas palabras de Hanuman enfurecieron a Ravana, quien le ordenó a los Rakshasas que cortaran la cabeza de Hanuman.

Vibhishana intervino y dijo, “Oh hermano, no es legal ni recto matar a un mensajero. Sólo puedes imponerle un castigo”.

Ravana accedió. Quería privar a Hanuman de su cola para que se viera feo. Ordenó a los Rakshasas que envolvieran la cola de Hanuman con telas embebidas en aceite y ghi. Hanuman extendió su cola de tal forma que no alcanzó toda la tela de Lanka para cubrirla. Luego redujo su cola por propia voluntad. Los Rakshasas envolvieron la cola con telas embebidas en aceite y ghi, y le prendieron fuego. Hanuman expandió su cuerpo a un tamaño enorme y comenzó a saltar de un lugar a otro. Toda Lanka empezó a arder. Todos los edificios palaciegos fueron reducidos a cenizas.

Luego Hanuman saltó al mar para enfriarse y refrescarse. Una gota de su transpiración cayó en la boca de un gran pez que dio a luz a un gran héroe llamado Makara Dhvaja. Éste es considerado el hijo de Hanuman. Luego Hanuman se dirigió al bosque de Ashoka y le contó a Sita todo lo que había hecho.

Después, cruzó el mar por el aire y llegó adonde estaba su ejército. Les dijo todo lo que había sucedido y marcharon todos rápidamente para llevarle las buenas noticias a Shri Rama y Sugriva. Llegaron a Kishkindha y Hanuman le dio a Shri Rama la joya de Sita. Shri Rama se alegró mucho. Elogió a Hanuman y lo abrazó diciendo, “Oh gran héroe, no puedo pagarte esta deuda”.

Cuando todos los hermanos e hijos de Ravana habían muerto, éste mandó a buscar a su hermano Ahi Ravana que era el rey del mundo infernal. Ahi Ravana fue a Lanka y Ravana le pidió que luchara contra Shri Rama y Lakshmana.

Ahi Ravana consintió en ayudar a su hermano. Al caer la noche, él asumió la forma de Vibhishana, el hermano de Ravana que era aliado y devoto de Shri Rama. Llegó adonde estaban Rama y Lakshmana durmiendo. Hanuman estaba custodiando. Pensó que era Vibhishana el que venía. Por lo tanto, le permitió entrar al campamento. Silenciosamente, Ahi Ravana cargó a los dos hermanos sobre sus hombros y se dirigió a su reino.

Al amanecer, Hanuman vio que Shri Rama y Lakshmana habían desaparecido. Descubrió que Ahi Ravana los estaba llevando a su reino. Inmediatamente, se dirigió al mundo infernal y recibió la información de que Ahi Ravana había hecho los preparativos para matar a los dos hermanos en un sacrificio. Hanuman asumió una forma pequeña, entró al templo y se sentó sobre la imagen de la diosa. La imagen se hundió en la tierra. Hanuman tomó su lugar. Cuando Ahi Ravana estaba a punto de sacrificar a los dos hermanos, Hanuman apareció en su verdadera forma y lo mató. Él instaló en el trono a Makara Dhvaja, su propio hijo, tomó a los hermanos en sus hombros y los llevó a Lanka.

Hanuman mató a muchos héroes en la gran guerra. Dhumar, Vajro, Roshat, Anchan y muchos otros grandes guerreros fueron muertos por él.

Cuando la gran guerra había terminado, Vibhishana fue instalado en el trono de Lanka. El tiempo de exilio estaba a punto de terminar. Shri Rama, Lakshmana, Sita y Shri Hanuman se sentaron en el Pushpaka Vimana, el carro volador, y llegaron a tiempo a Ayodhya.

La ceremonia de coronación del Señor Rama fue celebrada con gran esplendor y pompa. Sita le dio a Hanuman un collar de perlas exclusivas. Hanuman lo recibió con gran respeto y comenzó a romper las perlas con sus dientes. Sita y otros ministros que estaban sentados en el salón de asambleas quedaron atónitos ante esta extraña actitud de Hanuman.

Sita le preguntó, “Oh poderoso héroe, ¿qué estás haciendo? ¿Por qué rompes las perlas?” Shri Hanuman respondió, “Oh venerable madre, en verdad, es un collar muy valioso ya que lo he recibido de tu santa mano. Pero quiero averiguar si alguna de estas perlas contiene a mi amado Señor Rama. No guardo nada que esté desprovisto de él. No lo encuentro en ninguna de estas perlas”. Sita preguntó, “Dime si tienes al Señor Rama en tu interior”. Inmediatamente, Shri Hanuman abrió su corazón, desgarrándolo, y se lo mostró a Rama, a Sita y a los otros. Todos vieron al Señor Rama acompañado por Sita en el corazón de Shri Hanuman.

El Señor Rama se alegró mucho. Descendió del trono, abrazó a Hanuman y lo bendijo. Shri Hanuman pasó el resto de su vida en compañía del Señor.

Cuando Shri Rama ascendió a Su morada suprema, Shri Hanuman también quería seguirlo. Pero el Señor le pidió que permaneciera en este mundo como Su representante y asistiera a todas las reuniones en las que se dieran y escucharan discursos sobre Sus actos, y que ayudara a Sus devotos a cultivar devoción.

Él es un Chiranjivi. Está en todas partes. El que tiene ojos y devoción lo ve y recibe su bendición.

Hanuman ocupa el primer puesto entre los héroes del mundo. Sus actos heroicos, sus maravillosas proezas y extraordinarias hazañas de fuerza y valor no pueden ser descriptos apropiadamente. Su sentido del deber fue altamente elogiable. Tenía gran habilidad en todas las tácticas militares y los métodos de guerra. Cruzar el mar de treinta millas de un salto, levantar la cima de una montaña en la palma de la mano, llevar a los hermanos en sus hombros desde el mundo infernal hasta Lanka son todas hazañas sorprendentes y sobrehumanas que frustran toda descripción posible.

Mediante su coraje, su paciencia y su espíritu impertérrito, él superó innumerables dificultades que se presentaron en su camino. Hizo una búsqueda incansable para encontrar a Sita. En tiempos de peligro, exhibió un valor maravilloso y gran compostura mental. Era constante y firme en sus acciones. Fue siempre exitoso en todos sus intentos. No conoció el fracaso. Dio su vida para servir al Señor. No tenía el menor deje de egoísmo en sus acciones; se las ofrecía todas al Señor Rama. Nadie alcanzó la cima en Dasya Bhava como lo hizo Shri Hanuman. Fue una joya excepcional entre los devotos, el jefe supremo entre los Pandits, el rey entre los célibes y el comandante entre los héroes y guerreros.

Oh poderoso Hanuman, Sevak incansable y devoto de Shri Rama, alegría de Añjana, rey de los Brahmacharins, muéstranos los secretos del Brahmacharya y la forma de alcanzar pureza en pensamiento, palabra y acto. ¡Que India tenga cada vez más héroes y Brahmacharis como él!

Donde está Hanuman, allí están Shri Rama y Shri Sita, y donde se alaba a Shri Rama y a Shri Sita, y se cantan Sus acciones, allí está Hanuman.

¡Gloria a Hanuman, el bendito devoto del Señor Rama! Gloria, gloria a Shri Añjaneya, el poderoso héroe, firme guerrero y erudito Brahmacharin! El mundo no ha visto a nadie semejante a él ni lo verá en el futuro.

Que sus bendiciones estén con todos ustedes. Cantemos ahora su gloria:

Jaya Siya Ram Jaya, Jaya Siya Ram

Jaya Hanuman Jaya, Jaya Hanuman.

8.      JATAYU Y SAMPATI

Jatayu y Sampati eran descendientes de Garuda, el rey de todas las aves. Jatayu era un buitre, el hermano menor de Sampati. Ellos nacieron en la región de los Himalayas. Se amaban mucho.

Jatayu era amigo del rey Dasharatha. En una ocasión, cuando Saturno había arrojado hacia abajo a Dasharatha junto con su carro durante una lucha, Jatayu le salvó la vida.

Jatayu y Sampati solían volar rápido en el aire. Un día, quisieron alcanzar el sol. Se remontaron cada vez más alto en el cielo. Al final, se les hizo difícil soportar el calor del sol. Jatayu estuvo a punto de desvanecerse, pero el compasivo Sampati desplegó sus alas sobre su hermano. Jatayu se salvó, pero las alas de Sampati se quemaron y cayó sin sentido en el monte Vindhya.

Después de cierto tiempo, recobró el conocimiento y lentamente se arrastró hasta la cueva de un santo. Sampati le dijo, “Oh santo sabio, he perdido mis alas. Déjame morir”. El sabio le respondió, “No ganarás nada muriendo. Espera pacientemente por un tiempo. Llegará el momento en que sirvas a una gran persona. Mediante ese servicio, recobrarás tu poder de volar”.

Sampati siguió las instrucciones del sabio. Esperó pacientemente. Su hijo Suparsva le traía comida todos los días.

Un día, un ejército de monos llegó cerca de Sampati. Habían sido enviados por Sugriva en busca de Sita. Sugriva los mataría si no la encontraban. Los monos buscaron en vano. Estaban desesperados. Decidieron sentarse allí, ayunar y morir. Angada, su líder, les relató la muerte de Jatayu.

Sampati se arrastró más cerca de los monos al oír la historia de su hermano. Ellos le contaron cómo había muerto Jatayu. Entonces, Sampati les contó su propia historia. Los monos le pidieron que los ayudara en su misión de encontrar a Sita.

Sampati respondió, “Les puedo decir dónde está. Mi hijo Suparsva volvió un día sin ninguna comida para mí. Le pregunté la razón por la cual no me traía nada para comer. Él respondió, ‘padre, no pude encontrar ningún animal hoy. Se escondieron todos. Vi a un monstruo inmenso con diez cabezas viniendo hacia mí. Llevaba en sus brazos a una mujer muy hermosa. Ella lloraba pidiendo la ayuda de Rama. Yo quería ayudarla, pero el demonio se comportó muy cortésmente conmigo y me pidió que me fuera solo. Lo que fue amable y me trató con respeto, yo lo traté igual y lo dejé ir. Después descubrí que el demonio era Ravana, el rey de Lanka. Todas las criaturas se habían escondido por temor a él’”.

“Yo estoy dotado con una visión poderosa. Puedo ver objetos incluso a una distancia de cien yojanas. Ahora, puedo decirles dónde está Sita. En el mar del sur, está la tierra de Lanka. Ravana llevó a Sita allí. Hagan una búsqueda minuciosa en ese lugar. Seguramente, la encontrarán”.

En ese momento, Sampati desarrolló nuevas halas y tuve deseos de volar. Las palabras del santo se hicieron realidad. Sampati sirvió a la causa de Shri Rama y fue bendecido con nuevas alas mediante su gracia. Él voló por el aire otra vez con gran regocijo.

Jatayu era devoto de Dios. Cuando Ravana estaba llevando a Sita, Jatayu oyó sus gritos y luchó contra Ravana para rescatar a Sita. Ravana le cortó las dos alas y Jatayu cayó al suelo mortalmente herido.

Permaneció en esa condición hasta que llegó Shri Rama buscando a Sita. El noble pájaro le contó todo lo sucedido y luego murió. Jatayu fue el primero en informarle a Rama que Ravana había raptado a Sita.

Shri Rama puso a Jatayu sobre su falda, limpió la sangre de sus heridas con las trenzas de su cabello y lo consoló. Jatayu exhaló su último aliento en el regazo de Shri Rama. El mismo Shri Rama hizo su rito fúnebre. ¡Qué ser afortunado fue Jatayu! Ningún otro devoto, excepto Jatayu, ha gozado hasta ahora de esa excepcional suerte de morir en la falda de Shri Rama.

Shri Rama mostró hacia Jatayu la misma reverencia que tenía por su padre. Le confirió, en el otro mundo, el mismo estatus que se le dio a Dasharatha. El noble Jatayu sacrificó su vida por la causa de Shri Rama.

No es necesario que uno nazca como Brahmana para obtener la emancipación final. Dios le da liberación incluso a los pájaros. Lo que se necesita es devoción sincera y única por el Señor.

¡Gloria a la gran alma Jatayu, el más grande héroe entre las aves, que se ocupó del bien de Shri Rama de todas las formas posibles, dejó su vida por Shri Rama y ganó la mayor distinción entre los devotos! ¡Su vida inspira aún hoy a los hombres para que recorran el sendero de la devoción y luchen por obtener la Experiencia de Dios!

9.      VALI

Vali era un mono poderoso. Era el Amsha de Indra. Él podía viajar desde el océano oriental al occidental, desde el sur al norte. Podía subir montañas y desarraigar grandes árboles. Él destruyó al poderoso asura Dundubhi que tenía forma de búfalo. Vali tenía un don. Podía obtener la mitad de la fuerza de cualquiera que luchara en su contra.

Sugriva dudó del valor y la fuerza de Shri Rama. Shri Rama le dijo, “Oh Sugriva, te daré pruebas convincentes de mi valor y mi fuerza”. Shri Rama empujó el esqueleto de Dundubhi a diez Yojanas con la punta del pie. Sugriva dijo, “Oh Señor, ahora perfora una palmera con tu flecha. Entonces, seré capaz de juzgar tu poder y el de Vali. Él perforó estas siete palmeras muchas veces”.

Entonces, para crear confianza en Sugriva, Shri Rama tomó su arco y envió una flecha contra las palmeras. Perforó las siete palmeras, una roca y la región más profunda de la tierra, y la flecha volvió a su aljaba en un minuto. Sólo en el caso del Señor Rama y el Señor Krishna la flecha volvía a la aljaba. Sugriva quedó maravillosamente sorprendido y confió plenamente en los poderes de Shri Rama.

Shri Rama ayudó a Sugriva en su lucha contra Vali. Lanzó una flecha que perforó el pecho de Vali. El heroico Vali cayó postrado en el piso.

Vali le dijo a Shri Rama: “Rama, yo estaba luchando con otro. ¿Por qué me disparaste? Has nacido en una familia noble. Se supone que eres heroico, poderoso, compasivo y virtuoso. Tú siempre cuidas el bienestar de la gente. Pero ahora veo que eres malvado y deshonesto. Eres un hipócrita. No te he hecho nada malo a ti, ni a tu ciudad o provincia. Eres un rey famoso. Has nacido en una familia Kshatriya. ¿Cómo pudiste cometer esta acción ruin? Deberías haberme matado en una lucha limpia y abierta. Dime por qué andas vestido de mendicante. Eres arrogante, inconstante y demasiado intolerante en el cumplimiento de tus deberes reales. Dime cómo puedes justificar tu acción. Has cometido un gran pecado al dispararme. Eres malvado, traicionero y miserable. No tienes carácter. Te has desviado del sendero de la rectitud. Era difícil atacarme, así que me disparaste ocultándote de mi vista del mismo modo en que una serpiente pica al hombre cuando éste duerme”.

Shri Rama respondió, “Vali, eres infantil. Eres totalmente ignorante del deber. No has aprendido nada de tus mayores y maestros. Me has blasfemado debido a tu inmadurez e ignorancia”.

“Eres irreligioso y pasional. No tienes carácter. Has violado los deberes de un rey. El hermano mayor y el maestro deberían ser considerados como el propio padre. El hermano menor y el discípulo deberían ser tratados como el propio hijo. Escucha la razón por la cual te disparé. Has violado los principios eternos de rectitud y has ultrajado a la esposa de tu hermano menor. Su esposa Ruma es como tu nuera. Has violado la religión. Por lo tanto, te he castigado. La muerte es el único castigo apropiado para el hombre que actúa en contra de las costumbres inmemorables. He nacido en un noble linaje Kshatriya y no puedo dejar pasar tus crímenes”.

“También prometí ayudar a Sugriva. Él es mi amigo. ¿Cómo podría romper mi promesa? Era mi deber castigarte. El rey que no castiga al ofensor comete una gran falta. Te he castigado según el código moral. La religión gobierna al rey”.

“Tengo algo más que decirte. No me he desviado del sendero de la rectitud disparándote desde un escondite. Prometí ayudar a Sugriva desde la retaguardia, si él no te derrotaba. Estoy justificado en dispararte así. El hombre mata o captura animales de distintas formas mediante lazos o trampas, abiertamente o por medio de emboscadas. Tú eres sólo un animal. Incluso príncipes piadosos cazan en el bosque. Tú eres un mono. No importa si luchaste conmigo o no. El rey es el defensor de su gente. Su deber es hacerles justicia. Sólo he cumplido con mi deber. Tú no tienes idea de lo que es correcto o incorrecto. Por lo tanto, me estás acusando injustamente debido a tu enojo”.

Vali obtuvo comprensión espiritual y entendió que Rama era absolutamente inocente. Entonces le dijo a Rama con la palmas juntas, “Tú eres virtuoso. Yo soy un pecador. Por favor, perdóname. Ten a bien protegerme. Angada es mi hijo. Él me es muy querido. Es sólo un niño. Por favor, protégelo a él también”.

Shri Rama consoló a Vali diciendo, “Oh Vali, ahora estás libre de culpa. Abandona toda pena y temor. Yo cuidaré de Angada. Lo trataré con gran afecto”.

Luego Vali dejó su envoltura mortal y murió en silencio.

Aunque apareció como hombre, Shri Rama era el mismo Vishnu. La bendición divina está siempre más allá del alcance de las leyes morales y sociales de los hombres insignificantes y de poco entendimiento. Es una verdadera tontería cuestionar las acciones de un Avatara omnisciente y omnipotente, sean justificables o no. Es el colmo de la propia insensatez solamente. Los sabios nunca hacen eso.

10.  LAVA Y KUSHA

Lava y Kusha fueron los hijos de Shri Rama. Eran hermanos mellizos que vivieron en el Ashram del Rishi Valmiki.

Shri Rama no pudo tolerar la crítica del lavandero con respecto a su aceptación de Sita a pesar de que había vivido en Lanka, el reino de Ravana. Así que le ordenó a Lakshmana dejar a Sita en el bosque. Sita estaba embarazada. Ella no podía soportar la separación del Señor. Estaba llorando a orillas del río Ganga cuando llegó el sabio Valmiki y le preguntó acerca de la causa de su sufrimiento. El sabio se conmovió y confió a Sita a las mujeres de su Ashram.

Con el tiempo, Sita dio a luz a un niño. Lo llamaron Lava. Kusha fue creado por el sabio Valmiki y se asemejaba a Lava en todos los sentidos. Por lo tanto, fue criado por Sita como su hijo y hermano mellizo de Lava.

Lava y Kusha fueron criados en medio de un ambiente agradable bajo la tutela directa del Rishi Valmiki. Ellos tenían todas las virtudes de los príncipes Kshatriyas en su máxima expresión. Cantaron el Ramayana de Valmiki por primera vez en el Durbar de Shri Rama y en las calles de Ayodhya. Fueron especialmente entrenados por el Rishi Valmiki.

Lava era un niño guerrero. Era modesto, valiente, humilde y noble. Se parecía a su padre en todos los aspectos, en su carácter y forma externa. Tenía la misma voz, la misma dignidad, la misma majestuosidad imponente que su padre. Su espíritu marcial era de lo más maravilloso. Incluso se opuso a su padre con una impertérrita intrepidez y un valor sin igual. No podía admitir la actitud autoritaria de su oponente o rival por más poderoso que éste fuera. El fuego marcial ardía también en Kusha. Era un digno hermano de Lava. Él también poseía nobles virtudes. Tenía una hombría extraordinaria.

Shri Rama hizo arreglos para realizar un Ashvamedha Yajña. El caballo del sacrificio era soltado para que vagara por el país recibiendo la reverencia de todos los súbditos y los reyes que gobernaban pequeños territorios. Cuando el caballo pasó por la ermita de Lava y Kusha, ellos lo ataron a un árbol en frente del Ashram.

Lakshmana seguía al caballo. Lo encontró atado a un árbol frente al Ashram de Valmiki donde vivían Lava y Kusha. Entonces, Lakshmana preguntó quién había retenido el caballo y le dijeron que habían sido Lava y Kusha.

Lakshmana dijo, “Oh niños santos, ¿qué ganan ustedes reteniendo al caballo? Desátenlo enseguida. Pidan a cambio lo que quieran”. Lava y Kusha respondieron, “No liberaremos el caballo. Lucha con nosotros, derrótanos y luego podrás llevar el caballo”.

Lakshmana no pudo derrotar a Lava y a Kusha. Entonces, fue a buscar a Hanuman, Shri Rama, Bharata y Shatrughna. Tuvo lugar una batalla formidable en la cual Lava y Kusha ataron a todos con excepción de Shri Rama. Shri Rama tomó una flecha muy poderosa y la apuntó a Lava y a Kusha. En ese momento, llegó el sabio Valmiki y lo detuvo diciendo, “Oh Rama, estos niños son tus propios hijos. No los mates. Llévalos a Ayodhya”. Shri Rama se alegró mucho. Lava y Kusha se postraron ante Shri Rama y recibieron sus bendiciones. Más tarde, el sabio Valmiki los llevó a Ayodhya para el sacrificio del Ashvamedha.

11.  RAVANA

Ravana era el hermano de Kubera, que era un Lokapala o guardián encargado del norte, el amo de todos los tesoros y amigo íntimo del Señor Shiva. En verdad, Ravana no era un Rakshasa, Daitya, Asura o Danava. Era un descendiente de Brahma. Era el hijo de Vishravas, quien a su vez era hijo de Pulastya, el hijo de Brahma.

Ravana tenía dos hermanos, Kumbhakarna y Vibhishana. Los tres hermanos practicaron severo Tapas y vieron a Brahma cara a cara. Brahma les preguntó qué don querían que les otorgara.

Vibhishana, que estaba dotado de cualidades Sáttvicas, deseó devoción por Vishnu; Kumbhakarna quería destruir a todos los Devas. Éstos descubrieron cuál era su deseo y corrieron a pedirle ayuda a Sarasvati, la esposa de Brahma. Sarasvati estuvo presente en la lengua del demonio Kumbhakarna cuando éste pidió el don. Por un pequeño error en la pronunciación, Kumbhakarna pidió ser bendecido con sueño en vez de la extinción de los Devas en la que había pensado. En vez de “Nirdevatva”, él pronunció “Nidravatva”, y así perdió su objetivo.

Ravana no deseaba morir en manos de ningún demonio o dios, ni de ninguna bestia. En su orgullo, se olvidó de mencionar al hombre, porque estaba seguro de que ningún hombre podía matarlo.

Ravana se casó con Mandodari, la hija de Maya. De ella, tuvo un hijo llamado Meghanada. Cuando el niño nació, se escuchó un trueno, por eso fue llamado Meghanada (el sonido de la nube).

Meghanada era muy bravo y valiente. Tenía poderes maravillosos. Él derrotó a Indra, el amo de los dioses, y obtuvo el nombre de Indrajit (el vencedor de Indra).

Ravana maltrató mucho a la gente. Esclavizó a los dioses y a muchas mujeres hermosas. Al final, cuando sus crueldades se volvieron insoportables, los dioses se acercaron a Vishnu para pedir Su ayuda y Él encarno como Shri Rama para destruir a Ravana.

Ravana era un gran devoto del Señor Shiva. Hizo severas austeridades. Rishis y Devas no podían competir con él en la práctica de rigurosas penas. Siempre desafiaba a los Devas y los Rishis, y los subyugaba manifestando su poder y fuerza del Tapashcharya. Dos veces obtuvo del Señor Shiva sus cinco cabezas como recompensa por su Tapas. Él siempre adoraba al Señor Shiva en la forma del Linga.

Él desafió a Nandi, cuyo rostro se volvió como el de un mono por su maldición. Nandi se vengó y se convirtió en Hanuman, el líder de la hueste de monos, y causó la destrucción de Lanka y de los compañeros de Ravana.

Cuando Hanuman fue atado por Indrajit y llevado ante Ravana, éste le dijo, “¿No eres tú ese Nandi al que yo maldije en el Kailasa para que tuviera rostro de mono?”

Sección Cinco

ENSEÑANZAS DE SHRI RAMA

INSTRUCCIONES DE SHRI RAMA A LAKSHMANA

1.      Adoración

Shri Lakshmana dijo, “Oh Raghuvira, querría saber acerca del método de Tu adoración, del cual devotos como Narada y Vyasa han dicho que es un medio fácil de liberación”.

Shri Rama dijo, “El dos veces nacido que ha recibido el cordón sagrado y el Mantra de su Guru debería adorarme con fe según sus instrucciones, ya sea en su corazón, mediante imágenes, en el fuego o en una piedra Shaligram. Primero debería tomar un baño, por la mañana. Debería realizar el Sandhya y otros deberes según los ritos. También debería hacer un Sankalpa para completar exitosamente todas las acciones. Luego debería adorar al Guru como si fuera Mi propio Ser”.

“Después, él debería bañar con agua a las imágenes de piedra. Debería limpiar las imágenes si están hechas de barro o tela, y luego ofrecer flores, perfumes, etc. Debería adorarme con la mente concentrada según el método que le haya enseñado su Maestro. La decoración de las imágenes con flores es muy querida para Mí. También Me es muy querida la ofrenda de agua si es hecha con devoción”.

“Que él se siente, de frente a la imagen, en un asiento de hierba Kusha, piel y tela. Que coloque una vasija con agua a su izquierda y flores junto con otras ofrendas a su derecha con el fin de hacer el Arghya, el Padya y el Madhuparka. Arghya es la ofrenda de agua, arroz, hierba, etc. Padya es la ofrenda de agua para lavar los pies. Madhuparka es la ofrenda de miel y yogurt a los dioses”.

“Debe colocar cuatro vasijas para sorber agua. Que medite en Mí en el loto de su corazón como la Luz de luces. Que invoque esa luz o energía en la imagen. Que Me adore sin astucia con Padya, Arghya, agua para el Achmana (sorber), ablución, ropa y adornos según sus medios”.

“Que Me adore diariamente con alcanfor, Kumkum, sándalo, Agaru, flores, incienso, lámparas, ondeando luces, etc. Que ofrezca esto con fe, diariamente. Yo acepto todo lo que se Me ofrezca con fe y devoción”.

“Que realice el Homa cuidadosamente según la regla y  que ofrezca libación en el fuego con la ayuda del Mulamantra o el Purusha Sukta, y que haga oblaciones de arroz, cebada y ghi. Que medite en Mí como el brillo del oro, adornado con gemas y residiendo en el fuego durante el Homa”.

“Que ofrezca hojas de betel y otras cosas. Que controle su palabra y recite los Mantras sagrados. Que medite en Mí”.

“Que dance, que cante Mi alabanza, que lea Mis plegarias, que recite Mis Lilas en Mi honor. Que ponga sobre su cabeza Mi Prasada, lleno de fe. Que con sus manos ponga Mis pies sobre su cabeza con devoción. Que se incline ante Mí diciendo, ‘Oh Señor, protégeme de este terrible Samsara’. Que medite en Mí como la luz interior en su corazón”.

“Si Me adora debidamente mediante los métodos que he mencionado, él alcanzará éxito aquí y en el más allá por Mi gracia. Mediante la adoración constante, se vuelve como Yo mismo. Mi adoración es un gran purificador”.

2.      RAMA HRIDAYAM

El Señor Mahadeva dijo, “Entonces, Rama mismo le dijo a Hanuman, ‘Escucha ahora la verdad acerca del ser individual (Jivatman), el no-ser (Anatma) y el Ser Supremo (Paramatman)’.

‘Así como parece haber tres clases de espacio, el espacio absoluto (Mahakasha), el espacio limitado por una jarra (Ghatakasha) y el espacio reflejado en el agua que está en la jarra (Jala-Pratibimbakasha), también está la conciencia o Chaitanya limitada por el Antahkarana, Chaitanya reflejada y Chaitanya Absoluta. Por lo tanto, la conciencia es de tres clases’.

‘El necio o ignorante superpone, junto con la idea de Jiva (ser individual), la idea de actor, que se refleja en el Buddhi o intelecto, en el Chaitanya Absoluto que es ilimitado, puro y testigo de todo (Sakshi)’.

‘El reflejo de la conciencia o Chaitanya es una noción errónea, ya que es el resultado de Avidya o ignorancia. Brahman, el Ser Supremo, está libre de limitaciones. La limitación es sólo una superposición (Adhyasa) en Él’.

‘La identidad del Brahman Ilimitable con el ser reflejado (Jiva o alma individual) que está detrás de la idea de egoísmo, se establece mediante la gran declaración o Mahavakya Tat Tvam Asitú eres Eso’.

‘Cuando el conocimiento de unidad surge de la meditación en la gran declaración Tat Tvam Asi, Avidya es aniquilada junto con toda su ramificación. No hay duda de ello’.

‘Sabiendo esto, Mi devoto alcanza Mi propio Ser. Que aquellos que están desprovistos de devoción a Mí sigan rodando en el abismo de las escrituras. Para ellos, no hay conocimiento ni liberación ni siquiera mediante cientos de encarnaciones’.

‘Oh Hanuman, oh inmaculado, te he declarado en verdad el profundo misterio del corazón (esencia) de Mi propio Ser. Que esto no se le revele a aquél que no tiene fe en Mí y que tiene mala disposición, aunque de a cambio un dominio más grande que el de Indra’”.

El Señor Mahadeva dijo, “Así, oh Parvati, te he declarado el misterio o el corazón de Rama (Rama-Hridaya). Es un secreto profundo. Es querido para el corazón. Es un gran purificador y destructor del mal. Esto fue declarado por el mismo Rama. Es la esencia o compendio de todo el Vedanta. Quienquiera que lo lea con fe alcanza la salvación. No hay duda de ello. Este conocimiento destruye pecados como el de matar a un Brahmana, aún si se han cometido en muchas vidas. No hay duda de ello, porque fue trasmitido por el mismo Rama”.

“Incluso si aquél que ha caído muy bajo, que es un hombre de actos extremadamente perversos, que siempre está deseando la riqueza y las esposas de los otros, que es ladrón, que ha matado a un Brahmana, al padre y a la madre, que le ha causado daño a los Yoguis lee este Rama-Hridaya con fe, alcanza el estado que todos los dioses veneran y que ni siquiera los Yoguis pueden alcanzar”.

3.      RAMA GUITA

I

Lakshmana, el hijo de Sumitra, cuya mente había sido purificada por la devoción, se aproximó al Señor Rama con reverencia y fe, se postró ante él y le dijo:

“Oh Señor, Tú eres puro conocimiento. Eres el alma de todos los seres. Tú eres el Señor. No tienes maldad. Te conocen aquellos que han obtenido el conocimiento del Ser y cuyas mentes están siempre apegadas a Tus pies de loto como la abeja a la flor del loto”.

“Me refugio en Tus pies de loto que aseguran la emancipación final de la rueda de nacimientos y muertes, y que son adorados por los yoguis, sabios y santos. Por favor, oh venerable Señor, dame ese conocimiento por medio del cual puedo cruzar rápida y fácilmente este infranqueable océano de ignorancia”.

Entonces, Rama le impartió a Lakshmana ese conocimiento que los Vedas declaran para la erradicación de la ignorancia. Primero, el aspirante debería cumplir desinteresadamente, sin preocuparse por los frutos, aquellos deberes que correspondan a su casta y etapa de la vida, y purificar su mente. Debería adquirir las cualidades necesarias o los cuatro medios de liberación, es decir, Viveka (discernimiento entre lo real y lo irreal), Vairagya (desapego), Shad-Sampat o las seis virtudes – Shama (control de la mente), Dama (control de los sentidos), Uparati (cese del trabajo mundano), Titiksha (poder de resistencia), Shraddha (fe) y Samadhana (concentración mental) – y Mumukshutva (ardiente deseo de liberación).

II

Todas las acciones llevan a la reencarnación. El hombre lleva a cabo acciones buenas y malas (Dharma y Adharma), y recoge los frutos de sus acciones, es decir, placer y dolor. El Karma produce el cuerpo y del cuerpo surge el trabajo. De esta forma, el curso de la vida mundana (Samsara) gira como una rueda sin fin.

La causa raíz de ello es la ignorancia (Avidya o Ajñana). La eliminación de la ignorancia es el único medio para destruir la causa de la vida mundana. Sólo el conocimiento es capaz de aniquilar esta ignorancia. La acción (Karma) no puede destruirla porque surge de la ignorancia y no es su oponente.

La realización de la acción no destruye la ignorancia y el apego. Lleva a más acción y a frutos perecederos y transitorios. Algunas veces, uno se eleva y tiene un alto nacimiento, otras cae y tiene un bajo nacimiento, algunas veces es feliz y otras desdichado. Por lo tanto, el sabio debe abandonar la acción y dedicarse al conocimiento y la meditación en las verdades del Vedanta.

Un opositor dice, “Los Vedas ordenan la acción como conducente al mayor fin del hombre, el conocimiento. La acción (Karma) es prescripta para el que tiene un cuerpo. Eventualmente, la acción se convierte en el ayudante de Vidya (conocimiento). Los Vedas proclaman que abandonar la acción es pecaminoso. Por lo tanto, quien busca la liberación debería ocuparse siempre de trabajar”.

Pero el sabio responde, “Vidya (el conocimiento) es totalmente independiente. Tiene resultados seguros. No requiere de ningún ayudante ni siquiera en pensamiento”.

El Karma Kandin, el defensor del trabajo, dice, “Es cierto que el conocimiento es independiente y certero en sus resultados; el sacrificio védico requiere también de otra ayuda como tiempo y lugar para su ejecución. Similarmente, Vidya, iluminada por el trabajo debidamente realizado, conduce al logro de la salvación de un modo especial”.

Algunos lógicos sostienen el punto de vista de que la combinación del conocimiento y el trabajo (Karma Jñana Samuchaya) conduce a la liberación. En verdad, esto no es cierto, porque implica contradicciones. El trabajo se hace mediante la idea de “Yo” en el cuerpo, mientras que el conocimiento surge de la eliminación de la idea de “Yo” en el cuerpo y demás.

Por lo tanto, que el sabio abandone todo trabajo. No puede haber combinación de conocimiento y trabajo porque el conocimiento es opuesto al trabajo.

Que él retire sus sentidos de todos los objetos y se dedique siempre al logro de la Experiencia del Ser.

Mientras haya noción de “Yo” en el cuerpo y demás, debido a la influencia de Maya, está atado a los mandatos de los Vedas que ordenan trabajar. Que el sabio trascienda o elimine todo eso mediante la doctrina del ‘Neti, Neti’ (no esto, no aquello) y abandone todos los trabajos, conociendo al Brahman Supremo, el Eterno.

Cuando uno obtiene Brahma Jñana, cuando el conocimiento que destruye la idea de separación entre el Alma Suprema y el alma individual surge en el órgano interno purificado, Maya se desvanece inmediatamente junto con sus ramificaciones o efectos que causan nacimiento, muerte y acción.

Cuando se destruye la ignorancia mediante el conocimiento, ésta no puede generar acciones que lleven a más nacimientos. Si la ignorancia ha sido aniquilada por el conocimiento que es puro y no dual, ¿cómo puede surgir otra vez?

Una vez que la ignorancia es destruida, ya no puede surgir más. Entonces, ¿cómo puede haber noción alguna de “Yo soy el que actúa (Karta), yo soy el que disfruta (Bhokta)?” Por lo tanto, el conocimiento es completamente independiente. No necesita nada para fructificar. Sus resultados son seguros. No requiere de ningún ayudante. Él solo es totalmente suficiente para asegurar la liberación final.

El Shruti del Kaivalya Upanishad ha declarado: “Deberían abandonarse todas las acciones”. El Vajasaneya Upanishad también proclama: “Esto solo es Moksha”. Por lo tanto, el conocimiento solo y no la acción es el medio para la salvación.

Los frutos de ambos son distintos. El sacrificio se hace mediante distintos medios tales como el que realiza la acción, los instrumentos, etc. Por el contrario, el conocimiento no se consigue por esos medios sino por otros.

Sólo mantiene la idea de falta en la no ejecución de la acción el intelecto de aquél que superpone el Ser (Atman) sobre el no-ser (Anatma). El intelecto del sabio no tiene tal idea. Por lo tanto, el sabio debería renunciar a la acción que es ordenada como obligatoria. Esta es sólo para aquellos cuyas mentes están apegadas al fruto de la acción.

III

Que aquél que desarrolló fe por medio de una mente pura y de la gracia de su Guru (Maestro) conozca la unidad del Alma Suprema con el alma individual a través de la gran declaración o Mahavakya “Tat Tvam Asi – tú eres Eso”, y sea feliz y firme como la montaña Meru.

La forma de comprender el significado de la gran afirmación “Tat Tvam Asi”, sin ninguna duda y con certeza, es el conocimiento del significado de las tres palabras, “Tat”, “Tvam” y “Asi”. “Tat” significa el Ser Supremo con Sus atributos de omnisciencia y demás. “Tvam” es el alma individual. “Asi” (eres) conecta a los dos.

Elimina los Upadhis o agregados limitantes del alma individual tales como Avidya y sus efectos, es decir, el cuerpo físico, la mente, el intelecto, el Prana, los sentidos, la noción del “Yo” en el cuerpo, etc. También elimina los Dharmas (características) de los Upadhis, es decir, los atributos tales como pequeña inteligencia o pequeño poder. Trasciende además el Upadhi de Ishvara, es decir, Maya y los Dharmas del Upadhi, esto es omnipotencia, omnisciencia y los atributos de creación, preservación y destrucción. Conserva la inteligencia pura en los dos casos, el significado final o Lakshya Artha como es ilustrado en el Jahad-Ajahad Lakshana descripto a continuación, y mora en la unidad del Ser. 

El Vachya Artha (significado literal) del “Tat” Pada es Ishvara. Su Lakshya Artha (significado indicativo) es Brahman.

El Vachya Artha del “Tvam” Pada es el Jiva. Su Lakshya Artha es el Kutastha Brahman o Pratyagatman. Esto muestra la identidad entre Brahman, el sustrato de Ishvara, y el Kutastha, el sustrato del Jiva.

Cuando se destruyen los agregados limitantes, es decir, la vasija y las paredes de una habitación, el éter que hay en su interior se vuelve idéntico con el éter universal. Cuando el cuerpo-vasija se rompe mediante el surgimiento del conocimiento, el alma individual se une con el Ser Supremo.

Sólo puede mostrarse esta identidad mediante Jahad-Ajahad Lakshana, como en el siguiente caso: “Él es la misma persona que yo vi - Soyam Devadatta”. Este es el método de unificación a través de la eliminación.

IV

El cuerpo compuesto de los cinco elementos es el Upadhi o vehículo del Atman. Tiene un comienzo y un fin. Nace de Maya. Es el lugar en el que se experimentan los frutos de las acciones, placer y dolor.

El cuerpo sutil se compone de mente, intelecto, los cinco órganos de conocimiento (Jñana Indriyas), los cinco órganos de acción (Karma Indriyas) y los cinco Pranas o aires vitales. Este cuerpo sutil (Linga Sharira) mueve al cuerpo grosero. Va de un nacimiento a otro.

Maya es el cuerpo causal del Señor. No tiene comienzo y es inescrutable. Es indescriptible e incomprensible (Anirvahaniya). Mediante la superposición, Brahman aparece como Ishvara y Jiva. Debes experimentar a tu Ser trascendiendo todos los agregados (Upadhis). Practica la doctrina “Neti, Neti” e identifícate con el Ser Supremo.

El cristal parece ser rojo cuando se lo coloca cerca de una flor roja. Así también, este Atman parece tener la forma de las cinco envolturas (Koshas) debido a su proximidad con ellas. Cuando uno medita en el dicho del Upanishad: “Asangoyam Purusha – este Purusha no tiene apegos”, comprende que el Atman no tiene apegos, es no nacida y sin segundo.

Este Atman no es el que actúa ni el que piensa. Todo esto se debe a la acción de la mente y de Prana. En verdad, Él no tiene apegos. “Dhyativa Lolayativa – parece que medita, parece que se mueve”.

Los estados del intelecto (Buddhi) son de tres clases, vigilia, sueño con ensueño y sueño profundo. Ellos se deben a su asociación con las gunas de Sattva (bondad), Rajas (actividad) y Tamas (inercia). Esos no constituyen el verdadero estado del Ser Supremo porque uno de ellos está ausente cuando el otro está presente. Por lo tanto, son todos irreales. En verdad, no pueden ser la naturaleza del Ser Supremo que es unidad y beatitud en Sí mismo.

Mientras el intelecto tenga como raíces a las Gunas Rajas y Tamas, y comparta la naturaleza de la ignorancia y nociones como la de “Yo” en este cuerpo que es una combinación de los cinco elementos, los sentidos, los Pranas y el Atman, el Samsara continuará existiendo.

“Yo soy el cuerpo”, “Yo soy el órgano”, “Yo soy el aliento vital”, “Yo soy un Brahmana”, “Yo soy feliz”, “Yo soy desdichado”, “He perdido esto”, “He ganado aquello”, “Soy sordo”, “Soy inteligente”, “Soy alto”, “Soy negro” – todas estas y otras nociones de la vida diaria se deben a la identificación del Atman con la acción del intelecto. Todas estas nociones están en verdad en el intelecto pero no en el Atman pura. Se las toma como si fueran el Atman, como si estuvieran en el Atman, debido a la ignorancia sin comienzo (Anadyavidya). Mientras esto continúe, el curso de la vida mundana sigue corriendo.

Elimina al mundo entero mediante la práctica de la enseñanza de “Neti, Neti”. Desarrolla puro Sattva. Medita. Experimenta. Degusta. Prueba el néctar del Atman y renuncia al mundo del mismo modo en que uno arroja la piel y el carozo del mango después de extraer su jugo.

El Atman nunca muere ni nace. No está sujeta a aumento o disminución. No es joven ni vieja. Nada se le puede agregar a su grandeza. Es beatitud por naturaleza, autoluminosa, omnipresente y una sin segundo. Es ilimitada y nunca decae.

Cuando tal es la naturaleza del Atman que es inteligencia absoluta y beatitud absoluta, ¿cómo puede parecer que el Samsara, lleno de pena, sufrimiento y dolor, existe en ella o para ella? Parece existir debido a la ignorancia y la superposición (Adhyasa) de los atributos del Atman sobre el Anatma o no-ser. Cuando surge el conocimiento del Atman, este mundo se desvanece inmediatamente. No puede vivir en el mismo plano debido a que es su opuesto, del mismo modo en que la oscuridad no puede existir en presencia de la luz.

Se dice que Adhyasa, la superposición, es aquello que aunque diferente de una cosa se impone sobre ella mediante la ilusión. Así como la serpiente está superpuesta en la soga, también el mundo está superpuesto en Brahman. Debido a la superposición, se toma al Atman como perteneciente al mundo, como si fuera feliz o desdichada, como si naciera o muriera, etc.

La idea de “Yo” (yo soy, Aham Asmi) es la primera superposición en el Atman que está libre de imperfección, que es sin segundo, que está libre de todas las modificaciones de la mente y que trasciende a Maya.

Las funciones del intelecto en la forma de deseo, apego, placer y demás constituyen la causa del Samsara o la causa de la vida mundana; porque durante el sueño profundo, cuando cesan todas las funciones de la mente, experimentamos que el Ser Supremo es beatitud por naturaleza.

El reflejo de Chit en Buddhi es llamado alma individual o Jiva. En verdad, Brahman, el Ser Supremo, es el Testigo. Él no está limitado por Buddhi o el intelecto. No está condicionado por nada.

El Atman y el intelecto parecen compartir cada uno los atributos del otro por conexión mutua o superposición. La naturaleza inteligente del Atman aparece en el intelecto y la naturaleza no inteligente del intelecto aparece en el Atman. Esto se llama Chitjada o nudo entre el Atman y el intelecto. Así como el hierro comparte la naturaleza del fuego cuando se lo pone en las llamas, también el intelecto comparte la naturaleza inteligente del Atman debido a su proximidad con ella. Buddhi no tiene inteligencia propia. La toma prestada del Atman que es absolutamente inteligente. El Atman se convierte en el Ser encarnado o Jiva, y se considera a sí misma como feliz, desdichada, nacida o muerta. Esto es superposición mutua (Annyonya Adhyasa).

Obtiene el conocimiento del Atman. Experimenta al Atman como libre de todos los agregados o todas las limitaciones. Renuncia a todo lo que no sea inteligente y que es causa de esta vida mundana.

V

Medita siempre en el Atman, de la siguiente manera, sin que el intelecto se desvíe hacia otro objeto: “Yo soy la Luz de luces, no nacida, sin segundo, autoluminosa, inmortal, siempre pura, una personificación del conocimiento, libre te todo defecto, totalmente plena, soy la beatitud misma, soy insondable y omnipotente. Soy Aquello que los sabios, devotos del estudio de los Vedas, experimentan como su propio Ser. Estoy libre de toda modificación. Mi conocimiento trasciende los sentidos”.

Entonces, lograrás la Experiencia del Ser. Surgirá el conocimiento de Brahman. Desarrollarás pureza de pensamiento. Destruirás rápidamente todas las acciones que causan reencarnación junto con Avidya, la causa raíz de todas las acciones, del mismo modo en que una persona enferma destruye la enfermedad tomando el elixir de vida.

Purifica la mente. Siéntate en un lugar solitario. Retira todos los sentidos de sus objetos. Controla la mente. Lleva tu conciencia hacia tu interior. Dirige tu atención hacia el conocimiento del Ser. Piensa sólo en el Atman y mora en tu propio Ser.

En verdad, todo este universo es Brahman. Sumerge el mundo en Brahman, la causa de todas las causas. El que hace esto, se establece en su propio Ser que es plenitud y felicidad en Sí mismo. No conoce nada adentro ni afuera. Sólo Brahman está en el interior y en el exterior.

Medita en el sentimiento de que todo este universo no es más que OM. OM es la expresión. Es el símbolo de Brahman. El universo es lo expresado. La meditación cesa cuando uno obtiene el conocimiento de Brahman.

La letra “A” de “AUM” expresa a Vishva, la “U” expresa a Taijasa y la “M” a Prajña.

Funde el Vishva, representado por “A”, en la “U” o Taijasa. Funde el Taijasa en la “M” o Prajña. Funde la “M” en la Conciencia Absoluta. Prajña es la causa de los otros dos, Vishva y Taijasa. Luego experimenta, “Yo soy el Ser Supremo, siempre libre, puro, libre de todos los agregados”.

Tras obtener la Experiencia del Ser, encontrar que su felicidad está en su Atman y tras olvidarse de todo, el sabio o Jivanmukta mora siempre en su propia naturaleza refulgente, en la beatitud de su Atman, libre de toda limitación, insondable como el océano sin una sola ola que perturbe su superficie.

El Señor dijo, “Cuando alguien ha practicado el Samadhi, ha retirado completamente sus sentidos de los objetos, ha conquistado a todos los enemigos tales como el deseo, la ira, la codicia, la ilusión, el temor y la inercia, ha vencido al ser inferior, ha subyugado al Señor de los seis atributos mediante su Bhakti, Yo Me revelo a tal Yogui”.

“Así, contemplando su propio Ser día y noche, que el sabio viva libre de toda atadura hasta que se agote su Prarabdha Karma, el que le dio este cuerpo actual. Cuando su cuerpo se disuelve, él se funde en Mí”.

“Sabiendo que la vida mundana es causa de temor y sufrimiento al comienzo, en el medio y al final, y habiendo abandonado todo lo relativo al Karma Kanda, la porción de acción de los Shastras, que se ocupe de meditar en Mí, el Alma interior de los seres”.

“Cuando él experimenta la unidad de su propio ser con el Ser de todos, se vuelve uno con Mi propio Ser, como el agua del océano se vuelve océano cuando es arrojada en él, o cuando se vierte leche en la leche, éter en el éter, aire en el aire”.

“Aunque el sabio viva en el mundo para agotar su Karma, es totalmente consciente de que el mundo es falso como la aparición de la serpiente en la soga, la plata en la madreperla, el agua en el espejismo, la aparición de dos lunas en el cielo o la confusión de los puntos cardinales debido a un defecto en la visión”.

“Si no logra considerar a todo como Mi propio Ser, que practique devoción, que se dedique siempre a Mi adoración. Yo estoy eternamente en el corazón de aquél que tiene intensa fe y devoción por Mí”.

“Mi querido Lakshmana, te he declarado esta esencia de todos los Vedas, este gran misterio. El sabio que medita en ello se libera de su cúmulo de impurezas en ese mismo momento”.

“Querido hermano, todo este mundo visible no es más que Maya. Retira tu mente de él. Purifícala meditando sólo en Mí. Que seas feliz, libre de toda pena y lleno de felicidad”.

“Aquél que medita en Mí con mente pura, que piensa en Mí como el que trasciende todos los atributos o como el que posee el atributo de omnisciencia, se convierte en Mi propio Ser. Él purifica los tres mundos mediante el polvo de sus pies, del mismo modo en que el sol purifica el mundo con su luz”.

“Yo, de Quien el Vedanta proclama Sus glorias, te he cantado esta sabiduría que es la esencia de todos los Vedas. Aquél que la lee con devoción y fe, y la pone en práctica, obtiene la emancipación final. Si tiene fe en Mis enseñanzas, él alcanza Mi propia forma”.

¡Hari Om Tat Sat!

¡Om Shanti, Shanti, Shanti!

Sección Seis

MENSAJES DE SWAMI SHIVANANDA
EN SHRI RAMANAVAMI

GLORIA DEL RAMA NAMA

Bendito Ser Inmortal,

Me da gran alegría enviarte este corto mensaje en el día de la celebración de Ramanavami.

El Señor Rama era el príncipe de la raza de Ikshvaku. Era virtuoso y fuerte. Era el Señor de la mente y los sentidos. Era bravo y valiente, y aún así amable y modesto. Era sabio en sus opiniones, amable y dulce en su palabra, muy cortés y apuesto. Era el maestro de las armas divinas y un gran Atiratha. Siempre dedicado al bien y la prosperidad de su reino, era un defensor del débil y protector del Dharma. Dotado de una mente maravillosamente poderosa, era bien versado en todas las ciencias, en la ciencia de las armas o Dhanurvidya y en la ciencia del Ser.

Profundo e insondable como el océano, firme y estable como los Himalayas, valiente como Vishnu, él era la alegría de Kausalya. Aunque temible como el fuego en el campo de batalla, era sereno como la fría brisa de las montañas Mandara, paciente como la madre Tierra, generoso como Kubera y recto como Dharma, el Señor de la justicia. Cuando su gente tenía algún dolor o sufrimiento, inmediatamente su corazón simpatizaba con el sufriente. En los momentos festivos en que ellos estaban felices, él compartía su alegría como un padre. Por su honor y heroísmo, así como por su amabilidad y amor por sus súbditos, se hacía querer por su gente. Así de grande fue el Señor Rama y hoy estamos celebrando su cumpleaños que es igualmente grande y auspicioso para todos nosotros.

El Nombre de Shri Rama es más dulce que los objetos más dulces. Es el paraíso de paz. Es la vida misma de las almas puras. Es el más purificador de todos los agentes purificadores. Sacia el fuego devorador de los deseos mundanos. Despierta el conocimiento de Dios que está dormido en nuestros corazones. Baña al aspirante en el océano de beatitud divina. Gloria a Shri Rama y Su Nombre.

Bendita es el alma piadosa que bebe ininterrumpidamente el néctar del Nombre de Shri Rama, que ha sido extraído del océano de los Vedas, que quita las impurezas de Kali Yuga o la edad de hierro, que vive constantemente en la lengua del Señor Shiva, que es el remedio soberano o infalible para curar la enfermedad de la existencia mundana y es la vida misma para la madre Janaki.

Tulsidas dice, “El nombre es incluso superior al Señor porque los aspectos Aguna y Saguna son probados y experimentados mediante el poder del Nombre. Rama liberó de una maldición a una sola mujer, Ahalya, ¡mientras que Su Nombre ha purificado a millones de hombres malvados! Rama liberó a dos de sus fieles sirvientes, Jatayu y Shabari, mientras que el Nombre ha sido el salvador de innumerables personas malvadas”.

Él dice además, “Las dos sílabas dulces y fascinantes, RA y MA, son como los dos ojos del alfabeto y la vida misma de los devotos. Son fáciles de recordar y encantadoras para todos. Son beneficiosas en este mundo y nos sostienen en el otro”. Él le dice al Sadhaka: “Si quieres iluminarte tanto interior como exteriormente, pon esta joya, la Luz del Nombre de Rama, a la entrada de tu puerta, la lengua. Todo el mundo sabe que pronunciando el Nombre aún en su forma inversa, como ‘Mara, Mara’ en vez de ‘Rama, Rama’, el gran santo Valmiki se convirtió en el mismo Brahman”. Si tal es la gloria de la repetición del Nombre del Señor en sentido inverso, ¡qué decir si se lo pronuncia en su forma correcta y apropiada!

El medio para poder alcanzar a Shri Rama es tomar Su Nombre y permanecer saturado en él. Hay que mantenerse siempre embriagado, bebiendo el dulce Nombre del Señor. Que no entren en tu mente las ideas de pureza o impureza. No hay objeto impuro en este mundo. De haber alguno, se vuelve el más santo de lo santo mediante el contacto con el Nombre del Señor. La ilusión, sin importar cuánto se esfuerce, no puede atrapar a aquél que permanece profundamente absorto en el Nombre del Señor y el amor. ¡Gloria al Señor Rama! ¡Adoración al Señor Rama! ¡Postraciones ante el Señor Rama!

El Señor Rama fue Maryada Purushottama. Fue Prema Murti. Fue un hijo ideal, un hermano ideal, un esposo ideal, un amigo ideal y un rey ideal. Puede ser tomado como la personificación de los más altos ideales del hombre. Llevó una vida ideal como hombre de familia para enseñar a la humanidad. Gobernó a su gente tan bien que su reino fue llamado “Rama Rajya”, lo que significa “El gobierno de la rectitud”, la regla que confiere felicidad y prosperidad a todos.

¡Que el Señor Rama les conceda a todos ustedes sus más mejores bendiciones! ¡Qué él los proteja y los bendiga! ¡Que todos ustedes sean arrastrados en el océano del éxtasis divino mediante la constante repetición del Nombre del Señor Rama!

¡Que la paz esté con todos ustedes! ¡Que la prosperidad esté con todos ustedes! ¡Que la felicidad esté con todos ustedes! Cantemos todos:

Om Shri Ram Jaya Ram Jaya Jaya Ram,

Om Shri Ram Jaya Ram Jaya Jaya Ram.

1945

SÉ DEVOTO DE HARI

Reverencias al Señor Rama, que fue un Avatara de Vishnu, inconmensurable, pura beatitud e inteligencia por naturaleza, el esposo de Sita, el amo de Shri Hanuman y el Señor de los tres mundos, que nació por propia voluntad para establecer la rectitud, destruir al malvado y proteger a Sus devotos.

Rama fue el mismo Señor Hari encarnado en la tierra para la destrucción de Ravana. Era talentoso, hermoso y dotado de las marcas reales. Su gloria y sus poderes eran ilimitados. Era amable y protector de la gente. Siempre se dirigía a la gente con palabras amables. Nunca usaba palabras duras aún si alguien se dirigía a Él groseramente. Tenía dominio en todo el mundo.

La devoción a Shri Rama confiere inmortalidad y beatitud. Por lo tanto, recita Su Nombre, canta Sus glorias, sirve Sus pies. Entroniza en tu corazón a Shri Rama, el de color oscuro, cuya imagen se refleja en el corazón del Señor Shiva.

Te diré acerca de los medios para obtener la liberación final de este ciclo de nacimientos y muertes. La devoción a Vishnu es un gran purificador del corazón. De la devoción surge el conocimiento. Del conocimiento viene la experiencia del Ser puro. Conociendo a éste perfectamente, uno va a la morada suprema y se funde en el Ser Supremo.

Por lo tanto, adora a Vishnu, que es el Señor Rama, el consorte de Sita, Laksmi. Abandona toda necedad y enemistad. Sirve a Rama.

Sin desarrollar devoción a Rama, que es el Ser Supremo, que vive en el corazón de todos los seres, que es toda beatitud, sin segundo, ¿cómo puede el hombre cruzar el océano de la vida mundana que está lleno de pena, dolor y miseria?

Incluso un gran pecador lleno de malas cualidades, que gusta de la riqueza y las pertenencias de otros, si recuerda siempre a Shri Rama, está libre de todas las faltas que pertenecen a esta vida mundana. Obtiene pureza y va a la morada pura de Vishnu.

La devoción no tiene nada que ver con la edad, la casta, la etapa de la vida, el credo, la posición social o el género. Generalmente, la gente de mentalidad mundana dice, “Practicaré Dhyana, devoción, etc., cuando me jubile”. Ese es un serio error. ¿Cómo puede hacer Sadhana espiritual después de exprimir toda su energía en el trabajo? ¿Cómo puede practicar la estricta disciplina yóguica en la vejez? ¿Hay alguna certeza de vida? Las semillas espirituales de la devoción deben ser sembradas en tu corazón cuando eres joven, cuando tu corazón es tierno e inmaculado. Sólo entonces, echarán raíces profundas, florecerán y darán frutos. Cuando uno envejece, cuando se jubila, no es capaz de hacer Sadhana vigorosa. Si uno comienza de joven, no le temerá a Yama, el dios de la muerte. Lo enfrentará con una sonrisa.

El tiempo es fugaz. Conoce el valor del tiempo. El tiempo es lo más precioso. Utiliza cada segundo de manera provechosa. No pospongas las cosas. Abandona todo chismorreo intrascendente. Olvida el pasado. Vive cada momento de tu vida para obtener la experiencia del ideal, el fin. Despliega todas las facultades latentes. Crece, evoluciona y conviértete en un Yogui súperhumano y dinámico. Debes luchar duro y alcanzar el fin de la vida.

¡Que todos ustedes logren la beatitud final de la vida mediante la intensa devoción a Shri Rama! ¡Que vivan inmersos en el éxtasis del amor divino y Shuddha Prem! ¡Que el Señor Rama, que brilla como un millón de soles, que es adorado por los dioses y devotos, los proteja a todos! ¡Que la gracia y las bendiciones del Señor Rama estén con todos ustedes!

1947

EL CAMINO AL RAMA RAJYA

¡Benditos Seres inmortales!

Debido a la plenitud de mi corazón y al amor que siento por todos ustedes, les envío un Mensaje Divino para inspirarlos, para elevarlos instantáneamente y transformar sus vidas. Los transportaré desde la debilidad a una tremenda fuerza, desde el fracaso al éxito, de la pena a la felicidad y el goce. Por lo tanto, escuchen con la mayor atención este mensaje de Ramanavami.

El sagrado Ramayana abunda en innumerables lecciones de vida liberadoras. Pero al recibir un mensaje, el receptor busca ansiosamente algo que lo ilumine y guíe en los problemas más acuciantes del día. Él busca soluciones para las cuestiones apremiantes del momento. Y en la época actual, uno de los temas que agita terriblemente la mente y el corazón de todos es la extensión generalizada del Adharma, la falsedad y la pasión que se han extendido en todo el mundo. Conocer su causa y la forma de eliminarla rápidamente es lo que ahora hace falta. Y con este fin, de las innumerables lecciones que abundan en el Ramayana, deseo señalarles a todos ustedes las más importantes y oportunas para la humanidad en este momento. Si adoptamos en nuestra vida, individual y grupalmente, estas dos lecciones de la vida ideal de Rama, todas las principales enfermedades del mundo moderno serán eliminadas.

De esas numerosas lecciones, hoy deseo particularmente recalcarles dos. Son especialmente necesarias para el mundo de hoy. La humanidad se ha vuelto corrupta debido a la caída de dos ideales esenciales e indispensables para el bien y la felicidad de la vida individual, nacional e internacional. Son los ideales de Verdad y Pureza. Que estas llamas gemelas de Verdad y Pureza ardan brillantes en tu amplio corazón.

En la época actual, se ha excomulgado a la ética y asesinado a la moral en nombre de la modernidad. El fraude y la falsedad han adquirido el estatus de bellas artes modernas. La gente maquilla una pulida simulación de pureza y verdad, pero es sólo una parodia. El engaño florece en todas las direcciones del globo. La política ha degenerado en un mero juego de fraude. Compromisos rotos, promesas incumplidas, contratos deshonrados después de hacerlos solemnemente, confesiones y afirmaciones hipócritas, y declaraciones deliberadamente engañosas y falsas, eso es lo que uno ve adondequiera que mire.

Entra a una casa, habla con la familia que allí vive y pregunta sobre su vida; esa será la historia que oirás. Analiza las cuestiones internas de una nación; la misma historia llegará a tus oídos. Y observa el estado de las cuestiones internacionales de este mundo; una vez más, oirás lo mismo.

Por lo tanto, hago hincapié en estos dos grandes ideales: el sublime ideal de la Pureza y el noble ideal de la Verdad. Rama fue una personificación de ambos. Todo el Ramayana fue el resultado de su ardiente deseo de mantener la promesa que su padre le hiciera a la reina Kaikeyi. Un príncipe ilustre, Shri Rama, voluntariamente se sometió a indecibles privaciones durante catorce años viviendo en el bosque entre bestias feroces y Asuras sólo para mantener una promesa, y no una promesa hecha por él sino por otro, incluso antes de que él naciera. Qué ideal de pureza suprema es su voto de por vida de Eka Patnivrata. Qué gran necesidad hay ahora de adoptar este ideal en la vida cuando el solemne contrato del sagrado matrimonio y su santidad son ultrajados y escandalizados en todo el mundo.

El Ramayana está impregnado con el espíritu de esos dos ideales. Dasharatha se adhirió a la verdad aunque le costó la vida. La pena le destrozó el corazón y llevó su cuerpo a la muerte, y aún así él mantuvo la palabra dada a Kaikeyi. Luego considera a Shri Rama. Él amaba a Bharata más que su propia vida pero, a pesar de ello, ni la súplica más conmovedora del amado Bharata pudo desviarlo en lo más mínimo de su resolución. Lo que prueba la fuerza de la verdad. En el corazón de todo hombre debería resonar la más estupenda y memorable declaración de Rama: “El fuego puede abandonar su calor, el hielo su frialdad, el jazmín su fragancia, pero yo nunca romperé la promesa que le hice a mi padre”. La propia madre de Rama, la reina Kausalya, hizo todo lo posible por persuadirlo. Ella le dijo que la madre es aún más grande que el padre, porque se dice ante todo: “Matru Devo Bhava – que la madre sea un dios para ti”. Pero no, la verdad es sin duda el Dios supremo entre todos los dioses.

Recuerda una vez más la heroica observancia de la verdad que el príncipe Bharata ejemplificó con una gran resolución súperhumana durante catorce tediosos años. Bharata mantuvo su noble voto y se quedó en la pequeña aldea de Nandigram, reverenciando las sandalias reales del Señor Rama con las palmas juntas y la cabeza inclinada. Y si Rama demoraba un momento al final del destierro, fiel a su palabra, Bharata se hubiera arrojado a la hoguera de fuego ardiente. Tal es la sustancia de la Verdad. La Verdad hace al hombre inmortal. Y este precioso nacimiento humano te ha sido dado para esforzarte por obtener inmortalidad. Por lo tanto, benditos seres, adhiéranse a esta Verdad y hereden la vida inmortal.

Luego viene la maravillosa fidelidad de Sita en el bosque de Ashokavana. Qué inolvidable adhesión al voto una vez tomado. Qué firmeza adamantina en medio de las más severas pruebas y tentaciones. Cómo Ravana trató de tentar a Sita; cómo trató de convencerla de que Rama estaba muerto, incluso produciendo una réplica exacta de su cabeza cortada ante la mirada conmocionada y agonizante de Sita. Pero en todo eso podemos notar la constancia inquebrantable de Sita. Ella fue la Verdad personificada. Porque qué significaría Pativrata salvo el ser absolutamente fiel al señor elegido. Y tal lealtad es, en verdad, la más elevada forma de Pureza.

Por lo tanto, benditos seres, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, grandes y pequeños, ¡oh guerreros Adhyátmicos!, ¡levanten este tridente de la Verdad con su triple punta de pensamiento, palabra y acto veraces! Denle un golpe mortal a toda mentira y falsedad con este arma invencible de la Verdad. Esta es el Mahastra, el verdadero Rama-bana que les doy hoy. Empuñen este Satyastra con profunda reverencia y firme resolución, maten a los enemigos de Shanti y Sukha, y vean el surgimiento de Satya Yuga.

En este muy auspicioso y feliz día de Shri Ramanavami, este es el mensaje que te envío; este es el presente que te ofrezco, esta es la promesa que te pido, que estas dos, Verdad y Pureza, sean los lemas de tu vida. Que estos principios animen cada momento de tu existencia, que motiven cada una de tus acciones, que moren siempre en tu corazón, que llenen tu mente, que guíen tu conducta y moldeen tu carácter. Que estas fuerzas mellizas barran de tu vida todo lo inauspicioso y malo para siempre. La noche negra del dolor y el sufrimiento será desterrada, y ante el fuego divino de estas fuerzas se desvanecerán las sombras del vicio y la irrectitud.

En este gran día de Shri Ramanavami, te diré un gran secreto. Ofreciéndote este presente del arma invencible de la Verdad y la Pureza, te revelaré una cosa, lo único que es igualmente poderoso y maravilloso que el Mahastra. Esto es el Nombre Divino de Rama. Rama-Nama y Rama-Bana de Verdad y Pureza constituyen un par maravilloso. El que tiene uno, tiene el otro también. Repite Rama-Nama. Adhiérete a la Verdad. Practica la Pureza. Estos tres te elevarán a una perfección trascendente.

Escucha, ¡oh querido Ser! Tu cuerpo es un templo viviente de la Divinidad. Instala, entonces, la deidad de la Verdad en el santuario de tu corazón. Que cada persona sea una verdadera pagoda de Pureza albergando a esta Presencia Divina.

El advenimiento de “Rama Rajya” implica ciertamente el preludio de la prosperidad, la plenitud, la bendición, la felicidad y la paz en la tierra, y la buena voluntad entre los hombres. Si tal estado de verdadera felicidad tiene lugar, entonces todo temor e incertidumbre deben desaparecer del corazón del hombre. Pero el temor persistirá mientras haya sospecha, desconfianza e incredulidad entre los hombres. Para eliminar la desconfianza y la sospecha, deben desaparecer totalmente la falsedad, el engaño, la deshonestidad y la mentira. Sólo entonces surgirán entre los hombres la confianza y el amor mutuo. Sólo la verdad puede hacer esto. El poder de la verdad es ese poder que ha hecho que el memorable nombre de Harishchandra se volviera inmortal y famoso, es el poder que derrotará y exterminará la falsedad y la mentira de esta hermosa tierra nuestra.

Sin duda, si se adoptan estos principios inmediatamente, si se los aprecia sinceramente y si se los practica con seriedad, el verdadero “Rama Rajya” surgirá en la tierra no sólo para un reino, una nación o un país sino para el mundo entero. Habrá “Rama Rajya” para toda la humanidad.

Tales celebraciones periódicas son un don y una bendición para ti. Sirven para mantener brillantes y vivos estos ejemplos sublimes, siguiendo los cuales la vida se vuelve fructífera. Asiste a las celebraciones con el Bhava correcto y apropiado, y benefíciate completamente con ello. Toma la resolución a partir de este día de Ramanavami de tomar un baño diario en las aguas redentoras del Ramayana. Lee una porción pequeña del Ramayana diariamente. Recibirás inspiración constante. Extraerás una guía valiosa para tu vida diaria. Absorberás, sin falta, las cualidades sublimes representadas en él. Encontrarás que, después de un corto tiempo, eres un hombre diferente, lleno de Sattva y del espíritu divino de la Verdad y la Pureza. Tendrás paz, regocijo y prosperidad aquí y en el más allá.

1948

EL SEÑOR RAMA – LA LUZ DE LA VERDAD

Shri Rama fue Maryada Purushottama, el Señor que obedeció las instrucciones formales de los familiares y jugó el papel del ideal del ser humano perfecto. Fue el hombre más ético, el hombre “bueno” del mundo. El Ramayana de Valmiki es la historia maravillosa de la vida gloriosa del memorable rey Ramachandra, que tipificó en sí mismo el cenit de la forma de vivir las virtudes más elevadas que abren el ojo del alma. La esencia de la existencia divina manifiesta esas virtudes de sus características superfísicas debido a que es necesario para elevar la vida de los individuos de una condición particular a un estado superior de vida consciente. La encarnación en una era es el resultado del conjunto de fuerzas del espíritu de la humanidad que habita la tierra durante ese tiempo. El ideal de perfección ética y moral encarnado en la persona de Rama fue el poder que se requería para corregir las perturbaciones de la época. El recto vivir es el precursor de la iluminación divina y el Avatara de Rama fue preparatorio para la expresión trascendental en el subsiguiente Avatara de Krishna. Los Avataras de Dios son ilustraciones del avance y del ascenso de las almas hacia la plenitud y la inmensidad.

La encarnación de Rama fue la séptima en el curso de la manifestación progresiva de Vishnu, la Luz positiva de Sattva y Verdad. El séptimo estado marcó el grado humano de iluminación de la conciencia eterna. Así, Rama simboliza el comienzo del florecimiento de la conciencia divina que existe potencialmente en el ser humano. Por lo tanto, Él es la personalidad ejemplar cuyas huellas el hombre del mundo tiene que seguir si quiere tener éxito en la búsqueda espiritual. Rama no fue un hombre de preceptos sino de práctica. Él poseía la llave de la puerta del reino de la realidad, la beatitud y la paz. Desinterés, sinceridad, un gran corazón y una vida dedicada a la causa de la justicia y la ley eterna hicieron que Rama fuera querido por todos. Valmiki dice que la voz del Ramayana resonará en la tierra mientras duren el sol y la luna, mientras las montañas se mantengan firmes y los ríos fluyan. La vida austera del divino Rama ha inmortalizado Su sagrado nombre y los devotos lo consideran como la esencia de los Mantras de Vishnu y Shiva; “Ra” y “Ma” son las letras esenciales de ambos. ¡Gloria al Rama-Nama!

El Señor Rama nació en el Navami Tithi, cuando cinco planetas estaban en sus casas del zodíaco más elevadas. Fue un acontecimiento que hizo época en la historia del mundo. Brihaspati, el dios de la Sabiduría, estaba en la primera casa. La Divinidad estaba floreciendo en el niño. Vasishtha Lo inició como “Rama”, el goce y el centro de los devotos iluminados.

La vida de Rama se extendió a mil años. Su arte para gobernar fue la expresión de la ley espiritual de verdad, conocimiento e infinitud. ¡Ni siquiera un perro escapaba de la observación del Emperador Rama! La queja del animal fue oída y el hombre culpable, un Brahmana, fue expulsado de Su reino como correspondía. No exceptuaba a nadie de la regla de hierro del Dharma, ¡ni siquiera Su fiel hermano, ni siquiera Su devota esposa! Bendijo a una ardilla pero castigó incluso al señor del océano. El dicho “Sólo la verdad triunfa” fue ilustrado por los actos de Rama. Su ejemplo es para todas las edades.

El Dharma de todos los Dharmas es la expansión espiritual del ser. Toda ética es sólo auxiliar de este hecho natural y esencial. El Señor Rama iluminó esta verdad con la antorcha de Su propia vida y todos los amantes de la Verdad son los que aman y adoran a Rama, la Divinidad Suprema expresada en el terreno relativo del Dharma.

1949

EL RAMA RAJYA INTERIOR

¡Reverencias al Señor Rama, el Ser Supremo que encarnó en esta tierra para guiar a la humanidad en el sendero recto en todas las edades por venir! ¡Reverencias a la Madre Sita, la Pativrata-Shiromani, cuyo solo recuerdo confiere Moksha a todos!

Piensa en el Señor Rama y todo tu ser se llenará con un estremecimiento de un goce y una paz que pertenecen al Rama Rajya. No olvides que el Señor Rama, que asumió forma humana como un juego y para establecer un ideal de perfección humana para el hombre, era en realidad el mismo Brahman Supremo.

Cualquiera sea tu actitud hacia el Señor, si piensas intensamente en Él y sólo en Él, Moksha es segura. Narada lo afirma claramente en sus Bhakti Sutras. Incluso Vaira-Bhakti, en el que hay un intenso odio por el Señor, lleva a Sus pies de loto, pero -y este es un factor esencial - la mente está llena con el pensamiento del Señor (Tanmayata), tanto que el Bhakta ve sólo al Señor en todas partes. ¡Qué decir de la intensa devoción amorosa por Sus pies! No hay duda acerca de ello; eso te conduce a la felicidad eterna y a la paz suprema.

Establece el Rama Rajya en ti mismo. Si cada individuo se convierte así en un Rama Rajya que camina, habla y se mueve, entonces el mundo entero se convertirá en un inmenso Rama Rajya.

La esencia del Rama Rajya ha sido maravillosamente presentada ante ti en el Ramayana. Verdad, pureza, voluntad indomable para vencer al mal, fe inquebrantable, adhesión al Dharma, obediencia, paciencia, simpatía y amor caracterizaban al Señor Rama. Con el nacimiento de estas virtudes en ti, ten por seguro que el Señor Rama Se ha entronizado en tu corazón. El Ramayana está repleto de lecciones que todo aspirante debería aprender y asimilar.

¿Quién puede medir en pensamiento siquiera la devoción de Bharata por los pies de loto del Señor y el servicio atento de Lakshmana? Hanuman y Lakshmana deberían ser nuestros ideales de servicio. Completo desinterés y total dedicación al Señor, y por consiguiente llevar a cabo Su voluntad como un instrumento en Sus manos – ese es el secreto del éxito a través del trabajo. Cuerpo, mente y alma, todo es puesto a Sus pies; amigos, familia, mejor dicho, el mundo entero queda reducido a la nada ante Él. Es entonces que gozas de suprema felicidad. Te conviertes en Aptakama, has obtenido todo lo que debe obtenerse. Necesidades y deseos ya no te asedian más. Desaparecen el temor, la cobardía y otros males que tienen su raíz en la codicia. Puedes hacer maravillas.

Toda mujer debería tener ante sí el ideal de perfección de Sita. El Pativrata Dharma es el único Dharma para una mujer. Ella no necesita realizar austeridades u observar otros Vratas. No necesita practicar Yoga u ocuparse de Upasana. Si una mujer se adhiere a este Pativrata Dharma, obtiene Mukti fácilmente. Nadie puede desafiar su poder. Incluso los dioses se inclinan ante ella y los elementos de la naturaleza obedecen sus órdenes. ¡Oh mujer moderna! ¡Oh mujer impúdica! Vuélvele la espalda al sendero que conduce a la ruina; sigue el ejemplo de Sita. Siempre serás recordada, al igual que Sita.

El Rama Rajya se basó en la verdad. El Dharma fue su fundación. Los Shastras fueron sus principios. Rishis, Yoguis, Munis y Brahma Jñanis fueron sus guías. En él, siempre se respetó y se siguió a los Vedas. Por lo tanto, Rama Rajya duró y prosperó. Hasta el día de hoy se habla de él como el gobierno más perfecto. Aquí hay una lección para los gobernantes del mundo. Si basas tu gobierno en la verdadera religión, en el Dharma y en las verdades eternas, el gobierno será ideal y todos tus ciudadanos gozarán de paz y prosperidad; si lo construyes sobres las arenas movedizas del materialismo, entonces la estructura colapsará destruyendo a los habitantes. Aprende una buena lección del Ramayana. Abandona el sendero que tu intelecto pervertido te impulsa a recorrer.

¡Que las bendiciones del Señor Rama estén con todos ustedes!

1950

QUE SHRI RAMA SEA TU IDEAL

Uno recuerda y adora a los ideales a fin de adoptarlos en su vida. La celebración de Ramanavami o el Vasanta Navaratri cada año es un momento oportuno para saturarnos del espíritu de Shri Rama. Amamos y adoramos los ideales porque de esta forma expresamos nuestro anhelo por unirnos a ellos. En nuestra adoración de Dios se supone que deberíamos ser virtuosos, buenos y perfectos como es Dios. Shri Rama dijo, “A cualquiera que se refugie en Mí y diga ‘yo soy Tuyo’, Yo lo liberaré del temor a todos los seres; este es Mi voto”. Uno no puede ser un devoto adorador de las cualidades de Shri Rama si no tiene compasión, amabilidad, justicia y sagacidad. Adorar a Shri Rama significa recurrir a la veracidad, la santidad y la divinidad.

La regla de Rama fue la ley de una rectitud insuperable que no presta atención a las relaciones personales de hermano o esposa. La verdad tiene mano de hierro. Establece una unidad de visión imparcial. El que se acerca a Shri Rama con amor se vuelve un ser de gran corazón, espíritu puro, naturaleza bondadosa, desapasionado en pensamiento, palabra y acto. Un verdadero devoto de Shri Rama es Su representante, Su poder y conocimiento. El Nombre de Rama quema la ignorancia, la pasión y el mal. Cuando se pronuncia la palabra “Rama” con conocimiento, correcta o incorrectamente, llueve lo bueno sobre el devoto. “Shri Rama Brahma Tarakam – Shri Rama es Brahman que hace que uno cruce el Samsara”. Rama es aquél en quien los Yoguis se deleitan (Ramante), es decir, el Ser interior. Rama-Nama es la esencia del Sahasranama. Una vez que te refugias en Él, tu bienestar se convierte en Su responsabilidad.

Para un devoto, Rama no es simplemente una persona buena y grande sino Dios Mismo. Rama fue tanto el hijo del rey Dasharatha como el divino y omnipresente Dios, el Ser, el Atman o Brahman. La destrucción que hizo Rama del Ravana de diez cabezas es la aniquilación de la mente con los diez órganos de percepción y de acción. Adorar a Rama es adorar al Virat Purusha Mismo. Lee las plegarias que Le ofrecieron Mandodari y Brahma en el Yuddha Kanda del Valmiki Ramayana. Ellos se refieren a Rama como el único Creador del universo, el Dios de todos, el Gobernante de todos. “Tattvato Jñatva – después de conocerlo, en verdad, uno entra en Él”.

La devoción a Dios no es una simple emoción. Es el resultado de un intenso Vairagya y Sattvika Bhava. Debes poseer las buenas cualidades elogiadas en el Ramayana. De otro modo, la emoción puede elevarte temporalmente a cierta clase de éxtasis, pero no puedes experimentar la conciencia divina de ese modo. La devoción es el fruto que madura gradualmente mediante el proceso de autocontrol y virtud. No hay Sadhana para Bhagavat Sakshatkara sin un intenso Vairagya. Sólo después de desapegarse del mundo de los objetos, es posible alcanzar a Dios. Refrena los sentidos. No le permitas a la mente pensar en los centros de placer. Trata de soportar calor y frío, hambre y sed, cuando éstos te atormenten. Recuerda a Dios y olvida todo dolor. Recuerda, este mundo es Asukhan y Anityam. Sabe que el Señor, Shri Rama, llena este universo son Su presencia. Que Shri Ramanavami sea la inauguración de un esfuerzo mayor y más perseverante para la experiencia del Ser y la perfección absoluta. Olvida el pasado como una sombra y no sueñes con el futuro. Confía en Dios; entrégate a Él, aquí y ahora. Él te elevará con Sus manos salvadoras. De esa forma, lograrás el Purushartha, serás supremamente bendito.

¡Que la gracia continuada de Shri Ramachandra, el Paramatman, esté con todos ustedes!

1951

SHRI RAMA, EL IDEAL UNIVERSAL

¡Benditos aspirantes!

¡Que la gracia de Shri Ramachandra esté con todos ustedes! Shri Rama, el ideal de bondad, misericordia, benevolencia y vida divina en la tierra, se reveló para destruir a las fuerzas del Adharma, para proteger y establecer el Dharma, para vivir personalmente los cánones del Dharma y así convertirse en un ejemplo de vida perfecta por excelencia para toda la humanidad. El Ramayana, la celebrada historia de Shri Rama, enumera en su primer capítulo, llamado Mula Ramayana, las características gloriosas de Shri Ramachandra, a quien el eminente sabio Narada declara como la joya suprema entre las personas. El Nombre de Rama, Su forma y Su conducta han sido objeto de constante recuerdo, contemplación y emulación para la gente durante siglos. La palabra “Rama” es interpretada en el Ramarahasyopanishad como la combinación de la esencia del Narayana-Ashta-Akshara y el Shiva-Pañcha-Akshara, es decir, “RA” y “MA”, sin las cuales, el Ashtakshara y el Pañchakshara no sólo no tendrían el significado apropiado sino que tendrían el opuesto. El Rama-Nama también es considerado como la esencia de los mil Nombres del Señor. Es el Taraka Mantra, el barco que hace que el mortal cruce el Samsara o la muerte. El poder del Nombre se comprende bien cuando se sabe que incluso la pronunciación incorrecta convirtió al delincuente Ratnakara en el sabio Valmiki. Shri Rama es un objeto de meditación porque es el Avatara del Señor Vishnu, el Preservador del universo.

Shri Rama encarnó cuando los cinco planetas estaban en su ascendente. La condición planetaria única sugiere la gloria de la vida de Shri Rama. El Dharma que uno encuentra en Él es el mejor refugio. Lee el Ramayana y comprenderás la grandeza de Shri Rama, el verdadero Arya Purusha, el hijo ideal, el hermano ideal, el esposo ideal, el rey ideal. Shri Rama vivió la vida humana de la forma más práctica posible, como un todo en sus diferentes aspectos de las relaciones sociales firmemente establecidos en el Dharma, mediante su personalidad bien regulada y su conducta altamente refinada. Se puede vivir una vida ideal en la tierra siguiendo la guía de este glorioso líder de la humanidad, el verdadero representante de la Divinidad Suprema que se manifestó para el beneficio de todas las generaciones subsiguientes.

Los devotos de Shri Rama viven en verdad la vida divina, porque ellos practican y esparcen las virtudes que adornaron a la persona de Shri Rama. El devoto se eleva más allá de sí mismo y sintoniza su mente con el Señor. El descenso de la gracia de su Amado lo transforma totalmente y el devoto se vuelve un símbolo vivo y visible del Rama trascendente e invisible. Dios es el corazón del devoto y el devoto es el corazón de Dios. Dios habla al hombre a través de Su devoto. Un Bhagavad Bhakta es un purificador del mundo que habita.

Que tu relación con Rama sea más familiar, fuerte y pura. Que esté libre de toda clase de deseos. No ruegues para obtener nada en este mundo sino para alcanzar a Rama. Es Rama lo que quieres, nada más. ¿No es acaso el más grande Maestro del universo? Ámalo. Alcanzarlo es volverse perfecto e inmortal.

Practica japa del Rama-Nama. Ve a Rama en todos los seres. Sírvelo en todos. Que tu motivo sea absolutamente desinteresado y puro. Adora a Shri Rama con dieciséis Upcharas diariamente. Estudia las escrituras que describen Sus glorias. Intensifica tu Prema por el Señor. Recuerda en todo momento que Él es tu objetivo final. Recuerda que Rama es el Ser infinito que reside en lo más íntimo de cada ser. Rama es el mismo Sakshat Shriman Narayana. Él es el supremo Purushottama. Es el soberano del universo. Él conoce todo y controla todo como el Antaryamin. Entrégale tu corazón. Ruégale incesantemente. Él te absolverá de tus faltas, te liberará de tus defectos y te conferirá la felicidad del Supremo.

¡Que las bendiciones de Shri Rama estén siempre contigo!

1955

SIGUE EL SENDERO DE LA RECTITUD

La lección más noble en el Ramayana es la importancia suprema de la virtud en la vida de todo ser humano. La virtud es la chispa espiritual de la vida. El cultivo de la virtud es el proceso de despliegue de la divinidad latente en el hombre. La gloriosa encarnación de la Verdad suprema, Shri Ramachandra, ha dado el ejemplo mediante Su propia vida de cómo seguir el sendero de la virtud. Que la humanidad siga Sus pasos y practique los ideales que Él valoró, porque sólo así puede haber paz duradera, prosperidad y bienestar en este mundo.

Nadie más que el virtuoso puede ser verdaderamente feliz. No puede decirse que alguien viva dignamente excepto aquél que tiene correcto sentido del deber y la voluntad para implementarlo. Uno debe estar imbuido de una convicción definida acerca de la supremacía de los principios morales, los valores éticos y los ideales espirituales que deberían guiar las propias acciones diarias y servir como medio poderoso para el cultivo de la personalidad humana. Ese es el propósito de la vida. Ese es el camino hacia la Experiencia del Ser.

Haz aquello que promueva armonía, buena voluntad y paz, y no hagas aquello que inspire un efecto contrario. Haz aquello que sea considerado universalmente como bueno, justo y apropiado, aquello que de seguro produzca efectos positivos, y no hagas lo que genere resultados negativos. Ese es el criterio de juicio. Así es como deberías decidir entre lo correcto y lo erróneo.

Benditos aspirantes, no se desvíen del sendero de la verdad. No sean negligentes al seguir el sendero del Dharma. Que ninguna consideración material importe más que los valores espirituales. Que ninguna ganancia personal supere al bien general. No permitan que el egoísmo gobierne su conducta. No permitan que los mandatos de los sentidos desautoricen el juicio de la razón y la sabiduría.

Primero considera el bienestar de otros y sólo después el tuyo. Observa tu carácter y conducta. Lee tu corazón. Descubre si tu pensamiento, palabra y acción concuerdan con los principios del Dharma. Disciplina el cuerpo, la mente y los sentidos. Ilumínate con conocimiento espiritual útil. Erradica lentamente todos los pensamientos, palabras y hábitos malos, y cultiva pensamientos puros, un hablar correcto y buenos hábitos.

Elimina aquello que produzca una reacción negativa en los demás y refuerza aquello que genere rápidamente un sentido de bienestar en ti y en otros también. Pero no te dejes llevar por la euforia de hacer el bien y ser bueno. No es algo especial que se espera de ti. Es tu deber.

La única forma en que puedes hacer que mañana sea un mejor día es pensar y hacer hoy aquello que conduzca a mejorar mañana. Ten un corazón y una mente abiertos, pero acepta sólo lo que sea bueno, apropiado y digno de recordar. Al menos una buena acción diaria; ese debe ser tu lema.

Trata de corregir primero en ti mismo lo que te disguste en otros. Acepta sólo lo que sea bueno en otros e ignora el resto. Tu propia felicidad depende de cómo te conduzcas. No te quejes de las circunstancias. Trata de sacar el mejor provecho de todo.

Aspirantes espirituales, reflexionen, cavilen, analicen y razonen sobre cuál debe ser la aspiración que deben tener y cuál no, qué deben hacer y de qué se deben abstener. Mediten en el Señor. Ruéguenle por luz y guía. Canten Su santo Nombre. Piensen correctamente. Hablen dulce y verazmente. Actúen honesta, justa y desinteresadamente. Crezcan, evolucionen y mejoren así cada día, cada momento.

¡Que la gracia de Shri Ramachandra esté con todos ustedes!

1957

EL HÉROE DEL RAMAYANA

El Señor Rama, el héroe del Ramayana es el Purushavatara del Ser Supremo que encarnó como el hijo del rey Dasharatha de Ayodhya. Él fue la alegría de su madre Kausalya y la vida misma de Dasharatha. Fiel al Purushavatara del Señor, las cualidades de Shri Rama de corazón y cabeza ejemplificaron el summum de la perfección humana que el hombre puede alcanzar en la vida. Su cuerpo era de hierro. Su corazón era tierno y encantador. Su mente era flexible. Aún siendo niño, adquirió tanta habilidad en la arquería que no había ninguno que lo igualara en disparar las flechas rápido como un rayo y dar infaliblemente en el blanco. Lo que comprueba la aseveración del Señor Krishna en el Bhagavad Guita, cuando explicaba Sus incontables aspectos a Arjuna, el príncipe Pandava: “Ramah Shastrabhritamaham – Yo soy Shri Rama en el manejo de las flechas”. Aunque nació y se crió en una atmósfera de placer y plenitud apropiada a su herencia real, él cultivó gran simplicidad y Vairagya, lo que mostró la inclinación filosófica de su mente y el desapego por los objetos efímeros del mundo. Él fue un “Jitendriya” que expresó, en todo sentido, una mente resuelta y un perfecto control sobre los sentidos. No obstante, tenía corazón para sentir por los otros en sus sufrimientos y desgracias, e hizo todo lo posible por aliviarlos de su pesar. Shri Rama trasladó plenamente a su propia vida las enseñanzas de los Upanishads: “Matri Devo Bhava, Pitri Devo Bhava, Acharya Devo Bhava y Atithi Devo Bhava”, cumpliendo su deber hacia sus padres, manifestando gran devoción por su Guru y brindando hospitalidad y amabilidad a aquellos que lo necesitaban.

Nota su valentía cuando siendo un niño de quince años acompañó al sabio Vishvamitra al bosque. Mostró gran valor al matar a los dos Rakshasas, Maricha y Subahu con el único propósito de proteger el Dharma. Nota su respeto en la corte del rey Janaka cuando levantó el arco y lo rompió como prueba para recibir la mano de Sita en matrimonio.

Cultiva las cualidades de desinterés y sacrificio que él desplegó al satisfacer los deseos de su madrastra Kaikeyi renunciando al reino y yendo al bosque exiliado por catorce años sin el menor sentimiento de ofensa o mala voluntad hacia nadie, mucho menos hacia Kaikeyi. La gloria de la renuncia, “Tyagenaike Amritatvamanasuh”, como declaran los Upanishads, se manifiesta en este acto de Shri Rama.

Observa una vez más la visión igualitaria de Shri Rama con respecto a los amigos y los enemigos cuando le dio refugio a Vibhishana, sabiendo perfectamente que éste había venido a él desde Ravana, el rey de Lanka que era su enemigo acérrimo, estableciendo así su “Sharanagata Vatsalatva – cualidad de dar refugio a aquellos que toman refugio en él”.

Nota su verdadera amistad al cumplir la promesa que le diera a Sugriva, el rey de los monos, de instalarlo como rey de Kishkindha después de matar a su hermano Vali y eso cuando él mismo estaba en problemas, manteniendo así compostura aún en circunstancias adversas.

Observa su amor cósmico cuando realizó los últimos ritos a Jatayu, el rey de los pájaros, que murió por las heridas que Ravana le inflingió con su sable cuando él trató de rescatar a Sita del rey de los demonios. Un hecho que es indicativo del sentimiento de Rama de unidad de todas las almas.

Repara en su amabilidad y magnanimidad al darle tres días de tiempo a Ravana en el campo de batalla, pidiéndole que se decidiera a devolver a Sita, aún en ese momento, mostrando así su disposición a olvidar y perdonar todo lo pasado.

Finalmente, observa sus sentimientos desapegados incluso hacia Sita por quien él tuvo que pasar muchas pruebas y tribulaciones en la vida. Después de la coronación, tras su exitoso retorno de Lanka, él descubrió que su amada esposa no podía enfrentar la crítica y el escándalo público, no porque él no confiara en su castidad sino simplemente en interés de la mayoría.

Tal fue la gloria de Shri Rama, la luz de la raza de los Ikshvakus. Que Dios bendiga a la humanidad para que absorba las virtudes de Shri Rama y las ponga en práctica en su propia vida, particularmente en esta edad de hierro en la que el Dharma ha retrocedido.

1958

EL IDEAL DEL DEBER SUPREMO

¡Reverencias al valiente guerrero Raghuvir, el gran príncipe de la raza de Raghu que personificó a la perfección todas las virtudes y talentos admirables! ¡Gloria al Señor Rama, la Encarnación Divina, el salvador de las almas afligidas que se refugian en Él!

El Señor Rama es el ideal supremo del hombre de Dharma, sumisión y disciplina. Él brilló más por los adornos de sus virtudes que por sus atuendos reales. Su gran personalidad y Su vida intachable de suprema dignidad, compasión y rectitud son una inspiración perenne para la humanidad en todos los tiempos. El reino de Rama se ha vuelto inmortal como bien del estado por excelencia, basado en la conducta ética de la vida. El secreto de la gloria del reino de Rama fue la concepción del deber que dominó sobre todos los otros factores. Las personas de la época, desde el superior, el monarca Rama, hasta el más humilde e inferior, y el último de los ciudadanos estaban gobernados por el sentido del deber en cada aspecto de la vida, privado o público. El Ramayana está impregnado de este espíritu único. En este divino drama del Rama Lila, que pudo observarse en la edad de oro de la dinastía solar, Raghuvamsha, lo más inspirador fue ese ferviente anhelo por cumplir con las propias obligaciones morales y el propio deber, a cualquier costo, en interés del Dharma y el bienestar humano.

El hombre de hoy habla de la regla de la ley. En el Rama Rajya, prevaleció la regla del deber. Esta regla del deber gobernó incluso la vida personal de Ramachandra. Esto es lo que todo el mundo necesita hoy, prestar más atención a lo que uno debe hacer por otros que a lo que otros deben hacer por uno. Lo que más importe en la vida debería ser cuál es el propio deber y no qué deberes tienen otros para con uno. En Su reino, las relaciones humanas estaban reguladas por el sentido del deber y la obligación, y no por el énfasis en derechos y privilegios. Lo primero hace que esto último sea innecesario. El deber llama al sacrificio. El sacrificio es posible mediante el desinterés. Este desinterés surge del amor por otros. Tal amor surge en los corazones puros. La pureza de la vida es el mayor tesoro. Es la raíz y la fuente del bienestar humano, la paz y el progreso. Una vida pura es una mina rica de indecibles bendiciones. El Dharma y la devoción a Dios forman la base y el origen de la vida pura. El cumplimiento del Dharma purifica tu corazón. La adoración a Dios es el purificador supremo y destruye los defectos mentales y las imperfecciones morales del hombre. Así, mediante una vida de fe, devoción y Dharma uno evoluciona hasta convertirse en un hombre ideal. Siembra las semillas del bienestar humano permanente y de la diligencia suprema. Entra al Rama Rajya de la verdad, el amor y el servicio a la humanidad. Este es el mensaje espiritual silencioso, el mensaje no expresado, y aún así poderoso, de la vida y el reino de Rama. Este es el mensaje inmortal, eterno y vivo del Ramanavami, el sagrado día que recuerda a este Superhombre Divino de la santa Ayodhya a orillas del Sarayu. 

Como defensor de la fe y protector de los santos, el sutil sentido del deber de Dasharatha hizo que dejara de lado toda consideración y enviara a los dos jóvenes príncipes, Rama y Lakshmana, para proteger el Yajña de los Rishis en el Dandakaranya. La reacción de la reina Sumitra ante la decisión de Lakshmana de seguir a Rama al bosque está llena de ese glorioso concepto del deber supremo. Olvidándose de sí misma, ella dijo, “Oh hijo, Lakshmana, considera a Rama como si fuera tu padre Dasharatha, a Janaki como si fuera yo misma (tu madre) y al bosque como la ciudad de Ayodhya. Ve hijo, ve feliz al bosque”.

¿Y qué hizo el Señor Rama? Dejó de lado las obligaciones hacia su cariñosa madre, sus hermanos y los amorosos ciudadanos de Ayodhya. Rama sintió que, en ese momento, el mayor deber de un hijo era mantener el honor de su padre en el nombre de la Verdad y la causa del Dharma. Su lealtad a este ideal fue incondicional y a toda prueba. El Príncipe divino le dio la espalda a los placeres del palacio y el trono, y eligió los peligros y las privaciones del bosque. Porque Él eligió el sendero del deber, es decir, respondió al llamado del deber superior. Hasta el final del drama divino, encontramos este ideal sublime del deber y el autosacrificio. Antes que ofender la concepción de rectitud y virtud en el menor de Sus súbditos, el gran rey eligió infligir sobre Sí mismo el mayor tormento y hacer que la noble Sita pasara por la agonizante prueba de la separación y la desolación en la jungla.

¿Lakshmana no tenía un deber hacia la noble Sita? Seguramente lo tenía y era consciente de ello también. Pero con el mayor dolor vio que el mayor deber era obedecer a su hermano mayor y cumplir con sus órdenes de rey y gobernante, que sabía era la encarnación de la virtud y el Dharma. La más grande y conmovedora manifestación de este gran ideal del Ramayana es la ofrenda de sí mismo del inmortal Jatayu en el altar del deber supremo. Él estaba en una lucha despareja con el poderoso Ravana. Jatayu podría muy bien haber evitado el conflicto. No tenía nada que ver con Sita. No estaba atado por ninguna obligación en particular. Pero Jatayu había surgido del suelo de Bharatavarsha, de las profundidades de cuyo corazón de madre se eleva la gloriosa máxima, “Paroparartham idam shariram – este cuerpo en verdad tiene como propósito el ayudar a otros”. El noble y valiente Jatayu respondió a este llamado no expresado de este deber supremo del hombre – el deber de ayudar a otros, de servir a otros, de controlar el Adharma y socorrer a aquellos que están en desgracia.

Esta es la verdadera vida. Esta es la vida heroica. Deja que la fe te llene de fuerza para vivir tal vida de adhesión al deber supremo. Que el Nombre del Señor te dé el poder de autosacrificio en la causa del Dharma supremo. ¡Que el glorioso ejemplo del ideal del Ramayana los inspire a todos ustedes con la fuerza del alma para llevar una Vida Divina de abnegación, sacrificio y servicio a todos! Sean valientes en el cumplimiento del Dharma y el deber. Adoren al ideal de Rama. Vuélvanse como Él mediante una devoción única en Él. ¡Que Su Gracia Divina los eleve mediante Paropakara al Parama-Dharma del supremo Kaivalya Moksha! ¡Om Shri Ramaya Namah!

1959

LECCIÓN DEL RAMAYANA

Si algo justifica la vida, es la ley de la virtud. Virtud no es solamente una parte de un código moral; es el principio básico que sostiene el propósito de la vida, hace que uno cumpla con su responsabilidad como unidad de la sociedad, afirma la dignidad del ser humano y la dedicación del hombre a los ideales de la verdad y la justicia, lo eleva desde todo lo que sea vulgar, mezquino, malo o injusto.

La lección del Ramayana es un ideal perfecto para todos. Simple y a la vez glorioso, normal y aún así rara vez seguido, fundamentalmente humano y aún así un agente de conversión espiritual. Es un ideal que ha tenido una influencia determinante en el designio de la estructura de la sociedad hindú y ha sido siempre un ejemplo inspirador y digno de emulación para todo el que le sea leal.

Panorama colorido

En el Ramayana, se despliega con una grandeza magnífica un panorama llamativo de esperanza y desesperación, idealismo sagrado y engaño mundano, sacrificio y desolación, ataque de debilidad y tragedia, dedicación magnánima a la virtud y la devoción humilde, firmeza y entereza, triunfo sobre el mal y gloria de la victoria. Pero inmediatamente, ¡ay!, amargarse por una visión dura y sospechosa de un mundo vano, y finalmente, la decisión agonizante de un rey ideal de sacrificar el principal objeto de su amor y su felicidad personal por el bien de la opinión pública, y enfrentar un criterio cruelmente rígido establecido para el trono por sus amados súbditos, hacia quienes su lealtad era la primera y principal.

Nadie más que Dios pudo haber vivido de acuerdo con este ideal de perfección humana. Sólo en una sociedad altamente civilizada pudo tener lugar semejante drama conmovedor, simbolizando de la mejor forma posible la lucha entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, la abnegación y la codicia, la virtud y la consideración egoísta.

Virtud dedicada

En una edad remota (posiblemente unos 1000 o 1200 años a. C.), cuando el despotismo y la sed de poder eran la regla del día en todas partes, encontramos que un rey envejecido elige morir de pena con el corazón roto para mantener una promesa, teniendo que desterrar a su hijo más querido y privarlo del derecho de sucesión, antes que tratar de justificar una negación o evitarlo por preferencia o sentimiento personal. El caso de Dasharatha ejemplifica patéticamente que hay que cumplir con una promesa una vez hecha, por más ambiguo que sea su alcance o su radio de aplicación, ya sea que haya sido dada en un momento de debilidad o mediante una deliberación madura. La promesa tiene que cumplirse independientemente de sus consecuencias y costo. El caso de Shri Rama, de magnificente sentido de los valores manteniendo el propio sacrificio, ha sido siempre el ideal de la humanidad.

Personalidades simbólicas

Casi todas las personalidades del Ramayana tienen una lección que enseñar. Sita simboliza la esposa ideal y Lakshmana el hermano ideal al igual que Bharata, quien se elevó por sobre el sentido mundano de valores de su madre, no sucumbió ante el atractivo del trono y el poder, trató lo más que pudo de hacer regresar a Shri Rama, y fallando en esto, eligió cuidar el gobierno provisionalmente como un agente de las Padukas (sandalias) de Rama. Sita renunció a las comodidades del palacio para poder compartir la suerte de su esposo como una esposa sumisa, por más duras que fueran las privaciones. Del mismo modo, Lakshmana también renunció a su vida principesca para poder servir a su hermano en el páramo de su destierro. Y también está Hanuman, el símbolo del discipulado ideal (Dasya Bhakti), con perfecta devoción y humilde servicio a su Señor. 

Ravana, un rey no ario, rapta a la hermosa princesa aria, Sita. Pero, a diferencia del caso de Paris y Helena, tenemos aquí un ejemplo sorprendente de ética social. Un hecho que generalmente pasa por alto con respecto a Ravana es que, a pesar de su despotismo y lujuria, él preservó el honor de Sita, la trató con respeto y, aunque la engañó y amenazó, no perdió la cabeza sino que obedeció a la ley que rige sobre los prisioneros. Sita, por su parte, ejemplificó el más fino ideal de mujer. Para ella, la castidad era más querida que la propia vida. Para ella, no existía nada más que el recuerdo de su esposo. La tentación de fabulosas riquezas no tuvo lugar en su mente pura.

El hombre perfecto

Luego tenemos el ejemplo del ser humano perfecto, “Maryada Purushottama”, en Shri Rama. En devoción a la verdad y la rectitud fue incomparable. Su sentido del deber  fue magnífico. Como príncipe, como esposo, como hermano, como hombre, como rey, como maestro él no tuvo igual. Reaccionó de forma humana ante la pérdida de Sita. Su idealismo, su fuerza de voluntad y sacrificio, firme determinación, fuerza y liderazgo fueron magnificentes; y aún así, el manantial de amor y afecto en su corazón no se secó. No buscó solaz en la filosofía de la evanescencia del mundo; no se convirtió en renunciante; no se volvió inmune a su abatimiento humano. Se esperaba que cumpliera su deber de esposo hacia Sita. El de buscarla, encontrarla y rescatarla, con de un ejército y luchando una guerra si era necesario, lo que hizo. Era el deber de un Kshatriya reivindicar su honor.

Perspectiva correcta

Así, encontramos a lo largo del Ramayana miríadas de ejemplos que corresponden a todo patrón de vida. Algunos de ellos son explícitamente simples y pueden estar en cualquier libro de leyes morales; otros pueden dar lugar a cuestionamientos, como por ejemplo, la muerte de Vali que, en sentido espiritual, se interpreta que cuando un devoto busca refugio en el Señor y pide Su ayuda, el Señor no puede abstenerse de darla, y que también que estaba predestinado que Vali alcanzara la liberación de ese modo. O puede ser interpretado en un sentido temporal, esto es justificando la acción como una cuestión de conveniencia. Cualquiera sea la interpretación que se le dé, uno nunca debería olvidar que el Ramayana es una epopeya humana repleta de gloriosos ejemplos morales dignos de emular, tales como aquellos que son universalmente aceptables y aplicables. Uno debería aceptarlos con total humildad, con sentido común y con una evaluación sensata. Sólo aquellos que son superficiales acerca de los códigos morales y la aspiración espiritual tratan de discutir acerca de tales aspectos laterales y pierden de vista lo esencial.   

El imperio de la ley

El imperio de la ley, que todos los gobiernos democráticos aprecian, fue el ideal del Rama Rajya. Fue un ideal formal y, aunque en algunos aspectos altamente puritano, no perdió de vista el realismo. Prestó atención al aspecto práctico y, aún así, defendió algunos de los principios más finos del gobierno y de la ética individual y social. Su concepto de relaciones internacionales fue notablemente moderno. Primero se intentó la persuasión y luego tuvo lugar el episodio de Vibhishana. Lanka fue invadida, pero no se convirtió en una provincia periférica del reino de Ayodhya. Una vez cumplido el propósito de la guerra, se le dio libertad a la gente bajo el gobierno de su propio rey. Fue un gesto magnánimo y altamente moralista en su ideal. Sólo gobiernos muy democráticos serán capaces de cumplir con tal ideal aunque no sea en un período tan corto.

Gobierno ideal

El bienestar de los súbditos fue la principal consideración del gobernante. Nada más importaba, ni siquiera los intereses personales del rey. El primer deber del rey era ver que la gente estuviera feliz y contenta, que hubiera justicia e imperara la ley, que las consideraciones humanas no fueran obstaculizadas por distinciones sociales y que, por sobre todo, se le permitiera a la opinión pública ejercer su total influencia. Incluso en una época tan remota, se comprendía que el mejor gobierno es aquél que gobierna menos.

Es sorprendente notar que Shri Rama haya ido a tal extremo de renunciar a su esposa embarazada y desterrarla a una ermita, siendo que era la reina y la primera dama del reino, y todo por el bien de lo que podríamos llamar hoy una opinión simbólica. Pero esto indica, por sobre todo, la forma en que un gobernante debe ajustarse a un estándar de vida estricto y a una conducta personal rígida, no sólo como él lo consideraría ideal sino como sus súbditos lo esperan de él. La vida y felicidad personal de Shri Rama fueron en verdad secundarias para las reglas inflexibles que gobernaron su vida imperial. Es extraordinario y sorprendente que un reino indio tan antiguo haya abrigado y practicado tal sentido meticuloso de la propiedad y que sus gobernantes se hayan sometido a él voluntariamente.

Ten presente las lecciones

La devoción de Shri Rama al ideal de la monogamia, su negativa a casarse otra vez después de abandonar a Sita, fue en verdad magnificente, especialmente en una época en que la poligamia en la clase superior era más una regla que una excepción. Hay numerosas lecciones de ese tipo en el Ramayana. Tenemos también el ejemplo bellamente honesto y desinteresado de Urmila, la esposa de Lakshmana, a quien Valmiki no le presta demasiada atención. ¿Podría una esposa moderna permitir que su marido se vaya al destierro, voluntariamente, por catorce largos años inmediatamente después del casamiento, sin tener en cuenta los intereses y deseos personales de ella, y sólo por su apego sentimental a su hermano? Cada página de este gran libro tiene una lección de humanidad. Si el hombre moderno les prestara atención al menos a algunas de ellas y si tuviera la decisión, el valor y la fuerza para trasladarlas a la práctica, la vida en la tierra sería mucho mejor, más feliz, pacífica, significativa y justificada.

¡Que las bendiciones de Shri Rama estén con todos ustedes!

Sección Siete

UNA GUIRNALDA DIVINA PARA SHRI RAMA

RAMA RAJYA

El gobierno de Shri Rama fue ideal. El reino de Rama estaba libre de malhechores, ladrones y asaltantes. La gente no ponía candados en las puertas ni rejas en las ventanas. Podían dejar una bolsa de oro en la vía pública sin ningún riesgo. Nadie sufría de desgracia alguna. Los mayores nunca tenían que realizar los ritos fúnebres de los jóvenes. Nadie perjudicaba al otro. Todos eran devotos del Dharma - el deber o la rectitud. La gente narraba continuamente las historias de Rama. Siempre pronunciaban “Rama, Rama”. El mundo entero vibraba con el Nombre de Shri Rama.

La lluvia y la luz del sol venían en la estación debida. El aire era fresco y frío. Los árboles estaban cargados con muchas frutas. Había muchas flores de dulce fragancia y abundantes cosechas en los campos.

Todos los hombres tenían larga vida. Tenían hijos y nietos. Las esposas eran devotas de sus esposos, castas y puras.

Todos eran sanos y joviales. Eran ricos, felices y virtuosos. Eran veraces, rectos y autocontrolados. Llevaban una vida pura e inmaculada.

Los Brahmanas eran bien versados en los Vedas. Eran virtuosos, firmes en el cumplimiento de sus deberes. Los Kshatriyas eran valientes. Los Vaishyas y los Shudras cumplían con su Svadharma. Estaban libres de pasión, codicia y envidia. Los dos veces nacidos eran fieles a los ritos y las escrituras. Eran veraces en sus palabras y actos. Eran temerosos de Dios por naturaleza. Tenían amor por todas las criaturas.

Los soldados eran muy fuertes y valientes. Eran feroces como el fuego. Nunca retrocedían en la batalla. Cuidaban bien las defensas.

No había necesidad, temor ni sufrimiento en ninguna parte. Los hijos eran nobles y varoniles. Las hijas eran puras, hermosas y modestas.

Todas las ciudades y provincias tenían plenitud de oro y cereales. Los padres nunca perdían a sus hijos, ni las esposas a sus esposos.

La pobreza era desconocida en el reino de Rama. Todos tenían caballos, ganado, oro y granos. Nadie mentía. Nadie envidiaba la riqueza de otros. El hombre más pobre era bendecido generosamente con riqueza y conocimiento.

El domino de Shri Rama estaba libre de incendios, inundaciones, tormentas, fiebre, hambruna y enfermedad.

¿Quién puede describir la gloria del imperio de Rama? Por eso fue llamado Rama Rajya.

SVADHYAYA

(Shri Swami Shivananda)

Los Sadhakas sinceros nunca deben abandonar el estudio de las escrituras que contienen las verdades sagradas planteadas por los hombres sabios. Tampoco deben dejar de escuchar las Lilas del Señor, sin importar el estado de evolución espiritual que tengan. ¿Eres más avanzado que Shri Shukadeva que nació como sabio y Parivrajaka? ¿Eres más evolucionado que los grandes sabios que se reunieron en el Naimisharanya para escuchar el Shrimad Bhagavata narrado por Shri Suta? Aprende la lección de estos ejemplos ilustres de los grandes sabios. Sé un Sadhaka para siempre. Sé un sincero aspirante al conocimiento espiritual para siempre. Sé un estudiante para siempre. Es viejo sólo aquél que cree que ha aprendido lo suficiente y que no necesita más conocimiento. Está muerto en vida el que no siente una necesidad imperiosa de escuchar las historias de las Lilas del Señor o los discursos espirituales. Puedes evitar la vejez e incluso la muerte misma preservando en tu interior un entusiasmo juvenil y un devoto anhelo por aprender más, practicar más y experimentar más profundamente la Verdad espiritual que es inagotable, a pesar de haber sido alabada por millones de santos, sabios y videntes desde tiempo inmemorial.

Es más, no olvides que estás rodeado por todas partes de influencias materialistas. Si te descuidas incluso por un día, las fuerzas malvadas que te rodean encontrarán la oportunidad y harán estragos. La pelota que se arroja desde lo más alto de una escalera toma menos de una fracción de segundo en llegar al suelo, mientras que cuesta mucho más tiempo subirla. En un momento de desatención, se puede perder mucho. La vida es corta, el tiempo fugaz; no te puedes permitir perder un centímetro del terreno que has ganado con tanto esfuerzo en tu batalla contra este enemigo formidable – Satanás, Maya, Mara o la mente malvada.

A la par con tu trabajo, debes practicar Japa, meditación, estudio de las escrituras, Sat-Vichara y Sat-Vyavahara. No le des respiro a esta mente diablilla. Es aquí donde Satsanga y la literatura espiritual vienen como una gran ayuda para ti. Son tus salvadoras. ¡Cuántos pensamientos sublimes traen las escrituras a tu puerta! Estudia sus páginas cuidadosamente. Subraya las oraciones que tengan, a tu juicio, relación directa con tu vida. Reflexiona sobre ellas en tu tiempo libre. Así encontrarás que eres capaz de superar muchos obstáculos y sortear muchas dificultades. ¿La mente no quiere leer esos pasajes una y otra vez? Esa es el arma potente de Maya para hacerte dormir. ¡Ten cuidado! ¿No comes la misma comida una y otra vez? Tendrás que continuar leyendo y releyendo las mismas oraciones espirituales una y otra vez hasta que hagan una impresión indeleble en tu corazón, hasta que se conviertan en parte integrante de tu naturaleza interior.

Entonces habrá una fortaleza de Nirodha Samskaras erigida en tu interior. La repetición da fuerza. La repetición empuja las ideas en las cavidades más recónditas de tu corazón y de tu mente. Entonces las ideas se filtrarán en tu mente subconsciente. Los malos pensamientos que están al acecho serán quemados y aniquilados. Ni siquiera sabrás acerca de los milagros que han tenido lugar dentro de ti. Tal es la influencia saludable del estudio repetido del mismo texto espiritual. Es por eso que nuestros ancestros insistieron en que leamos ceremoniosamente, diaria y regularmente, con fe y devoción, textos como el Guita, el Ramayana o el Bhagavata entre otros. Ellos aumentarán tu fuerza interior. Te fortalecerás. Cuando toda la naturaleza interior se transforma en divinidad, entonces un solo esfuerzo por meditar te lleva al Nirvikalpa Samadhi y la superconciencia. Entonces, experimentarás a Dios inmediatamente.

ADITYAHRIDAYAM

¡Postraciones ante Shri Ganesha!

1.      Entonces, el Muni Agastya vio a Shri Rama exhausto en la batalla y parado pensativo, teniendo a Ravana enfrente de él listo para luchar.

2.      El sabio también vio a los Devas que estaban observando la batalla. El Muni Agastya se aproximó amablemente al Señor Rama y le habló así:

3.      “¡Oh Rama, el de poderosos brazos! Escucha este secreto divino. Con este conocimiento derrotarás a tu enemigo en la batalla”.

4.      “Este es el muy sagrado Adityahridaya que proporciona todo éxito y causa la destrucción de los oponentes. Deberías repetir esto que es la causa de lo supremamente auspicioso y de la felicidad imperecedera”.

5.      “Él destruye toda falta y confiere el mejor de todos los objetos auspiciosos. Es el destructor de la ansiedad y la pena, y el que concede larga vida”.

6.      “Adora al dios Sol, al que Devas y Asuras adoran por igual, que está lleno de rayos refulgentes, que es el Señor de este universo y que es conocido como Vivasvan y Bhaskara”.

7.      “Él representa, en verdad, a todos los seres celestiales. Tiene luz propia y sostiene a todos con sus rayos. Él protege, con rayos que nutren y energizan, a los habitantes de todo el mundo al igual que a las razas de los Devas y los Asuras”.

8.      “Él es Brahma, Vishnu, Shiva, Skanda, Prajapati, Mahendra, Kubera, el Tiempo, Yama, la Luna y Varuna”.

9.      “Él es también los Pitris (ancestros), los (ocho) Vasus, los (doce) Sadhyas, los (dos) Ashvins, los (cuarenta y nueve) Maruts, Manu, Vayu, Agni, los Prajas (personas), el Prana, la causa del Ritus y refulgente”.

10.  “Él es Aditya (hijo de Aditi), Savita, Surya, Khaga, Pusha, Bhanu (todos nombres del sol) y Gabhastiman (constituido por rayos). Está dotado de hermosos colores y causa la llegada del día”.

11.  “Conduce un carro tirado por siete caballos verdes (los siete órganos sensorios, es decir, los dos ojos, los dos oídos, las dos fosas nasales y la lengua); tiene miles de rayos; es el destructor de la oscuridad; confiere buenos auspicios; destruye la mala fortuna de sus devotos. Él es el hijo de Mritanda”.

12.  “Él es Hiranyagarbha, el primer nacido, el dador de calor y frío, el dador de luz. Es el hijo de Aditi. Tiene fuego escondido en él. Su color es blanco puro y es el destructor del frío”.

13.  “Él es el Señor de los cielos, el destructor de la oscuridad. Es bien versado en los Vedas – Rig, Sama y Yajur. Causa fuertes lluvias. Es el amigo de las aguas. Se mueve por el sendero del Vindhyas”.

14.  “Él es redondo. Se asemeja a la muerte. Quema todo con su calor. Es el gran veedor. Es el universo. Es muy brillante. Es de color rojo también. Es la causa de todo”.

15.  “Reverencias a Ti, que eres el Señor de las estrellas, los planetas y las constelaciones, y el origen de todo en el universo, la causa resplandeciente del brillo de todo lo que brilla, el ser sensible se manifiesta en las doce formas del Sol”.

16.  “Oh Sol, postraciones ante las montañas del este (por donde te elevas) y a las montañas del oeste. Postraciones ante el Señor de las luminarias, el Señor del día”.

17.  “Reverencias a ti que eres la victoria, que otorgas todo lo auspicioso. Postraciones ante ti que conduces caballos verdes, que tienes miles de rayos, oh hijo de Aditi”.

18.  “Obediencia al Sol que es terrible y bravo, y que es causa de todo lo que se hace. Postraciones ante ti que eres grande y que haces que el loto se abra”.

19.  “Postraciones ante el Sol que es refulgente, que ilumina todo y que destruye todo”.

20.  “Obediencia a ese Señor que destruye la oscuridad y el frío, y a todos los enemigos y desagradecidos. Postraciones ante el Dios que es el Señor de todas las luminarias”.

21.  “Postraciones ante el Sol cuyo color se asemeja al del oro derretido y que es el formador del mundo. Tú eres el testigo de las actividades del mundo entero. Tú eliminas la oscuridad (de la ignorancia)”.

22.  “Tú eres el destructor y también el creador de todas las cosas. Tú proteges, abrasas y haces llover mediante Tus poderosos rayos”.

23.  “Este Señor inmanente está despierto cuando todos los seres duermen. Él mismo es el Agnihotra (sacrificio con oblaciones en el fuego) y el fruto de los que realizan el Agnihotra”.

24.  “Él es el Señor de todo. Es el Señor de los dioses, los Kratus (sacrificios) y el fruto de los sacrificios. Es el Señor de todas las acciones que se realizan en el universo”.

25.  “El que recita esta plegaria en momentos de gran peligro, de gran temor o en medio de un bosque salvaje, se vuelve feliz y valiente, oh Raghava”.

26.  “Por lo tanto, adora al dios Sol que es el Señor de los dioses y de este universo. Tras repetir esto tres veces, tendrás éxito en la batalla”.

27.  “En ese mismo momento derrotarás a Ravana”. Diciendo así, el gran Agastya dejó la presencia de Shri Rama y desapareció.

28.  Habiendo oído esto, el valiente Rama abandonó toda pena y se preparó para la batalla una vez más, con un semblante alegre.

29.  Parándose de frente al sol, él recitó la plegaria tres veces, hizo el Achmana (rito de sorber agua) también tres veces y permaneció en calma.

30.  Tomando el arco con la mano, mirando a Ravana, Rama tomó la fuerte decisión de matar a Ravana inmediatamente.

31.  Entonces, lleno de deleite al ver a Shri Rama, sintiéndose muy entusiasmado al percibir la inminente destrucción de Ravana, el dios Sol, en medio de las huestes de dioses, exclamó: “Date prisa”.

Así finaliza el Adityahridayam

¡Hari Om Tat Sat!

¡Om Shanti Shanti Shanti!

Ādityahṛdayam

OM Śrī Gaṇeśāya namaḥ

1. Tato yuddha pariśrāntaṃ samare cintayā sthitam,

Rāvaa cāgrato dṛṣṭvā yuddhāya samupasthitaṃ.               

2. Daivataiśca samāgamya draṣṭumabhyāgato raam,

Upagamyābravīd Rāmam Agastyo Bhagavānṛṣiḥ.

3. Rāma Rāma mahābāho śṛu guhya sanātanam,

Yena sarvānarīn vatsa samare vijayiṣyasi.

4. Ādityahṛidayaṃ puyaṃ sarvaśatru vināśanam,

Jayāvahaṃ japennityamakṣayaṃ Paramaṃ Śivam.

5. Sarvamangala māngalyaṃ sarvapāpa praāśanam,

Cintā śoka praśamanamāyur vardhanamuttamam.

6. Raśmimantaṃ samudyantaṃ devāsura namasktam,

Pūjayasva vivasvantaṃ bhāskaraṃ bhuvaneśvaram.

7. Sarva devātmako hyeṣa tejasvī raśmi bhāvanaḥ,

Eṣa devāsura gaāṃllokān pāti gabhastibhiḥ.              

8. Eṣa Brahmā ca Viṣnuśca Śivaḥ  Skandaḥ  Prajāpatiḥ,

Mahendro dhanadaḥ kālo yamasomo hyapāṃ patiḥ.

9. Pitaro vasavaḥ sādhyā hyaśvinau maruto manuḥ,

Vāyur vahniḥ  prajāprāa tukartā prabhākaraḥ.

10. Ādityasavitā sūryaḥ  khagaḥ  pūṣā gabhastimān,

Suvara sadśo bhānu hirayaretā divākaraḥ.            

11. Haridaśvaḥ  sahasrārciḥ  sapta saptir marīcimān,

Timironmathanaḥ  śambhustvaṣṭā mārtāṇḍa aśumān.

12. Hirayagarbhaḥ  śiśirastapano bhāskaro raviḥ,

Agnigarbho’diteḥ  putraḥ  śankhaḥ  śiśiranāśanaḥ.

13. Vyomanāthastamobhedī rig yajuḥ sāma pāragaḥ,
Ghana vṛṣṭirapāṃ mitro vindhya vīthi plavangamaḥ.

14. Ātapī maṇḍalī mṛtyuḥ piṅgala sarvatāpanaḥ, 
Kavir viśvo mahātejā raktaḥ sarvabhavodbhavaḥ.

15. Nakṣatra graha tārāṇām adhipo viśva bhāvanaḥ,
Tejasāṃ api tejasvi dvādaśātman namo’stu te.

16. Namaḥ pūrvāya giraye paścimāyādraye namaḥ,
Jyotirgaṇānāṃ pataye dinādhipataye namaḥ.

17. Jayāya jaya bhadrāya haryaśvāya namo namaḥ,    
Namo namaḥ sahasrāṃśo ādityāya namo namaḥ.

18. Nama ugrāya vīrāya sāraṅgāya namo namaḥ,
Namaḥ padma prabodhāya mārtāṇḍāya namo namaḥ.

19. Brahmeśanācyuteśāya sūryāyāditya varcase,
Bhāsvate sarvabhakṣāya raudrāya vapuṣe namaḥ.

20. Tamoghnāya himaghnāya śatṛughnāyāmitātmane,
Kṛtaghnaghnāya devāya jyotiṣāṃ pataye namaḥ.

21. Tapta cāmīkarābhāya vahnaye viśvakarmaṇe,
Namastamo’bhinighnāya ravaye lokasākṣine.

22. Nāśa yatyeṣa vai bhūtaṃ tadeva sṛjati prabhuḥ,
Pāyatyeṣu tapatyeṣa varṣatyeṣa gabhastibhiḥ.   

23. Eṣa supteṣu jāgarti bhūteṣu pariniṣṭhitaḥ,
Eṣa evāgnihotṛaṃ ca phalaṃ caivāgnihotriṇam.

24. Vedāśca kratavaścaiva kratūnāṃ phalameva ca,
Yāni kṛtyāni lokeṣu sarva eṣa raviḥ prabhuḥ.

25. Enamāpatsu kṛcchreṣu kāntāreṣu bhayeṣu ca,
Kīrtayan puruṣaḥ kaścinnāvasīdatī Rāghava. 

26. Pūjayasvainamekāgro devadevaṃ jagatpatim,
Etat  triguṇitaṃ japtvā yuddheṣu vijayiṣyasi.      

27. Asmin kṣaṇe mahābāho Rāvaṇaṃ tvaṃ vadhiṣyasi,
Evamuktvā tadā’gastyo jagāma ca yathāgatam.

28. Etatśrutvā mahātejā naṣṭaśoko’bhavattadā,
Dhārayāmāsa suprīto Rāghavaḥ prayatātmavān.

29. Ādityaṃ prekṣya japtvā tu paraṃ harṣamavāptavān,
Trirācamya śucir bhūtvā dhanurādāya vīryavān.     

30. Rāvaṇaṃ prekṣya hṛṣṭātmā yuddhāya samupāgamat,
Sarvayatnena mahatā vadhe tasya dhṛto’bhavat.

31. Atha raviravadannirīkṣya Rāmam,
Muditamanāḥ paramaṃ prahṛṣyamāṇaḥ,
Niśicarapati saṃkṣayaṃ viditvā,
Suragaṇa madhyagato vacastvareti.

Iti āditya hṛdayastotraṃ samāptam.

GLOSARIO

Adharma: vicio, irrectitud, irreligiosidad.

Adhyátmico, Adhibháutico y Adhidáivico: tres clases de fuegos o sufrimientos del mundo correspondientes a los que genera uno mismo, los generados por otros seres y los generados por las fuerzas de la naturaleza.

Adhyátmico: espiritual.

Aditya Hridaya: invocación al “Corazón del Sol”.

Agaru: madera resinosa y perfumada que se usa como incienso.

Agni: dios del fuego.

Aguna: sin cualidades.

Akasha: éter, cielo, espacio.

Amsha: encarnación parcial.

Anityam: perecedero.

Antahkarana: órgano interno compuesto de mente, intelecto, ego y memoria.

Antaryamin: Ser interior, Habitante interior.

Apasara: ninfa celestial.

Aptakama: aquél cuyos deseos han sido satisfechos; un Jivanmukta; un sabio liberado.

Arghya: ofrenda de agua.

Arya Purusha: hombre honorable, respetable.

Ashokavana: bosque de árboles Ashokas.

Ashram: ermita.

Ashtakshara: mantra “Om Namo Narayanaya”.

Ashtavakra: sabio que tenía ocho curvaturas en su cuerpo.

Ashvamedha Yajña: sacrificio del caballo que consiste en soltar el caballo durante un año y tomar posesión de toda tierra por la que vagara. Los otros reyes debían rendirse o luchar.

Ashvin: mellizos celestiales.

Astra Shanti: calmar al arma.

Asukhan: carente de felicidad.

Asura: demonio, alguien caracterizado por las bajas tendencias de Tamas y Rajas.

Atiratha: gran guerrero.

Atman: alma.

AUM: OM

Avatara: Encarnación Divina.

Ayodhya: ciudad capital del reino de Rama.

Balibhima: fuerte y feroz.

Bhagavad Bhakta: devoto del Señor.

Bhagavat Sakshatkara: experiencia de Dios.

Bhakti: devoción.

Bharatavarsha: India.

Bhava: actitud, sentimiento.

Brahma Jñana: conocimiento de Brahman.

Brahmachari: estudiante célibe.

Brahmana: perteneciente a la casta sacerdotal.

Buddhi: intelecto.

Chiranjivi: inmortal.

Chit: Conciencia.

Crore: 10 millones.

Daitya: una clase de demonio.

Danava: una clase de demonio.

Darshan: visión de la Divinidad o de un santo.

Dasya Bhakti: devoción adoptando la actitud de sirviente del Señor.

Dasya Bhava: actitud de ser el sirviente de Dios.

Deva: dios o semidiós.

Dharma: deber, virtud, recto obrar.

Dharma: semidiós de la virtud o rectitud; virtud; religión.

Dharma: virtud, deber, recto obrar.

Durbar: corte.

Eka Patnivrata: voto de tener una sola esposa en la vida.

Gada: masa, garrote de metal.

Gandharva: músico celestial.

Grihastha: hombre de familia.

Hari: Vishnu, Dios.

Homa: oblación en el fuego que consiste en arrojar en él ghi o manteca clarificada.

Indrajit: otro nombre de Meghanada, el hijo mayor de Ravana.

Ishvara: Dios o Brahman en relación con el mundo.

Jahad-Ajahad Lakshana: sistema de análisis que consiste en eliminar los factores innecesarios de una oración y dejar los esenciales, abandonar el sentido literal y conservar el espíritu de la oración.

Japa: repetición de mantras.

Jitendriya: aquél que ha controlado los indriyas o sentidos.

Jiva: alma individual.

Jñana: conocimiento, sabiduría.

Kaivalya Moksha: liberación.

Kala: Tiempo original que todo lo devora.

Karma Kanda: parte de los Vedas que trata sobre la realización de sacrificios.

Klesha: aflicción, dolor.

Kosha: vaina o envoltura. Las Koshas son cinco: Annamaya o envoltura física, Manomaya o envoltura mental, Pranamaya o envoltura energética, Vijñanamaya o envoltura del intelecto, y Anandamaya o envoltura de felicidad.

Krauncha: grulla.

Kshatriya: perteneciente a la casta militar.

Kubera: semidiós de la riqueza.

Kumbhakarna: segundo hermano de Ravana que era gigante. Él dormía durante seis meses y despertaba por un día.

Kumkum: polvo rojo.

Kutastha Brahman: el Ser inmutable que es testigo de todo.

Lakshya Artha: significado indicativo.

Lila: deleite, juego o pasatiempo de los Avataras o encarnaciones divinas.

Madhuvan: bosque de miel.

Mahadeva: el Señor Shiva.

Mahastra: gran arma.

Mara: dios de la lujuria; pasión.

Mara: matar.

Maruti: hijo de viento.

Maryada Purushottama: hombre perfecto y ejemplar en conducta y valores morales.

Matri Devo Bhava, Pitri Devo Bhava, Acharya Devo Bhava y Atithi Devo Bhava: considera a tu madre como Dios, considera a tu padre como Dios, considera al Maestro como Dios y considera al huésped como Dios.

Maya: cósmica ilusión.

Meghanada: otro nombre de Indrajit, el hijo mayor de Ravana.

Moha: ilusión, apego.

Moksha: liberación.

Muhurta: período equivalente a 48 minutos.

Mukti: liberación.

Mula Ramayana: la raíz del Ramayana; nombre del primer capítulo del mismo.

Mulamantra: mantra raíz; el mantra más poderoso e importante de cualquier deidad.

Muni: sabio silencioso.

Nandi: toro que trasporta al Señor Shiva.

Nandigram: lugar apartado en las afueras de la cuidad donde Bharata llevó una vida ascética como la de Shri Rama durante catorce años.

Narayana: nombre de Dios. Nara + ayana, aquél que penetra todas las cosas, el que duerme en las aguas. Narayana es representado como descansando sobre un lecho de serpiente en el océano de la Conciencia Cósmica, también llamado océano de leche.

Narayana-Ashta-Akshara: mantra “Om Namo Narayanaya”.

Navami Tithi: noveno día lunar.

Neti, Neti: “no esto, no aquello”. Proceso analítico que consiste en una negación progresiva de todos los nombres y formas para llegar a la Verdad eterna subyacente.

Nirodha Samskaras: impresiones o registros que llevan al autocontrol.

Nirvikalpa Samadhi: estado de súper-conciencia en el cual no hay mente ni idea alguna.

Oushadhi Parvata: montaña con hierbas medicinales divinas.

Pada: palabra, palabra declinada o tema de un nombre que precede al sufijo.

Pandit: erudito en las escrituras sagradas.

Pañchakshara: mantra “Om Namah Shivaya”.

Parama-Dharma: deber supremo.

Paramatman: Dios Supremo.

Parivrajaka: asceta o renunciante que vaga sin morada fija.

Paropakara: servir o ayudar a otros.

Pativrata: lealtad y fidelidad al esposo.

Pativrata-Shiromani: el summum, el ejemplo supremo en lealtad y fidelidad al esposo.

Payasa: arroz preparado con leche, azúcar y especias.

Prajña: nombre del Jiva o alma individual en estado de sueño profundo.

Prakriti: materia primordial.

Pratyagatman: Ser interior, Kutastha, Brahman.

Prema Murti: personificación del amor.

Purusha Sukta: himno del Rig Veda dedicado al Ser Cósmico.

Purushartha: cuatro fines de la vida – placer, riqueza, rectitud y liberación; esfuerzo propio.

Purushavatara: encarnación divina como hombre.

Purushottama: Ser Supremo.

Putrakameshti: sacrificio realizado para obtener descendencia.

Raghava: descendiente de Raghu, Rama.

Raja: rey.

Rajarshi: rey sabio, Raja-Rishi.

Rakshasa: demonio, ser con predominio de Rajas y Tamas.

Rakshasi: mujer demonio.

Rama-bana: flecha de Rama.

Ramalila: el deleite de la vida del Señor Rama. Obra de teatro representando la misma.

Ramarajya: reino de Shri Rama en el que todo estaba bajo control y no había bajas tendencias o acciones en nadie. En el reino interior, Ramarajya implica tener control sobre la mente y los sentidos, y tener conciencia del Ser Supremo.

Rishi: sabio, vidente.

Ritus: estaciones.

Rudra: el Señor Shiva.

Sadhana: práctica espiritual.

Saguna: con cualidades.

Sahasranama: mil nombres del Señor.

Sakshat Shriman Narayana: el Supremo Señor en forma visible.

Sakshat: visible.

Sama: uno de los Vedas.

Samsara: rueda de nacimiento, sufrimiento y muerte.

Samskara: impresión de experiencias pasadas; recuerdo; tendencia.

Sankalpa: decisión, voluntad, determinación.

Sañjivani: planta que da vida.

Satsanga: compañía del sabio o santo; compañía espiritual.

Sattva: pureza.

Sattvika Bhava: sentimiento puro.

Sat-Vichara: indagación en la Verdad.

Sat-Vyavahara:

Satya Yuga: la era de la Verdad.

Satyastra: el arma de la Verdad.

Sevak: sirviente.

Shakti: energía.

Shanti: paz.

Shastra: escritura revelada, Shruti, Veda.

Shesha: serpiente en la que descansa Vishnu. El Infinito.

Shiva-Pañcha-Akshara: mantra “Om Namah Shivaya”.

Shloka: verso.

Shraddha: rito fúnebre.

Shri: Diosa de la fortuna, Consorte de Vishnu.

Shrimad Bhagavata: historia del Señor.

Shrivatsa: rulo pequeño. También se cree que es una marca dejada por el pie del sabio Bhrigu.

Shuddha Prem: amor puro.

Shudra: perteneciente a la casta de los sirvientes.

Shudra: perteneciente a la casta de los trabadores que cumplen servicios para las otras tres castas superiores.

Siddha Loka: la mansión divina.

Smritis: escrituras “recordadas”, trasmitidas por los sabios, que contienen las leyes y códigos de conducta.

Sukha: felicidad.

Surya: dios sol.

Svadharma: el propio deber.

Taijasa: nombre del Jiva o alma individual en estado de sueño con ensueño

Tanmayata: estado de absorción.

Tapas: práctica de sacrificio.

Tapasvin: el que practica tapas.

Taraka Mantra: mantra para cruzar el océano del Samsara.

Tarpan: rito o ceremonia que consiste en derramar agua en honor a los muertos para saciar su sed.

Treta Yuga: segunda de las edades o yugas.

Tyagenaike Amritatvamanasuh: sólo se puede lograr inmortalidad mediante la renuncia.

Tyagi: aquél que abandona; renunciante.

Upadhi: atributo superpuesto que limita la sustancia que hay detrás. En el caso del alma individual o Jiva el Upadhi es Avidya. En el caso de Ishvara, el Upadhi es Maya.

Upasana: adoración, contemplación o meditación en el Señor.

Upchara: accesorio.

Vachya Artha: significado literal.

Vaira Bhakti: devoción surgida del sentimiento de hostilidad hacia el Señor.

Vairagya: desapego.

Vaishya: perteneciente a la casta de los comerciantes.

Vajranga: el del cuerpo fuerte como un rayo, Hanuman.

Valmiki: sabio cuyo nombre significa “salido del hormiguero”.

Vayu: dios del viento.

Vibhishana: hermano menor de Ravana y devoto de Shri Rama.

Vimana: carro volador.

Virat Purusha: Dios en su aspecto cósmico o universal.

Vishva: nombre del Jiva o alma individual en estado de vigilia.

Vishvakarma: arquitecto celestial.

Viveka: discernimiento.

Vyakaranas: nueve divisiones de las escrituras.

Yaksha: cierta clase de seres celestiales controlados por Kubera, el dios de la riqueza.

Yama: el dios de la muerte.

Yoga Maya: poder ilusorio del Señor.

Yojana: antigua medida védica de distancia de unos 13 o 15 kilómetros.

Yugas: cuatro edades del universo comenzando por la superior, ellas son: Satya Yuga, Treta Yuga, Dvapara Yuga y Kali Yuga (la actual).

Yuvaraja: príncipe heredero.